Las Esclavas del Sagrado Corazón acogen a 80 personas con enfermedad mental desalojadas por el incendio de Llutxent

Las religiosas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús han acogido a más de ochenta personas con enfermedades mentales en sus dependencias de la localidad de Benirredrá tras haber sido desalojadas el pasado martes del centro sociosanitario Mondúber-Barx a causa del incendio de Llutxent.

Según ha informado el arzobispado de Valencia en un comunicado, las religiosas, cuando se enteraron del desalojo de los enfermos y su reubicación en centros cívicos y polideportivos, decidieron abriles las puertas de su Casa de la Espiritualidad.

La superiora de la comunidad, Fina Martínez, ha explicado que las religiosas pusieron sus dependencias a disposición del Ayuntamiento de Gandia «para alojar a las personas de la residencia, que, por su enfermedad mental, presentan dificultades y necesitan una atención y cuidado especiales».

El martes, día en que los enfermos fueron desalojados por la proximidad de las llamas, las religiosas acogieron a cuarenta personas acompañadas por personal sanitario, así como voluntarios de la localidad, entre ellos profesores y alumnos del centro escolar regentado por las religiosas, «que se han volcado en la ayuda a los evacuados», ha dicho Martínez.

Ante la gravedad del incendio y la prolongación de los desalojos, las Esclavas decidieron «limpiar y habilitar una parte de la casa que en la actualidad no se utilizaba y permanecía cerrada para acoger a más personas».

Entre las religiosas y los voluntarios pudieron habilitar la parte desocupada de la casa y el miércoles acogieron a otras 23 personas.

Además de estas 63 personas, otra veintena ha sido reubicada en la Casa de la Espiritualidad, según ha informado Martínez, que ha asegurado que están «siendo testigos de un ejemplo de familiaridad y ejemplaridad, ya que son muchos los voluntarios que están ofreciendo su tiempo y ayuda en los diferentes centros habilitados por el Ayuntamiento para los evacuados».