La CHJ detecta problemas en casi 2.000 análisis del agua de la Albufera
El organismo de cuenca realiza análisis en 16 acequias y 4 puntos de la laguna y encuentra incumplimientos en la zona norte del paraje
La dana del 29 de octubre supuso un antes y un después para los protocolos de de vigilancia de la calidad de las aguas del ... Parque Natural de la Albufera. Aunque la conselleria de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) siempre han realizado sendas labores de análisis en la laguna y las acequias, desde la barrancada del año pasado estos muestreos se hacen con mayor frecuencia. De esta manera, la CHJ ha detectado en casi 2.000 análisis problemas en los parámetros de calidad que debería cumplir el agua que llega hasta la laguna.
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Pese a que la Albufera ha sufrido mucho durante los meses posteriores a la dana, y la batimetría para conocer el estado del fondo de la laguna todavía no ha finalizado (algo que ayudará a comprender el nivel de sedimentos que se posaron en el fondo), los análisis de la CHJ evidencian que la Albufera se ha recompuesto muy bien del impacto de la barrancada. Una cosa debe quedar clara. El punto de partida del paraje a nivel de calidad no era buena. Lleva años sin serlo. Sin embargo, la dana fue un golpe más a un entorno herido. La Albufera, con su condición de humedal, mostró su capacidad de resiliencia y ha sido capaz de volver a parámetros similares previos a la riada.
De hecho, la CHJ ha realizado 40.832 análisis, registrados en los 20 puntos de muestreo seleccionados (16 acequias y 4 puntos de la laguna). Estos trabajos de emergencia arrancaron esta primavera, cuentan con un presupuesto de 280.000 euros y permiten la toma de muestras, con frecuencia mensual, tanto en aguas superficiales y subterráneas, como en sedimentos de varios cauces, y analizar la evolución de la calidad de las aguas de la Albufera. Estos datos confirman que este diario publicó de manera errónea que el organismo de cuenca no ha analizado la Albufera en 2025, pues también se realizaron muestreos en acequias en enero y febrero.
Si de más de 40.000 análisis, se han captado problemas de calidad en apenas 2.000 (4,7%), es lógico pensar que el problema no es tan grave como parece. Sin embargo, es importante remarcar que todos los incumplimientos detectados se ubicaban en la zona norte del parque natural. En el lago, por ejemplo, no se detectaron incumplimientos. Se entiende por incumplimiento la superación de los niveles establecidos como óptimos para cada uno de los parámetros. Y es que, tal y como han manifestado los expertos en numerosas ocasiones con respecto al impacto de la dana en la Albufera, el paraje sufrió consecuencias bien distintas en su cara norte con respecto a su cara sur.
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En la zona norte -la desgraciadamente más afectada- la barrancada arrastró multitud de sedimentos químicos y materiales adversos para los ecosistemas del paraje, llegados todos de las zonas urbanas afectadas trágicamente el 29 de octubre. Innumerables objetos, medicamentos, vehículos o pellets acabaron en la marjal norte de la Albufera arrastrados por el agua. Sin embargo, en la zona sur la afección, podríamos decir, de residuos urbanos, fue mucho menor.
Por eso, las administraciones realizan de manera mensual boletines de seguimiento del estado de la laguna, y centran gran parte de los esfuerzos en analizar el norte del paraje, el más castigado. En el caso de los arrozales, por ejemplo, también la zona norte fue la que sufrió las consecuencias más severas. Hasta 144 hectáreas de arrozales se han quedado sin poder sembrar durante la campaña del arroz de 2025, todas ellas situadas en la zona norte, junto a la cooperativa de arroceros de Massanassa.
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Por otro lado, cabe recordar que estos muestreos que realiza el organismo de cuenca como complemento a los efectuados en el seno de los diferentes programas de seguimiento del estado de las masas de aguas subterráneas y superficiales, que realiza la CHJ de manera habitual. De igual modo, la conselleria de Medio Ambiente también realiza de manera individual, y con el apoyo del Instituto Cavanilles de la Universitat de València (UV) sus propios análisis para medir la calidad del agua en el paraje.
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