El temporal vuelve a azotar la costa
Las fuertes tormentas dejan cañas, suciedad y tramos del litoral de la Comunitat erosionados
Ó. D. / A. T/ B. O. / A. D.
Lunes, 9 de noviembre 2020, 22:25
Después de la tempestad llega la calma, y en los municipios costeros de la Comunitat, además, se hace balance de los daños en sus playas. Y es que la resaca del temporal ha afectado de forma diferente en cada rincón de la costa valenciana. En la Safor el daño se mide con falta de arena y la llegada de cañas y suciedad en las playas. El tramo de costa más afectado es, otra vez, La Goleta, en Tavernes, donde el agua ha devorado parte de la arena depositada hace apenas una semana. El mar vuelve a rozar los chalés de primera línea de la costa donde la situación es compleja y desde el gobierno local reclaman «soluciones definitivas».
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El consistorio viene pidiendo de forma unánime actuaciones que frenen de una vez la regresión, como recordó el edil Josep Llàcer. En el tramo litoral de Tavernes, además, se acumulan montones de cañas, procedentes del litoral norte. Esos restos, precisó el concejal, vienen del norte, de los que el río Júcar va sacando al mar.
El temporal también ha dejado cañas y basura en otras playas del norte de la Safor, como Xeraco, donde el canal que sirve de aliviadero al río Vaca ha sacado todo tipo de restos, basura, botellas y plásticos. Aunque el alcalde, Avelino Mascarell, precisó que las brigadas lo retirarán todo «una vez se calme el mar».
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El munícipe explicó que el tramo urbano de la playa sufre estos episodios de suciedad «más de lo que debería. El canal está en el norte, en el límite con Tavernes, y debería estar operativo sólo cuando el Vaca está lleno, pero ocurre lo contrario, por fallos en la infraestructura, desagua en cualquier temporal antes que el río y eso hace que la playa se llene de restos», precisó. En Daimùs, por su proximidad a la desembocadura del río Serpis, ha llegado algo de suciedad, aunque «es poco y se podrá retirar con facilidad», precisó el alcalde, Javier Planes. Algo parecido ocurrió en Piles, donde la suciedad ha aparecido y se ha notado una ligera merma en la arena, indicó el alcalde, David Morant.
Es en la zona limítrofe entre las comarcas de la Safor y la Marina Alta (en la playa de Deveses) donde a los vecinos miran con miedo al Mediterráneo cada vez que caen dos gotas. Por suerte, en este último temporal «ha estado todo bastante tranquilo». Por si acaso, cuentan ya la mayoría de las viviendas con muros de enormes piedras y cemento construidos los últimos meses. Los hay que todavía trabajan a destajo allí para terminar cuanto antes. Ha ayudado también la enorme barrera de algas que se ha formado en la zona, las olas ahora rompen sobre este muro vegetal, a más de media docena de metros de las casas.
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La presencia de gran cantidad de algas también ha frenado, en parte las embestidas del mar en la zona sur de la capital de la Marina Alta. Aún así todavía ayer se notaba la virulencia con la que había actuado el agua en la Marineta Cassiana, donde todavía se veía barro y piedras en el paseo. También fue contundente en la zona de Les Rotes, donde la bravura del oleaje dejó al descubierto la parte inferior del paseo. El agua arrastró gran cantidad de piedras, por lo que ayer todavía se podían observar grandes socavones justo al lado de la zona de paso para las personas. El edil responsable de Playas, Pepe Doménech, apuntó que «todo quedará como antes en unos días».
Agua y barro
En la Ribera, una de las playas más afectadas volvió a ser la del Perelló que desapareció engullida por la fuerza del mar. Aunque esta vez el agua no llegó al paseo y los daños se han concentrado en la zona agrícola.Eso si, el litoral del Perelló sigue sufriendo las consecuencias de la regresión causada por el Puerto de Valencia.
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En lo que respecta a las cudadades, reseñar que el 30% de Alzira se vio anegada por el temporal debido a que algunos de sus barrancos no pudieron soportar la tromba caída en tan sólo unas horas. Una situación que se repite en los últimos años y que llena de agua y barro las calles de la ciudad y que se podría solucionar con una actuación ya proyectada que espera financiación. «Llevamos tres años trabajando sin que nos hagan caso. Se trata de una inversión de 1,3 millones de euros que no es mucho dinero para las administraciones superiores», explica el concejal de Servicios Públicos, Fernando Pascual. Y es que desde hace dos años se ha presentado el proyecto, tanto a la Generalitat como al Gobierno, de construcción de un canal interceptor que recoja el agua de barrancos como el Fosc o Pescadors, que son los que producen las inundaciones en gran parte de la ciudad.
El edil explica que esta inversión, a la que habría que sumar la expropiación de terrenos, no la pueda asumir el consistorio y es muy necesaria ya que la red de alcantarillado colapsa cuando llueve más de 80 litros por metro cuadrado. «Nosotros instalaremos más alcantarillas en Nova Alzira pero es necesaria la construcción de este canal», asegura Pascual. Más al Norte, en Torrent y Picassent, también sufrieron las consecuencias del temporal. En Torrent, los vecinos de la urbanización el Pantano, que se quedaron aislados por el corte de la carretera, señalan que «parte de los daños se podían haber minimizado si las cosas se hiciesen medianamente bien» y reclaman «la revisión, mantenimiento y limpieza de los colectores de evacuación de aguas pluviales».
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El Consell Agrari destinará 100.000 euros de su remanente a ayudas de urgencia para los daños en instalaciones de riego. Y es que la lluvia y temporal han dejado patente la falta de ayudas para infraestructuras necesarias.
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