Todos a una al váter cuando juega España

Y disparan la pasión hasta el extremo de que nos olvidamos de muchas acciones que en otros momentos tienen su importancia tales como ir al servicio, poner la lavadora o el lavavajillas. Y Emivasa, la empresa mixta entre el Ayuntamiento de Valencia y Global Omnium de suministro del agua potable, lo registra. Los datos de están a la vista y se observa cómo mientras juega la selección se reduce el consumo a pasos agigantados.

Durante el partido de España contra Costa Rica, el del 7-0 jugado a las cinco del pasado 23 de noviembre, el consumo de agua se derrumbó en el primer tiempo y volvió a subir hasta un 21% (300 litros por metro segundo) en el descanso y en el final del partido momento en el que se mantiene con un gasto elevado hasta la punta de demanda de la noche.

No es casualidad. El fenómeno se volvió a repetir cuatro días después cuando España jugó con Alemania. En este caso el descenso de consumo en Valencia se situó en torno al 17% mientras que en el descanso se elevó un 29% (500 litros por segundo). Además, a la finalización del encuentro aumentó un 38% (600 litros por segundo).

Todo estos datos se consiguen gracias a la actividad del Centro de Control de Emivasa que regula el suministro de agua potable a Valencia de manera permanente (24 horas los 365 días del año). Desde allí se vigila la red y se regula la llegada de recursos desde los depósitos de Manises y Picassent según se comporte el consumo.

Para todo ello se dispone de un sistema de telecontrol que permite interactuar con las válvulas de regulación situadas en punto estratégicos de la red. De esta manera se monitorizan 11.000 variables en tiempo real de las que 600 son hidráulicas.

Además, para la toma de decisiones en la regulación del sistema, el abastecimiento de Valencia dispone de un gemelo digital de la red en tiempo real que permite simular de forma virtual cómo se comporta la red ante determinadas situaciones.

En este sentido, la concejala del Ciclo Integral del Agua de Valencia, Elisa Valía, ha señalado que «el alto grado de digitalización del ciclo del agua nos permite conocer datos curiosos de consumo, como pueden ser los que coinciden con los descansos de los partidos del Mundial. Sin embargo, aquí la clave es saber que esa misma tecnología también controla cada gota que se inyecta en la red. No es casualidad que Valencia y su área metropolitana sean referentes en eficiencia hídrica».