El cierre de una cadena de depilación láser deja colgados a más de 50 afectados en la Comunitat
Los clientes se sienten «estafados» al quedarse con el tratamiento sin acabar y con el coste pagado o financiado
R. González
Valencia
Miércoles, 3 de diciembre 2025, 14:10
El cierre de una cadena de depilación láser, con centros de estética en Valencia y Castellón ha dejado colgados a sus clientes. De momento hay más de 50 afectados en la Comunitat, pero eso puede ser solo la punta del iceberg, ya que según tienen cita y acuden a su centro descubren que la persiana está bajada.
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Algunos de los perjudicados han comentado a LAS PROVINCIAS que se sienten «estafados» por Andiara, que es el nombre del negocio. El principal problema no es que se hayan quedado sin su centro de láser, sino que les han dejado tirados con un tratamiento a medias o recién iniciado, pero que ya han pagado en su totalidad. Lo han abonado bien al contado o a través de una financiación, de la tienen que seguir pagando los recibos cada mes pese a que no recibirán el servicio contratado.
María es una de las afectadas. Tenía cita la semana pasada para su quinta sesión. Normalmente le mandaban un mensaje recordatorio el día anterior, pero esta vez no fue así. Aunque no le dio demasiada importancia. Cuando acudió al centro de depilación de la calle del Bisbe se lo encontró cerrado a cal y canto, por lo que decidió acercarse a otra de las clínicas que tienen en la ciudad. Allí se encontró idéntico panorama, así que llamó por teléfono y, para su sorpresa, el número ya no existía.
Su tratamiento de 10 sesiones costaba 1.300 euros y tenía la opción de pagar de golpe o financiar esa cantidad. María optó por lo segundo y ahora no ha podido hacerse ni la quinta. Ha contactado con el banco para saber qué puede hacer, si puede dejar de abonar las letras, pero «me han explicado que tengo que seguir pagando», comenta.
En su búsqueda de información que le aclarara lo sucedido, descubrió que también habían desaparecido las redes sociales de la empresa. Pero dio con otra persona afectada. Poco a poco el número fue creciendo. Había perjudicados tanto en Valencia como en Castellón, donde había otro centro.
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Javi se llevó la desagradable sorpresa este mismo lunes. Hace un año le dieron un 'flyer' cuando estaba por la calle Colón y al leer el folleto decidió acercarse al centro de láser de la calle Romagosa. Acabó cogiendo la depilación de varias zonas y optó por pagar el tratamiento de golpe, los 2.500 euros. Primero acudió a esa clínica, pero la cerraron, y después pasó a la que se encuentra en la calle del Bisbe, que ha seguido el mismo camino. En su caso, aún le quedan unas seis sesiones pendientes.
De momento, ya se ha dirigido por correo electrónico a la OMIC en busca de alguna respuesta. Allí le han indicado que las dos empresas de Andiara se han declarado en concurso de acreedores. Por ello le sugieren que, «si desea presentar una reclamación, deberá hacerlo ante el Administrador Concursal que nombre el juzgado competente» y no ante los servicios de consumo.
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La UCCV recomienda presentar reclamaciones
Las quejas por el cierre sin avisar de los centros de estética Andiara están llegando a la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana (UCCV). Ante esta situación, recomienda a las personas afectadas que presenten una reclamación ante los organismos de consumo o asociaciones de consumidores contra la mercantil por la interrupción de los servicios contratados. También aconseja a quienes financiaron sus tratamientos que se pongan en contacto con la entidad financiera para solicitar «la suspensión inmediata del contrato, con el fin de paralizar y cancelar las cuotas pendientes, dado que el servicio no ha sido prestado en su totalidad».Según indica este miércoles en un comunicado, «no consta tampoco, que la empresa haya presentado un concurso de acreedores para liquidar las deudas que pudiera tener, entre otras, con las personas consumidoras que han sufrido la interrupción e incumplimiento de sus tratamientos abonados por adelantado, especialmente, aquellas que han realizado el abono en efectivo, con tarjeta bancaria o han suscrito un préstamo personal no vinculado para el pago del tratamiento». En ese sentido, matiza que eso «podría suponer una infracción en materia de consumo y presunto delito de apropiación indebida o estafa». Por ese motivo, la UCCV insisten en la importancia de presentar reclamación, ya bien sea a título individual o colectiva, en los organismos de consumo y hacer una denuncia en el Juzgado de Guardia o Comisaría de Policía Nacional, recopilando toda la documentación relacionada con la contratación y pago de los tratamientos contratados. Asimismo, la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana insta a la empresa a que ofrezca a las personas afectadas la realización de los tratamientos inacabados en otros centros asociados o la devolución inmediata del coste de los tratamientos pendientes o bonos no utilizados. Por último, la UCCV señala que pedirá a la Dirección General de Consumo de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, su intervención para que investigue el cierre de estos centros de depilación láser por parte de la empresa sin dar solución a los afectados. Y si la mercantil no responde, que se proceda al «inicio de actuaciones de reclamación frente a las personas físicas o jurídicas responsables de estos hechos, en defensa de todas las personas afectadas».
El cese de actividad también se ha producido en el centro que había en la avenida del Mar, en Castellón de la Plana. Allí era donde Carla recibía tratamiento de depilación láser desde mayo. Ella aprovechó una oferta para fraccionar el coste en cuatro pagos.
El pasado 29 de noviembre le tocaba su séptima sesión. «Cuando voy ese día, la persiana estaba bajada y no me habían notificado nada», relata. En lugar de eso, pegado en el cristal, había un papel con un comunicado en el que la empresa informaba del cese definitivo de su actividad por «motivos económicos ajenos a nuestra voluntad». También daba a la clientela su confianza, lamentaba «las molestias» y agradecía «su comprensión en este difícil».
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Presentar denuncia
A Carla esta hoja de despedida no le servía de nada. «Es una estafa», afirma con enfado. Entonces optó por añadir unas palabras para cualquier otra persona que le hubiera pasado lo mismo. En ellas animaba a presentar denuncia porque «te has quedado sin tratamiento y ellos con tu dinero». También creó un correo electrónico para que contactaran quienes quisieran presentar una denuncia conjunta. Desde entonces, han empezado a llegarle mensajes. De hecho, «hoy me han mandado tres», reconoce. También se ha puesto en contacto con la gente de Valencia que está en su misma situación y que ha hallado a través de las redes sociales.
Los afectados han creado un grupo de Whatsapp para ver si pueden hacer algo. Buscan posibles soluciones a esta inesperada situación porque ven que han pagado ya y que se quedan tirados. Entre ellos están María, Javi y Carla. Incluso hay algunos trabajadores de la empresa en el grupo que dicen, según han comentado al resto, que no les han pagado las nóminas. Están averiguando todo lo posible y no descartan presentar una demanda colectiva.
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LAS PROVINCIAS ha tratado, sin éxito, de ponerse en contacto con los diferentes centros que han cerrado, tanto en Valencia ciudad como en Castellón. En todos los móviles que figuran, el mensaje que se escucha es idéntico: «El número marcado no existe». Además, la empresa ha eliminado sus perfiles en distintas redes sociales, de manera que tampoco se puede acceder a ella por ese medio. Estos son los mismos muros que se están encontrando los clientes que intentan contactar en busca de respuestas.
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