Presos de Picassent y sus familiares se vuelcan para evitar contagios por coronavirus
Las visitas se reducen en los locutorios y los funcionarios solicitan poder utilizar mascarillas, pero la dirección lo prohíbe para no alarmar a los reclusos
redacción
Domingo, 15 de marzo 2020, 22:13
La crisis sanitaria y la pandemia del coronavirus también afecta a las prisiones de la Comunitat Valenciana, donde el domingo se redujeron las comunicaciones entre los presos y sus familiares, pero no se suspendieron como sucedió en las cárceles de Cádiz, Málaga, Madrid 1 y León, según informaron fuentes de la asociación de trabajadores penitenciarios 'Tu Abandono Me Puede Matar'.
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Tras el confinamiento de miles de valencianos en sus domicilios para frenar los contagios del virus, la cárcel de Picassent registró el domingo muchas menos comunicaciones en locutorios. Cerca de un millar de personas se desplazan cada domingo a la prisión valenciana para visitar a un familiar preso, pero este domingo solo acudieron unas 200 personas, lo que indica la implicación de los reclusos y sus familiares para mantener la cárcel libre de coronavirus. Aunque está prohibido el vis a vis, la dirección de la cárcel permite una mayor número de comunicaciones telefónicas cada semana a los internos.
«Parece que el criterio es diferente según el centro penitenciario. Si siguen empeñados en ese tipo de comunicaciones multitudinarias tendrán que dar mascarillas y guantes a los funcionarios. Esta medida aumenta el riesgo de contagio y permite que los familiares incumplan la orden de confinamiento», afirmó un portavoz de la asociación 'Tu Abandono Me Puede Matar'.
Según este colectivo de funcionarios, la dirección de la cárcel de Picassent obliga a los trabajadores a quitarse las mascarillas, porque no quieren que los reclusos se alarmen y puedan provocar violentos incidentes como sucedió en varias prisiones italianas.
Los trabajadores penitenciarios se quejan de que no hay una orden escrita, pero recibieron instrucciones verbales después de que dos funcionarias comenzaran su jornada con una mascarilla. La subdirectora médica obligó a estas trabajadoras a retirarse la protección.
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Las dimensiones de los pasillos y los 35 locutorios de la cárcel valenciana son reducidas y no se puede guardar la distancia de seguridad de un metro, por lo que la asociación de funcionarios no entiende como Instituciones Penitenciarias «entra en contradicción con las directrices que marca el Gobierno».
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