Afectados en la Ribera: «La A-7 parecía un desguace de coches, todos amontonados»

Los servicios de emergencias llevan más de 24 horas recorriendo las diferentes zonas afectadas por el temporal ya que llegan avisos de todos los puntos con personas atrapadas en vehículos y viviendas. Los principales problemas en la tarde del martes se dieron en las carreteras ya que la crecida de los barrancos y las avenidas sorprendieron a miles de conductores que no pudieron llegar a sus destinos.

Amparo es una de las personas que ha pasado la noche fuera de su casa. Ella intentaba regresar a Carlet desde la Barraca de Aguas Vivas pero también le fue imposible. «Cuando llegué a Alzira pensaba que ya había pasado lo peor pero fue entonces cuando empecé a encontrar todo cortado o lleno de vehículos», comenta Amparo que intentó por carreteras comarcales y también por la autovía llegar hasta Carlet.

«La A-7 parecía un desguace de coches, todos amontonados», en las inmediaciones de Picassent, «camiones volcados y todo sin luz, daba miedo», recuerda la imagen que le asustó y decidió buscar refugio en casa de un amigo.

A los problemas para encontrar una vía abierta para llegar a su pueblo se sumó la odisea en busca de gasolina. Amparo llegaba con el depósito casi vacío y al tener que dar más vueltas de lo habitual el combustible se estaba agotando. «Cuando estaba por Alginet me quedaba para hacer 17 kilómetros así que me desvié a una gasolinera de Benifaió pero no funcionaban los surtidores. Luego fui a otra y estaba cerrada, ya sólo me quedaban siete kilómetros», cuenta con angustia. Fue ahí cuando decidió llamar a un amigo que vive muy cerca ya que temía quedarse tirada en la carretera.

En la zona rural de Alzira han sido más de una decena las personas que han tenido que ser auxiliadas por los bomberos que han recorrido la zona en helicóptero para localizar a las víctimas.

«Cuando hemos visto el helicóptero le hemos hecho señales y ha venido a por nosotros. Al subir hemos visto que había más gente en los tejados», comenta Inma, una vecina de la zona del Forn de Carrascosa que ha sido rescatada por aire junto a su marido y sus tres hijos menores.

En su casa también había pasado la noche un par de vecinos que intentando salir se habían quedado atrapados en el coche. «Nosotros hemos tenido suerte porque tenemos un segundo piso, el primero ya estaba completamente lleno de agua», comenta que de esta forma han podido pasar la noche refugiados en la parte alta de su casa.

Pese a las fuertes lluvias esta zona no se había inundado pero fue a última hora de la tarde cuando hubo una crecida muy grande, por el desbordamiento de los ríos, que cubrió todos los campos. «Fue muy rápido y subió mucho», añade. Esto provocó que a otras personas les pillara también por sorpresa y ya no pudieran salir hasta que esta mañana han sido rescatados por los bomberos.

Otros vecinos de la Ribera siguen fuera de sus casas al continuar las carreteras cortadas. Es el caso de Lourdes, una vecina de Carlet que trabaja en Silla, y que el martes por la tarde ya no pudo llegar a su casa.

«Cuando iba por la carretera ya no pude pasar por la pista de Silla y di la vuelta y me fui para Valencia donde vive mi hermano», relata que tuvo suerte ya que pocas horas después esta vía se cortó causando un gran colapso.

«No sé cuándo podré regresar, mi marido y mi hija están allí y mis padres pero no puedo hablar con ellos porque están sin luz», comenta que sabe que están bien pero tiene la intranquilidad de no poder comunicarse en este momento tan complicado. Cuando salió el martes por la mañana para ir a su puesto de trabajo la situación era delicada, en su casa había comenzado a entrar un poco de agua en la zona baja, pero no se esperaba que fuera a más.

La situación se ha ido complicando en Carlet cada vez más con el desbordamiento del río Magro, la rotura del puente y la localidad lleva horas sin luz ni agua.

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