Los estragos del calor en la Comunitat: los muertos en julio igualan ya a los de todo el mes de 2024

Julio de 2025 lleva camino de quedar registrado como uno de los más trágicos por lo que respecta a la cantidad de fallecimientos causados con motivo de las altas temperaturas, ya sea por motivos más directos como golpes de calor o por otros como el agravamiento fatal de enfermedades, sobre todo entre las personas mayores, a quienes la subida del mercurio les causa el agravamiento de sus enfermedades.

Y es que los datos que arroja el estudio diario del instituto Carlos III elevan ya a 85 los muertos relacionados con el calor en apenas nueve días de julio. No se ha cumplido un tercio del mes y ya se ha igualado el número de personas fallecidas de todo el mes julio de 2024, un total de 85, que ya fue un año bastante complejo.

Las cifras de 2025 están ya muy cerca de situarse entre las más destacadas de la última década. Si se deja a un lado un año tan trágico como 2015, donde se alcanzaron los 233 muertos por este motivo, detrás quedan los 162 de 2019, los 97 de 2022 y los 89 de 2023 cifras que, salvo la primera, y está por ver debido a la vertiginosa evolución del mes, se van a superar desgraciadamente. El resto de años de la década quedan muy lejos ya de estas desgraciadas cifras.

Sin ir más lejos, en la jornada del miércoles se registró un nuevo fallecimiento por golpe de calor. Fue un hombre de 53 años que salió el martes a pasear por Alicante y falleció al regresar a su hogar. Su muerte cumple los criterios clínicos marcados por la OMS (Organización Mundial de la Salud) para un deceso por un golpe de calor.

El hombre, que tenía patologías previas, había salido ayer a caminar durante varias horas. Fue asistido en su domicilio por un equipo médico del SAMU que realizó la reanimación cardiopulmonar avanzada y otras técnicas de soporte vital avanzado pero no hubo respuesta y confirmaron su fallecimiento. Este último se suma al fallecimiento de un hombre de 52 años y una mujer de 53 por golpes de calor en la provincia de Castellón y en la de Alicante, respectivamente.

El mes de junio que acaba de finalizar ya fue muy trágico por lo que respecta a las muertes causadas por las altas temperaturas. El dato nacional ya impresionaba, ya que se pasó de los 30 de 2024 a los 380 de este 2025.

Los médicos no tienen duda alguna de los efectos del verano sobre la salud: «El calor puede matar». Así de rotunda se expresa la doctora Rosa González, consejera del Colegio de Médicos de la Comunitat y médica de familia.

Los enfermos cardiacos y los renales son los más propensos a que se produzcan agravamientos que puedan acabar con su vida. Pero nadie está exento de sufrir un problema si actúa de manera inconsciente. Sin ir más lejos, ella misma fue testigo del fallecimiento de un persona «que estaba jugando al tenis a pleno sol y cayó allí mismo».

El conocido como golpe de calor puede causar un aumento desmesurado de la temperatura corporal e incluso causar convulsiones.

Un sector de la población sobre la que se ha de ejercer una gran vigilancia durante estos episodios de calor y en general durante todo el verano es el de las personas mayores: «Beben muy poco porque pierden la sensación de sed y puede que se descompensen».

Además, algunos tratamientos que reciben personas enfermas contienen diuréticos, lo que puede provocar una menor cantidad de líquido en el cuerpo y agravar los efectos de esta deshidratación.

En el otro extremo, los niños también han de ser hidratados adecuadamente debido a su gran cantidad de actividad, lo que provoca que suden mucho.

También las personas sin ninguna patología han de ser especialmente cuidadosas a la hora de, por ejemplo, practicar deporte en las horas con las temperaturas más bajas.

Incluso el calor puede influir en el funcionamiento de un marcapasos, principalmente de forma indirecta, afectando al cuerpo en general y al sistema cardiovascular. Aunque no existe una interferencia directa del calor en el dispositivo en sí, las altas temperaturas pueden causar cambios en la frecuencia cardiaca y la presión arterial, lo que podría afectar a cómo funciona el marcapasos para mantener un ritmo cardiaco adecuado.

Sobre cuál puede ser la evolución de este tipo de problema en los próximos años, esta doctora tampoco tiene duda: «Va a ir a peor y es una cosa que no tiene solución». Además, recordó que esta situación de bochorno se ha dado sin que el poniente haya sido protagonista en la mayoría del tiempo, lo cual podría agravar aún más la sensación de calor y los efectos sobre las personas.

El riesgo mayor por tanto se concentra en la población en los extremos etarios de la vida, personas con determinadas patologías o en tratamiento con determinados fármacos. Y es que, en el caso de las personas mayores y lactantes presentan el sistema termorregulador comprometido.

Temas

• salud
• Ola de calor
• Valencia (Ciudad)
• OMS