Operarios reparando la vía en Requena. LP

Trabajadores especializados en altura para reparar una carretera en Requena

La orografía dificulta las obras de rehabilitación de las infraestructuras dañadas por la dana

A. T.

Alzira

Lunes, 11 de agosto 2025, 09:57

La Diputación de Valencia ha reabierto al tráfico la CV-391 Requena-El Remedio, que resultó gravemente afectada por la dana a la altura del barranco de Porránchez. La obra, con un coste de alrededor de 250.000 euros en una carretera en la que la Diputación tiene previsto invertir más de 600.000 euros, ha resultado especialmente complicada por la dificultad para acceder a la zona afectada y los episodios de lluvias que han ralentizado los trabajos de reconstrucción.

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La vicepresidenta segunda y diputada de Carreteras, Reme Mazzolari, ha destacado el esfuerzo de los operarios para completar esta actuación en la demarcación Requena-Utiel, donde resultaron afectadas distintas carreteras, y en general en todas las demarcaciones que han sufrido daños a causa de la riada. El área de Carreteras de la Diputación elaboró su propia hoja de ruta una vez analizados los daños en la red viaria, y estableció el orden de ejecución de los trabajos según la urgencia de los mismos y el número de usuarios que utilizan cada día las infraestructuras afectadas. En el caso de los puentes, Mazzolari avanza que «en octubre está previsto reabrir las estructuras que se están acabando».

En paralelo, los operarios provinciales avanzan con el resto de actuaciones en la red viaria, tanto de mantenimiento y refuerzo de la seguridad como, en el caso de la CV-391, de reparación de los daños sufridos con la dana.

La riada del 29 de octubre convirtió la carretera Requena-El Remedio en una presa, a la altura del barranco de Porránchez. La obra de drenaje fue obstruida por troncos y ramas generando un efecto de erosión-succión que se llevó parte del terraplén y el muro. La primera intervención, nada sencilla por la dificultad del enclave, fue habilitar un acceso para la maquinaria por el lado sur. En previsión de posibles riesgos por desplazamientos en el muro de contención, se recurrió a personal especializado en trabajos en altura para instalar prismas de control por topografía, lo que permitió llevar a cabo la retirada de tierras y troncos por el camino habilitado.

Una vez asegurado el entorno y reconducido el cauce, los operarios procedieron a reconstruir la bóveda original con hormigón armado, reparando los desperfectos y aumentando la resistencia y durabilidad de la estructura. El siguiente paso, finalizada la obra de drenaje, fue la reparación del terraplén, la protección del talud con escollera y la ejecución del firme con pavimento asfáltico.

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La carretera se reabrió al tráfico hace justo una semana, el 1 de agosto, manteniendo la señalización y los sistemas de contención de obras. La diputada de Carreteras, Reme Mazzolari, explica que los trabajos «empezaron en enero por la necesidad de actuar primero en otras zonas afectadas, y pese a las lluvias de marzo que obligaron a detener las obras, estas se han completado en un plazo de seis meses, que era el tiempo estimado».

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