¿Cuándo hay que enviar el mensaje ES-Alert?

El ES-Alert surge al calor de la aprobación de la directiva europea 2018/1972, que obligaba a todos los países miembros de la Unión a disponer de sistemas de alerta basados en la telefonía móvil a partir del 21 de junio de 2022. Sin embargo, en el desastre del 29-O no se echó mano de este recurso de protección civil hasta que muchos valencianos tuvieron el agua al cuello cuando sonó su estridente pitido a las 20:11.

La riada fue todo un punto de inflexión en la gestión de crisis en la Comunitat hasta el punto de desembocar en una auténtica revolución en el uso del Es-Alert. De las dudas y la tardanza del 29-O se ha pasado a la determinación inmediata y al empleo del SMS de aviso como la punta de lanza en materia de prevención de catástrofes.

El episodio de precipitaciones del pasado mes de marzo que afectó a la provincia de Castellón fue una buena muestra de ello pues la primera decisión de la cumbre de Emergencias fue enviar la alarma a los celulares a la media hora de iniciarse la reunión. No obstante, el mayor ejemplo tuvo lugar el último domingo cuando los móviles de las zonas que según las previsiones meteorológicas iban a verse más afectadas por las lluvias recibieron el mensaje con más de medio día de antelación: la alerta roja empezaba a las 4:00 de la madrugada del lunes y la alerta se hizo efectiva a las 15:29.

Lo cierto es que, pese a la utilidad manifiesta del aviso temprano, el uso tan prematuro del ES-Alert va en contra del espíritu que lo alumbró, tal y como denunció el perfil divulgativo de fenómenos meteorológicos ValènciaWeather a través de su perfil de la red social X (antes Twitter). Según refleja la dirección general de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior, esta herramienta debe usarse únicamente en las situaciones que requieran «de una acción inmediata por parte de los ciudadanos». «Por tanto, la recepción de mensajes de alerta a través de este sistema será un hecho poco habitual, al que los ciudadanos deberán prestar atención inmediata», continúa su apartado de 'preguntas frecuentes'.

Los expertos consultados por LAS PROVINCIAS avalan que el uso reciente que se le ha dado a este mecanismo de protección civil no se corresponde con el fin con el que fue diseñado y advierten de que emplearlo de manera habitual, como aviso en lugar de para alertar de un riesgo inminente y su aparejada reacción inmediata, puede reducir su eficiencia.

Por un lado, desde la Asociación Nacional de Especialistas Profesionales en Protección Civil y Emergencias (Aneppce) apuntan que, desde un punto de vista técnico, el ES-Alert se debe limitar a alarmar dado que está diseñado «para causar la alerta, para ponerte en tensión», factor que desemboca en una «orden ejecutiva ante un peligro inminente».

Aunque, eso sí, las mismas fuentes señalan que si se normaliza el empleo del SMS como aviso «puede bajar la efectividad». Ante este riesgo, proponen modificar su protocolo para que pueda funcionar tanto a nivel de advertencia como de alarma. De este modo, en el primero de los usos su función quedaría circunscrita únicamente a un mensaje textual, guardando pitidos y vibraciones para la segunda circunstancia. Además, en Aneppce aseguran que se pueden superar las dificultades logísticas a la hora de implementar esta metodología en la que el ES-Alert sólo aporte información escrita ya que compañías aseguradoras, la Policía Nacional u otras comunidades autónomas ya la han puesto en marcha.

Sea como fuere, técnicos de la asociación nacional inciden en una excepción a la que se pueden aferrar las administraciones a la hora de echar mano de esta herramienta, aunque no sea para la función inicial por la que se creó. Esta fórmula se basa en «la obligación del poder público de poner en comunicación de las personas la existencia de un riesgo en el territorio que pueda afectarles»: «Ante eso, siempre es mejor comunicar y lanzar el ES-Alert aunque sea como alerta, que no como alarma». Sin embargo, contraponen este alegato diciendo que, de darse este caso, «probablemente haya unas enormes carencias técnicas con respecto a cómo realizar la comunicación pública y cómo protocolarizar esto».

La entidad que aglutina a los especialistas en Protección Civil también resalta la vital labor que desempeñan los municipios en la gestión de emergencias puesto que son «la primera arma contra las catástrofes», haciendo referencia a la labor tanto preventiva como de alarma que se puede realizar desde la instancia administrativa más próxima a los ciudadanos, así como que los ayuntamientos cuentan con otras «herramientas potentes» como son los cuerpos de Policía Local, el voluntariado de Protección Civil y sus propios medios de comunicación social.

En esta línea, en Aneppce abogan por reglamentar que cuando se active el SMS masivo, los consistorios pongan en funcionamiento sus propios canales de difusión para amplificar la recepción y generar así «una red integrada». «En Protección Civil, las responsabilidades son compartidas entre todas las administraciones», justifican.

«Los planes de Protección Civil son un montón de papeles. Y en la Comunitat Valenciana, un montón de papeles mojados. Tienen que ser documentos vivos llevados a la realidad», señalan las mismas voces recordando que la región ha sido «modélica» en lo que a gestión de inundaciones se refiere (siendo el primer territorio en vincular la ordenación del entorno con los riesgos mediante el Patricova) así como en la formación de profesionales cualificados de los servicios de emergencias.

Por otro lado, el catedrático y doctor en Sociología de la Universidad de Alicante, Antonio Aledo, concuerda con que el ES-Alert tiene como propósito «avisar de riesgos inmediatos» y lamenta que la Comunitat carezca de una estructura de comunicación para el riesgo que asigne a cada fase del ciclo de un desastre un tipo de mensaje y unos instrumentos concretos para su emisión.

El experto de la UA ejemplifica que se debería activar este SMS masivo cuando se den casos como la dispersión de productos tóxicos como consecuencia de un accidente, una posible rotura de una represa o una tromba de agua que se prevé que descargue de manera torrencial en un periodo de tiempo corto (una o dos horas) y un espacio espacio urbano o rural determinado. Con respecto a la dana, el especialista lo tiene claro: «El mensaje no se mandó cuando se tenía que mandar». En su opinión, el ES-Alert se tenía que haber lanzado a primera hora del 29-O, a las 7:00 o las 8:00 horas.

Asimismo, Aledo argumenta que la comunicación para el riesgo precisa de instrumentos técnicos, personal formado y dedicado a ello, una metodología de emisión y un sistema de gestión de mensajes y toma de decisiones. «Los mensajes del riesgo tienen que actuarse durante todo el ciclo: los hay para formar, para informar, para alertar y otros que hay que dar durante el postdesastre, para acompañar a los afectados y suministrar esa información de cómo pueden resolver los problemas que les hayan surgido como consecuencia del impacto de la catástrofe», explica.

«No se puede hacer un uso abusivo del ES-Alert, porque entonces pierde su eficacia: la capacidad de provocar un comportamiento de protección», resume el sociólogo. Aledo tampoco se muestra excesivamente contrario a que se use como aviso puesto que cuando la gente lo recibe, «está pendiente». «Puede que no sea su función, pero el objetivo está más o menos cumplido. No tenemos otro instrumento», apostilla.