Un incendio acecha cinco pueblos de la Ribera y la Canal de Navarres

Un incendio, que afectaba principalmente a monte bajo, devoraba al cierre de esta edición parte de los términos de Bolbaite, Chella, Anna, Sellent y Cotes. Alrededor de las siete y veinte de la tarde de ayer se inició un fuego entre los dos primeros municipios, concretamente en la partida de Las Fanecás, aunque posteriormente también se introdujo en el término de Anna y a última hora en el resto de localidades.

Bolbaite era la que, en principio, mayor riesgo podría registrar, aunque, según señalaron desde la Policía Local, el viento no estaba soplando hacia el casco urbano, por lo que, salvo cambio radical, no había un riesgo inminente de que hubiera que desalojar las casas o chalés más cercanos.

Y es que, aunque en un principio no había un riesgo inmediato de que las llamas pudieran afectar a algún chalé o incluso a algún casco urbano de las localidades de la comarca de la Canal de Navarrés, el fuerte viento que sopló durante toda la tarde y la noche dificultaba en gran medida las tareas de extinción. La zona, muy escarpada, lo cual también dificultó los trabajos de bomberos y voluntarios, estaba compuesta fundamentalmente por monte bajo.

«Sopla muchísimo viento de poniente», reconocían anoche los vecinos de la zona, quien veían las llamas en la oscuridad. «Confiemos en que el viento amaine un poco porque si no podemos tener un problema. A ver si mañana (por hoy) por la mañana se pueden incrementar las labores de extinción más tranquilamente», aventuraron los mismos vecinos.

Por su parte, el alcalde de Sellent también mostró su preocupación por el fuego. «Acabo de venir de ver el fuego y ya está en la sierra del Montot, que aglutina términos de Cotes y Sellent. Si sigue a este ritmo, mañana por la mañana podría llegar hasta la Finca La Foia, un antigua finca donde actualmente no vive nadie. Habrá que seguir la evolución toda la noche», manifestó Vicente Monar, primer edil de Sellent.

Por el momento se desconoce la causa de este incendio. Pese a que los medios aéreos se retiraron por la escasa visibilidad y las fuertes rachas de viento, diversas dotaciones permanecieron durante la noche para intentar controlar las llamas y evitar que un cambio radical de viento pudiera dirigir las llamas hacia los cascos urbanos.

La Comunitat vivió ayer una jornada marcada por la oscilación de temperaturas. De una madrugada fría en el interior por el descenso de las mínimas se pasó a un día en el que el poniente volvió a colocar el termómetro al filo de los 40 grados. Por la noche, hubo un descenso de mínimas que dejó registros como los 9 grados de Vilafranca del Cid, los 12 en Castellfort o los 15 en Segorbe. Pero a lo largo del día la situación cambió radicalmente. El cielo despejado y rachas de poniente de hasta 63 kilómetros elevaron el termómetro y dejaron una sensación tórrida en parte de la Comunitat, con el mercurio por encima de los 30 grados y mucho calor, especialmente en el litoral y el interior.