Una tormenta causa inundaciones y destrozos en el norte de la Comunitat

«De repente se ha oscurecido el cielo, el viento soplaba con potencia y ha empezado a caer granizo. La situación daba bastante respeto», aseguraba ayer un vecino de Benicarló a este periódico minutos después de que una fuerte tormenta sobrepasara el municipio dejando imágenes sorprendentes, sobre todo por la época del año en la que nos encontramos.

Esta localidad castellonense no fue la única en el que se presenciaron escenas similares. En la propia capital de la Plana, aunque por un tiempo menor, cayó pedrisco. Además, las temperaturas registraron descensos bruscos en tan sólo dos horas en muchos de los municipios afectados. Es el caso de Vinaròs, donde las 14.00 horas los termómetros rondaban los 30 grados y a las 16.00 superaban ligeramente los quince.

Las tormentas eran esperadas. De hecho, las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología marcaban que había un 85 por ciento de posibilidades de agua. Sin embargo, nadie podía imaginar rachas de viento tan importante, una gran cantidad de rayos y que las lluvias fueran acompañadas de granizo en toda la provincia.

42 litros en una hora

Los diluvios no fueron de larga duración, aunque sí de intensidad moderada en varias de las poblaciones. En Benafigos cayeron más de 42 litros en apenas una hora. Una cantidad similar pero más prolongada en el tiempo se registró en Catí y en Cervera del Maestre, mientras que se superaron ligeramente los 30 litros en Morella o Traiguera. De todos modos, los vecinos de la zona y los turistas que la visitan pueden estar tranquilos, ya que la jornada de hoy recuperará el sol y las temperaturas veraniegas.

A pesar de la espectacularidad de las imágenes que dejó la zona afectada, no hubo que lamentar daños importantes ni heridos de consideración. Los bomberos se vieron en la obligación de realizar varias salidas, pero en ninguno de los casos por causas graves.

Una de las primeras intervenciones fue por achique de agua en un centro de discapacitados de Benicarló. Nadie corría peligro pero la reducida movilidad de los presentes en el local provocaba que no pudieran ayudar en estas labores a los empleados y tuvieran que asistirlos.

De inmediato llegaron hasta el centro de coordinación los siguientes avisos. Varios coches quisieron superar túneles con demasiada cantidad de agua y se quedaron atrapados, por lo que sus ocupantes no tuvieron más remedio que solicitar el rescate.

Las lluvias iban acompañadas de tormentas eléctricas. Uno de los rayos que cayó en Albocàsser provocó un leve conato de incendio, por lo que tuvo que intervenir un medio aéreo. El helicóptero desplazado no tardó en controlar las llamas, ayudado por el posterior chaparrón.

No fue el único fuego de la tarde. También hubo una quema descontrolada a apenas 15 kilómetros de Benicarló, donde más daño causó la lluvia. Eran aproximadamente las 18.30 horas cuando llegó el aviso desde Santa Magdalena de Pulpis. El incendio se produjo en un pequeño barranco y había una caseta de campo muy cerca, de modo que los servicios de extinción tuvieron que actuar a gran velocidad para que no la alcanzara. Al cierre de esta edición no había cesado la lluvia.