Varios niños se bañan en la piscina municipal de Castellar-l'Oliveral, que pudo reabrir a tiempo tras la dana. IRENE MARSILLA

Xirivella y Albalat dels Tarongers, los dos extremos de las piscinas valencianas

En el municipio de l'Horta Sud hay una pileta descubierta cada 3.527 habitantes censados, mientras que en la localidad de Camp de Morvedre contabilizan casi tantas albercas como personas. En Valencia, sólo una de cada cien son de uso público

Domingo, 17 de agosto 2025, 01:24

Un total de 252.704 piscinas dan pinceladas azules al cuadro de vistas áreas de la Comunitat. Unas 4.000 más que en 2024. Se ... alza como la segunda región dentro del ranking nacional, por detrás de Andalucía. La inmensa mayoría pertenecen a particulares: chalets, urbanizaciones, clubes, hoteles… Menos del diez por ciento son de uso público. En cualquier caso, sin distinguir su titularidad, la autonomía arroja un ratio de 21 habitantes por cada pileta descubierta. El balance se basa en los últimos datos del Catastro y del INE (Instituto Nacional de Estadística). Pero la moneda tiene dos caras. Hay extremos. Y en Xirivella reside un caso flagrante, ya que su índice es de 3.527 personas por instalación. Para darse un refrescante baño bajo el sol, las alternativas son contadas. En cambio, cogiendo la carretera y desplazándose 43 kilómetros hacia el norte, se llega a Albalat dels Tarongers. Otro mundo. En este municipio del Camp de Morvedre, la ingente cantidad de viviendas unifamiliares desemboca en una proporción asombrosa: sólo hay 1,48 habitantes censados por cada alberca registrada. Los chapuzones a la intemperie, considerados como un refugio climático para surfear las crecientes olas de calor, representa, según la localidad, una rutina o un privilegio.

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Según el Catastro, hay nueve piscinas al aire libre en Xirivella. Dos de ellas, municipales: las de los polideportivos Ramón Sáez y Barrio de la Luz. Y la población censada en el municipio, a la orilla de la ciudad de Valencia, es de 31.745 personas. De ahí el multitudinario ratio, el tercero mayor de España. Sólo le superan las localidades barcelonesas de Badía del Vallès (6.559 habitantes por piscina) y Hospitalet de Llobregat (3.784).

En Xirivella, el precio estándar de las instalaciones públicas es de 2,60 euros para los adultos. «Hay mucha demanda y suelen estar bastante llenas. Las piscinas son muy importantes para la gente de aquí. Desde las 11 de la mañana hay cola para entrar todos los días. Pero no se ha dado la situación de completar el aforo y que la gente tenga que esperar. No hay saturación ni quejas», argumentan desde el Servicio Municipal de Deportes del Ayuntamiento. Los picos de asistencia se produjeron en julio, cuando coincidían los campus con el público general.

Al margen de Xirivella, en la Comunitat figuran cinco municipios con un índice de más de mil personas: Mislata (2.885), Benetússer (2.332), Burjassot (1.935), Valencia (1.354) y Alaquàs (1.001). Además, son varias las localidades damnificadas por la dana que no han podido recuperar a tiempo sus equipamientos. Es el caso, por ejemplo, de Benetússer, en la zona cero de la tragedia.

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En la capital de Valencia, persiste una vieja demanda, ya que sólo el 1,3 por ciento de sus 610 piletas al aire libre son de titularidad municipal. Este déficit inquieta a los vecinos, que reclaman un mayor número de instalaciones y unos horarios más amplios.

