Otra noche de botellón masivo con más de 500 personas en Torrevieja y Calpe

La intervención de la Guardia Civil y la Policía Local la noche del pasado viernes en Xàbia para disuadir a 300 personas que hacían botellón no ha servido de cortafuegos para otras concentraciones el sábado. Los botellones masivos parecen imparables pese a las nuevas restricciones de la Generalitat Valenciana para combatir la quinta ola del coronavirus y las autoridades desalojaron a 400 personas en Torrevieja, donde no hay toque de queda, y 150 en Calpe, donde sí está el límite de circulación por la calle hasta la una de la madrugada.

Según informa la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana, la Guardia Civil y la Policía Local intervinieron en la noche del pasado sábado para disolver estas dos concentraciones masivas. En concreto, el macrobotellón en Calpe se produjo en el paseo marítimo de la playa de La Fosa y el desalojo se hizo sobre las 0.45 horas, mientras que las 400 personas en Torrevieja fueron expulsadas de las piscinas naturales y el espigon Dique de Levante.

Por otro lado, en Valencia, fue desalojada la plaza de Honduras por segunda noche consecutiva, después de las intervenciones de la Policía Nacional el pasado viernes para hacer cumplir la normativa e impedir el consumo de alcohol en la calle. Antes del toque de queda se consiguió despejar la zona, que desde hace años es uno de los puntos tradicionales del ocio nocturno en Valencia.

A esto se suman las quejas de los vecinos, que denunciaron a LAS PROVINCIAS la organización de fiestas ilegales en pisos cercanos a este enclave. En concreto, estos ciudadanos señalaron que fue en un inmueble de la plaza Escultor Alfonso Gabino de donde procedía el ruido y la música alta. «Ahí se montó una fiesta privada. Fue una vecina para decir que bajaran la música y lo que hicieron fue subirla. Llevan tres noches ya seguidas así», indicó ayer uno de los residentes, que además pertenece a la asociación de vecinos del barrio.

«La asociación ha pedido sonómetros al Ayuntamiento y dice que los han instalado pero se ve que no han funcionado. Queremos que se declare esta zona como ZAS (Zona Acústicamente Saturada)», agrega el mismo vecino, que sostiene que desde que se impuso el toque de queda sigue «juntándose gente» en la plaza para beber. «Aunque la hostelería no sirva bebida, por aquí pasan los lateros vendiendo cervezas y demás, con lo cual el problema se mantiene», señala. A estas quejas se suman las de otros vecinos en la misma línea. «La policía vino sobre las 12.40 y desalojó la plaza en 10 minutos. No solo se paseó, sino que les dijo que se largaran. Incluso le quitó el coche a uno que estaba borracho. Creo que actuaron eficazmente con estos descerebrados egoístas», relata otro de los residentes.

En ese sentido, desde la asociación aseguran haber observado un incremento de celebraciones y altercados en la plaza. «Ahora está de moda y se citan aquí para cumpleaños y peleas. No es la primera vez. En la plaza Escultor Alfonso Gabino se canta el cumpleaños feliz todos los días y en diferentes idiomas», añade otro de los vecinos.

Vandalismo

A los botellones y las aglomeraciones que entorpecen el descanso de los residentes y que incrementan el riesgo de contagios se suman los altercados que se están produciendo últimamente, según indican desde la asociación. «El problema de nuestra zona es que acude gente del Cabanyal buscando la bebida barata que se vende aquí, algo que ya sabemos, pero el vandalismo que hay ahora no es causado por los estudiantes. Es gente que va a robar, a hacer como el impresentable de anoche, que va a romper lo que pille por delante», manifiesta otro de los vecinos.

Tal y como contó ayer este periódico, muchas poblaciones han reclamado más efectivos ya que se encuentran superadas por los botellones. Ante la proliferación de esta actividad nocturna, la delegada del Gobierno, Glòria Calero, señaló que se reforzarán los turnos de noche en los nuevos municipios con la movilidad nocturna restringida.

Mientras, los contagios siguen en el entorno de los 3.000 diarios, según datos de la Conselleria de Sanidad. Por otro lado, la presencia de Covid-19 en las aguas residuales de Valencia se mantiene estable, a niveles similares que en los anteriores análisis, pero la ciudad no logra rebajar estos índices tras la gran subida de junio. La incidencia refleja niveles similares a las tres muestras analizadas en el mes de julio, en torno a los 110 millones de UG/litro, según fuentes municipales.