España es el tercer país que menos gasta en libros de la UE. El dato evidencia que Islandia, donde pasan, según dicen, la Nochebuena leyendo y regalándose novelas, está muy lejos geográfica y culturalmente. Lo viral no ha de impedirnos ver el bosque de la realidad. A todos nos reconcilia con la especie humana si el lugar donde hemos nacido lleva por bandera el placer de la lectura, pero aquí no cogemos un libro ni para hacer un chiste ni para sonarnos los mocos: el 40% de los españoles no lee nunca. España es la patria de Cervantes pero no es territorio de lectores ni lo será en 2019, aunque se imponga la moda nórdica. No imagino un mundo sin libros, desconfío a veces de la utilidad de la lectura y nadie me parece que sea mejor por leer uno o 12 títulos al año. Yo leo por egoísmo (dícese del excesivo aprecio de una persona por sí misma que le hace atender desmedidamente su propio interés). Si la mayoría de españoles no quiere leer, allá ellos. Soy una egoísta.
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