La piscina La Hípica, con numerosos usuarios durante este verano. IVÁN ARLANDIS

Juan Antonio Caballero es el presidente de CAVE-COVA (Confederación de Asociaciones Vecinales de la Comunitat). «En las grandes ciudades hay una escasez de piscinas públicas evidente. Hay muchos problemas. Esto pasa en Valencia, Castellón, Alicante, Elche… En cambio, los pueblos de tamaño medio y pequeño sí que tienen un excelente servicio a través de los polideportivos que se han estado haciendo. A pesar de que la dana ha machacado muchas cosas, Catarroja y Alfafar, por ejemplo, tienen sus piscinas abiertas. Las poblaciones de 6.000, 10.000 o 20.000 tienen. Sin embargo, eso no se reproduce en las ciudades si las troceas en partes de 20.000 habitantes. Esa proporción no se mantiene», argumenta.

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Valencia, con una población de 825.948, cuenta con sólo ocho piletas municipales al aire libre: Benicalap, Parque del Oeste, Benimaclet, La Hípica, El Palmar, Castellar-l'Oliveral, Benimàmet y Natzaret. «Estas piscinas se convierten en zonas de refugio del calor. Valencia anda muy escasa de instalaciones deportivas y de piscinas. Entonces se hace uso de las piscinas periféricas. Muchas de estas personas se van a Alfafar, por ejemplo. Las comarcas de l'Horta Sud y l'Horta Nord están haciendo el papel de piscinas públicas de la ciudad de Valencia», añade Caballero. Eso sí, en la capital del Turia, observa «una cantidad extraordinaria» de albercas privadas.

Desde el Ayuntamiento admiten la falta de piscinas públicas en la capital del Turia y explican que, parte de esas 610 piletas, corresponden a chalets, adosados y urbanizaciones de pedanías como Massarrojos, el Perellonet, el Saler o el Palmar.

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María José Broseta, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, destaca que las piscinas descubiertas públicas «funcionan bastante bien». Eso sí, reivindica una mayor amplitud de horarios: «Con el calor que hace, no deberían estar abiertas sólo hasta las siete de la tarde».

La empresa Aquaval se encarga de la gestión de cinco de las ocho piscinas al aire libre municipales de Valencia. Su gerente y propietario, Alberto Martínez, considera que la demanda ha disminuido respecto a temporadas anteriores: «Está siendo un verano raro, hay poca gente. El mes de junio fue bueno, pero julio fue muy flojito. Agosto está medio animado. La gente se marcha de vacaciones más que otros años».

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Por su equipamiento, resultan especialmente atractivas las piscinas de Benicalap y del Parque del Oeste. En lo que va de verano, según Alberto Martínez, sólo ha habido un día en que los usuarios se han encontrado con el cartel de 'aforo completo' y se han visto obligados a esperar un hueco para poder acceder a las instalaciones: «Otro años ha pasado más veces».

Cuestión de contrastes. En la Comunitat se puede disfrutar de localidades plácidas donde las viviendas unifamiliares imperan y darse un refrescante baño bajo el sol está a la orden del día. Ocurre en Albalat dels Tarongers, donde se concentran casi tantas piscinas como habitantes empadronados. La clave consiste, según su Ayuntamiento, en que hay muchísima población diseminada. El Consistorio estima que cerca de 3.000 chalets están esparcidos por todo el término municipal.

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«Muchos chalets tienen balsas de riego que han evolucionado en piscina. La mayoría de parcelas rústicas cuentan con huerto y se abastecen de agua de pozo, que es más barata», comentan desde el Ayuntamiento de Albalat dels Tarongers, donde la población crece en vacaciones. El pueblo, donde hay 1.025 piletas y 1.516 habitantes, puede presumir de un núcleo donde hay una piscina municipal descubierta para adultos y otra para niños.

Además, afloran datos engañosos en zonas turísticas de la Comunitat. Es el caso de Canet d'en Berenguer, que arroja un ratio de sólo 34 personas censadas por piscina. Sin embargo, la realidad es que, durante el verano, cuando se emplean estos equipamientos, la población crece ostensiblemente. En época estival, esta localidad pasa de 8.500 habitantes a unos 25.000. La cifra se triplica. Los distintos puntos de vista de los chapuzones.

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