Bernabé justifica la chapuza del SAIH: un camión desató la falsa alarma sobre una crecida en el Poyo cuando el cauce estaba seco

«No fue un fallo», ha asegurado Bernabé tras ser preguntada por este periódico sobre los motivos que desencadenaron la activación del umbral rojo en el Poyo a partir de las 12:35 del martes, información que estuvo vigente en la página web de la Confederación hasta las 16:30. Fue en este momento, transcurridas cuatro horas desde el origen del suceso, cuando repentina y sorpresivamente el caudal pasó de 163 metros cúbicos por segundo a 0, sin ninguna explicación del incidente por parte del organismo de la cuenca. Este diario atestiguó esta pifia del SAIH a través de una imagen sacada in situ por un fotógrafo desplazado hasta el lugar.

La delegada del Gobierno ha explicado que los datos que se muestran públicamente en la página web de la CHJ «emiten lo que lee el sensor», pero que a la hora de remitir avisos primero se deben llevar a cabo una serie de comprobaciones con carácter previo para verificar que las cifras son verídicas. Asimismo, ha denunciado que «ahora la Generalitat está pendiente, antes no lo estaba. Esto lo tenía que haber hecho el día 29 (de octubre) y no lo hizo, eso es evidente».

Acto seguido, Bernabé ha reconocido que lo que pasó ayer es que el sensor, que mide las alturas sin distinguir entre si lo que tiene debajo es agua o no, detectó la presencia de un vehículo de grandes dimensiones y, por tanto, de gran altura. La máxima representante gubernamental en la región ha señalado que esto se debe a que «tenemos todos los cauces llenos de material y de gente trabajando» en las obras de rehabilitación de cara a afrontar con la máxima seguridad posible la llegada del otoño y las lluvias torrenciales.

«El sensor detectó un camión y lanzó la información, que es a lo que se dedica el SAIH: a enviar la información que hay que revisar, evaluar y comentar. Ahora, como se hace; cuando lo vieron, llamaron; la Confederación no lanzó ningún aviso puesto que se comprueba», ha proseguido Bernabé relatando la gestión realizada para solventar la incidencia.

Asimismo, ha aprovechado la ocasión para atacar al Consell alegando que la Confederación comprobó lo que estaba pasando en el aforo de Riba-roja y ha acusado a la Generalitat de haber comprobado la causa del incidente, «lo que pasa es que se les ha olvidado contarles que el sensor sonó porque había pasado un camión». «Ese detalle lo obviaron. Es una marca del Partido Popular y de la Generalitat, suelen obviar una parte siempre de la información», ha comentado irónicamente sobre las comparaciones con el 29-O.

Sobre el hecho de que la alerta roja estuviera activo durante cuatro horas en el portal web del SAIH sin haber sido retirado durante todo ese tiempo, Bernabé ha insistido en que no hubo ningún aviso de la Confederación al respecto. Según las capturas de pantalla realizadas en la tarde de los hechos por este diario, el umbral rojo del medidor del Poyo era el único de toda la cuenta con este color ya que estaba plagada de marcas verdes que indican «normalidad» en cuanto al paso de agua en los caudales de ramblas, ríos y barrancos de la demarcación del Júcar.

El temporal que ha azotado principalmente la provincia de Alicante a principios de esta semana ha sacado las vergüenzas disparando los interrogantes ante más posibles anomalías del SAIH además de este episodio protagonizado por el aforo de Riba-roja cuyos pluviómetros aguas arriba del Poyo apenas notificaron cantidad de lluvia caída la jornada de autos. Véanse como ejemplos los dispositivo ubicados en el polígono de La Pahilla de Chiva, que presentó un registro máximo de 7,2 litros por metro cuadrado en la tarde del 8 de octubre y a lo largo del martes no recogió ninguna cantidad, o el situado en la A-3, que mostró 2,4 litros a las 23:00 del lunes y en Picassent la lluvia fue escasa tanto el lunes como el martes.

Esta semana, no sólo ha fallado el dato del aforo de Riba-roja sobre el Poyo, sino que durante el episodio de precipitaciones también se han registrado valores llamativos en distintos pluviómetros de la red de la CHJ. Por ejemplo, el de Tuéjar en cuestión de sólo cinco minutos pasó de recabar una intensidad de 100 a 30 litros por metro cuadrado durante la tarde del 8 de septiembre. En contraposición a este dato, la Associació Valenciana de Meteorologia (Avamet) explicó a LAS PROVINCIAS que su medidor de lluvia marcó apenas 0,5 litros por metro cuadrado ubicado en este municipio, pero que es probable que en algunas zonas del término municipal de esta localidad lloviese «mucho más» dado que en Titaguas el otro pluviómetro de Avamet alcanzó los 25 litros por metro cuadrado en pocos minutos. Sin embargo, la pregunta es si realmente llovió tanto como para marcar el registro indicado por la CHJ.