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Alberto Fabra con las autoridades que visitaron la zona afectada por el derrumbe. :: LpLa barcaza turística que utilizarán los vecinos de Cortes. :: Lp

Los vecinos de Cortes de Pallás cruzarán el embalse en una barcaza turística

El ayuntamiento solicita al Consell la construcción de un segundo puente para mejorar de forma definitiva las vías de comunicación del pueblo

J. MARTÍNEZ/EFE

Viernes, 10 de abril 2015, 00:13

Los vecinos de Cortes de Pallás podrán utilizar de forma gratuita la barcaza turística 'Cañones del Júcar' para cruzar a la otra orilla del embalse. La medida de urgencia está prácticamente acordada tras ponerse de acuerdo todas las partes afectadas, el ayuntamiento, Iberdrola, la empresa propietaria de la embarcación y la Confederación Hidrográfica del Júcar, para mejorar los accesos al pueblo y evitar el itinerario de 20 kilómetros por caminos y pistas forestales.

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El alcalde de Cortes de Pallás, Alberto Sáez Serrano, informó anoche de que una brigada municipal tiene previsto comenzar hoy los trabajos para adecuar el camino hasta un pantalán que se construirá junto a la zona recreativa de La Pileta. Además, los operarios adecentarán la zona de aparcamiento para que los vecinos estacionen sus vehículos junto a la carretera CV-428, que permanecerá cortada al tráfico entre dos y cuatro meses.

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, visitó ayer la montaña donde se produjo el derrumbe y se reunió con los afectados para escuchar sus propuestas. La teniente de alcalde del municipio, Pilar Navarro, trasladó a Fabra una ambiciosa petición de los vecinos para solucionar de forma definitiva los problemas de comunicación del pueblo: la construcción de un segundo puente para salvar el embalse. La respuesta de Fabra fue que el Consell estudiará esta solicitud de gran envergadura. También destacó la rápida respuesta de las distintas administraciones para que Cortes de Pallás «recupere la normalidad cuanto antes y con las menores incomodidades posibles», sobre todo en materia sanitaria, educativa y de abastecimiento del municipio.

En la reunión con los vecinos también estuvieron presentes el delegado del Gobierno en la Comunitat, Serafín Castellano; el delegado territorial de Iberdrola, Julián Bolinches; así como mandos de la Guardia Civil y responsables del Centro de Coordinación de Emergencias. Antes de visitar la zona afectada por el derrumbe, Fabra fue preguntado sobre la posible influencia de los trabajos que estaba realizando Iberdrola en la zona. «Eso no tenemos capacidad de saberlo», respondió el presidente de la Generalitat.

Respecto a la dotación económica que las administraciones aportarán para sanear la montaña de Cortes de Pallás y mejorar los accesos, Fabra tampoco se pronunció y señaló que aún se está determinando «a quién corresponde». El dispositivo de emergencia establecido ayer en la zona estuvo formado por una brigada forestal, una unidad de prevención, una ambulancia de Cruz Roja y varias patrullas de la Guardia Civil. El operativo policial se ha reforzado con 200 guardias de la compañía de Requena, Grupo de Montaña y Destacamento de Tráfico.

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Servicio de autobuses

El Ayuntamiento de Cortes de Pallás informó ayer en su página web del restablecimiento del servicio municipal de autobuses que conectan esta localidad con la de Requena. El primer autocar sale de Cortes a las ocho de la mañana, y el regreso de Requena está previsto para la una de la tarde.

El portavoz de Compromís en Les Corts, Enric Morera, pidió ayer la convocatoria de la diputación permanente -un órgano similar al pleno mientras la Cámara está disuelta- para que el conseller de Gobernación, Luis Santamaría, informe del deslizamiento de la ladera en Cortes de Pallás. Morera aseveró que hay que saber «concretamente qué ha pasado, los motivos y si se podría haber evitado» el derrumbe. También señaló que el conseller debe explicar en Les Corts «los riesgos existentes para los vecinos de la zona y las responsabilidades de la empresa que gestiona la central eléctrica» situada en la zona de los desprendimientos. Según Morera, «141 trabajadores corrieron un alto riesgo por un derrumbe de piedras y tierra de la montaña».

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