La parálisis hace bajar un 75% la entrada de coches a Valencia
Un millar de sanitarios no acuden a los hospitales y centros de salud mientras muchos comercios deciden no abrir por la alerta roja
Redacción
Valencia
Lunes, 29 de septiembre 2025, 23:55
El decreto de alerta roja paralizó buena parte de la Comunitat. Una prueba de ello fue la intensidad de tráfico que circulaba por las carreteras. Un hecho sintomático fueron las entradas a la ciudad de Valencia, siempre colapsadas un lunes cualquiera, en esta ocasión la intensidad bajó entre un 50% y un 75%.
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Pero no fue el único síntoma que se dejó sentir a lo largo del día de ayer provocado por una alerta roja por lluvias. El sector sanitario fue otro de los afectados por la decisión. La conselleria activó las señales especiales en la tarde del domingo. Lanzó 4,5 millones de SMS y también alertas a través de la aplicación para avisar de que se posponían las citas si existía riesgo para los pacientes. Sin embargo, esta advertencia no tuvo el efecto deseado, ya que muchos vecinos acudieran a los centros sanitarios para no perder sus citas médicas. En el centro de salud Salvador Allende de Valencia había madres con niños, personas mayores y adultos de todas las edades. La sala de espera, a simple vista, parecía tan concurrida como cualquier otro día. La actividad se desarrollaba sin excepciones y los profesionales sanitarios atendían según la programación prevista. Entre los que aguardaban para ser atendidos estaba Javier Marín, azafato de aviación. «He venido porque tenía una cita y ya había pedido el día libre en el trabajo para poder asistir. Tengo unos horarios complicados y, si me la reprogramaban, se me iba a complicar mucho».
Laura Gómez también tenía cita hoy. Con un niño de seis años en brazos contaba que había tenido que ir a la revisión con su hijo porque no podía dejarlo solo en casa. La suspensión de las clases ha complicado la conciliación con la vida rutinaria. «Hemos venido un poco antes porque hemos visto que no llovía. Ahora nos vamos directos a casa y ya no saldremos más», explicaba la madre. Asimismo, alrededor de un millar de trabajadores no han acudido este lunes a sus puestos de trabajo por riesgo en sus desplazamientos. Por ejemplo, en La Fe han faltado unos 200 trabajadores.
Juzgados
La dana del pasado 29 de octubre y sus trágicas consecuencias obligó a numerosos sectores a revisar sus protocolos de actuación en cuanto las autoridades declaran el nivel de alerta en rojo por lluvias en la Comunitat, haciendo especial hincapié en el teletrabajo. Con este contexto, el Consejo Valenciano de Colegios de la Abogacía (CVCA) criticó ayer al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV) por «inoperancia» ante el episodio de lluvias previsto para ayer y hoy.
Según explican los Abogados, la Sala de Gobierno del TSJCV recientemente aprobó, de forma unilateral, un protocolo para situaciones de emergencia en el que, si bien se decía estar a disposición de cualquier sugerencia de mejora, desoía la petición realizada por el Consejo y no establecía ningún criterio claro de suspensión.
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El Consejo de Abogados valencianos aseguran que esa falta de claridad deja «indefensos» a los profesionales de la justicia: «A pesar de las frases iniciales, que parecen dejar clara la dispensa de asistir, acto seguido se dice con la misma claridad que las actuaciones no se suspenderán salvo que se dé una circunstancia de fuerza mayor y, además, que la misma debe ser verificada para acceder a la suspensión».
Los abogados indican que la nota del TSJCV obliga a miles de profesionales a acudir a los puestos de trabajo en una jornada donde Protección Civil envió el ya famoso ES Alert donde se pide «evitar desplazamientos». Desde el Consejo aseguran que el TSJCV «desoye» a Protección Civi, pues la Sala de Gobierno del TSJCV «no considera» que esa alerta roja y esa instrucción sean suficientes para suspender las vistas, sino que, en su lugar, dice que las actuaciones «pueden ser suspendidas por causa de fuerza mayor», lo que obliga a la gente a acudir al no saber de antemano si se llevará a cabo la actividad o no.
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La Comisión Permanente de la Sala de Gobierno del TSJCV se reunió ayer por la crispación generada. Ante el punto de vista público ofrecido por los Abogados valencianos, el TSJ aseguró que no puede suspender de manera generalizada la actividad porque entienden que hay usuarios que llevan tiempo esperando la celebración de su juicio y no tienen dificultad para acudir a los juzgados.
Comercios cerrados
En Paiporta, se ha despertado en un escenario completamente extraordinario como consecuencia de la alerta roja. Parece domingo y no lunes. Hay muy poca gente en las calles, muchos comercios han cerrado -siguen así incluso bien entrada la mañana- y hay poca afluencia a los bares, termómetro perfecto para medir la actividad. Hasta el del polígono ha bajado la persiana.
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«Normalmente a estas horas (sobre las 8.30 de la mañana) no hay muchos coches aparcados porque la gente ya se ha ido a trabajar. Y se ve movimiento de vehículos hacia los puentes (de los que empiezan a hacerlo)», explica ella en contraposición al escenario actual. Y es que apenas hay nada. Sólo ese silencio raro. «Paiporta no es así un lunes por la mañana», resume.
La situación se atisba ya entrando desde la CV-400, que presenta poco tráfico (algo del todo inusual) y atravesando el polígono La Mina, con muy poca actividad. Y la confirma una trabajadora de la Cervecería Richi, que está pegada al barranco -«falta mucha gente en las calles, se nota que no hay colegio»-
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El comercio también funciona a medio gas (siendo generosos). Había mercadillo extraordinario, que se suspendió debido a la alerta. Y en el recinto del mercado municipal sólo han abierto el bar y L'Herbolari de Vero. «Un día normal estarían todas paradas funcionando, y más coincidiendo con el mercadito, pero muchos compañeros han preferido cerrar, sobre todo si vienen de fuera para evitar desplazamientos», explica la dueña de este último.
El centro comercial Bonaire fue otro de los puntos sobre el que estaban dirigidas todas las miradas. La apertura se ha prolongado hasta primera hora de la tarde. Han sido pasadas las cuatro de la tarde cuando el centro comercial decidió cerrar sus puertas. «Como medida preventiva ante la situación meteorológica, la galería comercial del centro comercial Bonaire se encuentra actualmente cerrada. Para Bonaire la seguridad es nuestra máxima prioridad y hemos tomado todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de nuestros visitantes, trabajadores e inquilinos», aseguraron en su página web.
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Aunque lo cierto es que la apertura inicial del recinto por la mañana se produjo con la gran mayoría de negocios cerrados. Apenas poco más de una veintena de tiendas de las más de 200 que hay en el centro comercial están iluminadas y con las dependientas y dependientes dentro, más que vendiendo (que no) charlando o colocando el género.
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