Persecución ilegal de delfines en Valencia y la elevada multa que supone

La ONG Xaloc ha denunciado a través de unas imágenes una ilegal persecución de delfines en Valencia por una lancha neumática de recreo. Se trata, sostiene la entidad, de un caso evidente de «impedimento del movimiento libre de cetáceos», una grave infracción que puede suponer una elevada sanción económica. El acoso ha ocurrido frente a la playa del Saler en la mañana de este martes, 4 de febrero.

Esta infracción está recogida en el artículo 4 del Real Decreto 1727/2007 de 21 de diciembre, por el que se establecen medidas de protección de los cetáceos. En la mayoría de los casos, añade la ONG Xaloc, «la actuación es cometida por la ignorancia de la ciudadanía de la existencia de estas normas jurídicas, los cetáceos son comunes en las aguas del mediterráneo, y estas persecuciones puede generar un nivel de estrés en el animal muy elevado, observando la zona donde se ha realizado la infracción como zona no segura para su hábitat, desplazando las poblaciones de estos grupos de cetáceos».

Estas infracciones podrían suponer multas de entre 3.001 euros a 200.000 euros, así lo determina la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que califica la Persecución injustificada de estos animales como infracciones graves, según Carla Eymar, asesora jurídica de Xaloc.

Las imágenes de los infractores ya han sido trasladadas a la Conselleria de Medio Ambiente, según apuntan desde Xaloc.

La orden ministerial de protección de cetáceos establece una distancia de seguridad mínima de 60 metros de distancia por delante y por detrás del animal y 300 metros de distancia en los laterales. En el caso en el que sea el delfín el que interrumpe el curso de la navegación acercándose a la estela de la embarcación (algo relativamente habitual), Xaloc consejan no proceder a una persecución, sino que sea el delfín o el grupo de delfines el que decida su rumbo.

En las imágenes se puede observar como la embarcación acorta distancias de forma intencionada posicionándose cada vez más cerca del grupo de delfines, cambiando incluso su rumbo para perseguir al grupo, pudiendo descartar un encuentro casual y fortuito.