El Torico corre por las calles de Chiva. José Luis Bort

El Torico ya corre por las calles de Chiva como bálsamo contra la dana

La cuerda irá por varias calles afectadas por la riada y la Peña Taurina retrasa media hora la carrera de la tarde para paliar la fuerte ola de calor

Héctor Esteban

Valencia

Domingo, 17 de agosto 2025, 07:54

A un paso de cumplir diez meses de la dana, Chiva enjuga sus penas en unas fiestas del Torico de la Cuerda distintas, donde el recorrido por ahora no será el mismo y con calles que en menos de un año han cambiado su fisonomía tras las dentelladas de un agua destructora e inmisericorde. Cada chivano se lame las heridas como puede y quiere, y el Torico es una devoción para muchos, que ven en el animal y la cuerda un clavo al que agarrarse para seguir adelante. Vive y deja vivir.

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Los toros de Reta de Casta Navarra, con Sombrerero en toriles -elegido el mejor astado de las fiestas el año pasado- abrieron a las siete y media de la mañana unas fiestas más que esperadas por un pueblo necesitado de distracción tras la tragedia de la dana. Ni el aviso rojo por la ola de calor dejó a los chivanos y visitantes, estos últimos siempre por miles, en casa y salieron al alba a la calle a esperar la siempre ansiada primera carrera del Torico de la Cuerda. Una mañana en la que se cruzará el barranco de Chiva por el puente viejo, casi listo para la vida normal pero por ahora practicable para el paso del toro y la cuerda. En ese momento se cerrará un ciclo para aquellos que ven en el Torico de la Cuerda algo más que una fiesta.

El día no va a ser fácil, por lo sentimental y por el termómetro, por encima de los 40 grados, lo que ha llevado a la Peña Taurina con acierto a retrasar media hora la salida de las carreras de la tarde. El toro, en lugar de a las seis y media de la tarde, saldrá a las siete para buscar algo más de oxígeno en la caldera que serán las calles de Chiva. No se podrá correr por el paseo de San Isidro, todavía en plena reconstrucción, pero la cuerda irá por la Cruz de Piedra tratando de normalizar unas fiestas que todavía tienen flecos por atar.

A Chiva, los días posteriores de la dana, acudieron muchos hermanos de cuerda, de poblaciones del resto de España, como Carcabuey, para quitar lodo, trastos y barro como si fuera su pueblo. Hoy vuelven para participar de la fiesta del toro, de los típicos almuerzos, de las torràs, de todo aquello que hace que un pueblo vuelva a la normalidad.

El 17 de agosto, como todos los años, empiezan las carreras del Torico de la Cuerda, una tradición sagrada, y que se desarrollarán también el 18 y 19 de agosto, como marca la historia de una celebración de siglos. Y este año con la novedad, como ya se anunció hace unos días, de Enrique Ponce, matador de toros y de Chiva, como embajador de unas fiestas que une y hermana a generaciones.

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