Así fue la huida del presunto homicida

El presunto autor de la muerte de Marta Calvo declaró ante la Guardia Civil que se deshizo de sus tres teléfonos móviles en diferentes calles de Valencia el primer día de su huida, el 11 de noviembre, y luego se escondió en el campo y casas abandonadas en Valencia, Alzira, Cullera y Silla hasta que decidió entregarse en el cuartel de Carcaixent en la madrugada del 4 de diciembre.

El narcotraficante colombiano Jorge Ignacio P. manifestó también que nadie le ayudó en su huida ni se ocultó en viviendas de amigos o conocidos, porque era consciente de que las fuerzas de seguridad lo estaban buscando por la desaparición de Marta. También sabía que el caso había tenido una gran repercusión, ya que compró un periódico y leyó una noticia sobre la investigación policial y su búsqueda como principal sospechoso de la muerte de la joven.

El 11 de noviembre huyó de Manuel cuando tanto su madre como su casero le pidieron que acudiera al cuartel de la Guardia Civil para aclarar si había estado con la joven desaparecida, ya que la madre de Marta acudió al pueblo para buscar a su hija e incluso habló con Jorge Ignacio y le preguntó si la había visto.

Respecto a los medios de transporte que utilizó, el detenido precisó que usó el metro y el tren, aunque una vez cogió un taxi para hacer un desplazamiento corto. Jorge Ignacio tenía el pasaporte retirado por una sentencia. El narco salió en 2018 de prisión y se encontraba en libertad provisional tras recurrir su condena de tres años y tres meses de cárcel por un delito de tráfico de drogas que cometió en Pamplona.

En su declaración, Jorge Ignacio recordó también que un día vio el helicóptero de la Guardia Civil y se asustó porque sabía que lo buscaban a él. Cuando se entregó a la Guardia Civil en el cuartel de Carcaixent, llevaba una carta en la que decía que no era «un monstruo asesino de mujeres».