Gestalgar, el deseo de recuperar un río y afianzar una montaña
La reconstrucción del municipio incluye proyectos como las riberas del Turia, caminos agrícolas y la ampliación de un barranco urbano
Paco Moreno
Viernes, 10 de octubre 2025, 10:55
«Yo tenía un río», contestó el alcalde de Gestalgar, Raúl Pardos, cuando le preguntaron por el estado de la piscina municipal en un reportaje sobre estas instaslaciones el pasado verano. La conjugación del verbo en pasado resultó más que correcta, dado el aspecto desolador de las riberas del Turia que dejó la dana.
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La reconstrucción se ha puesto ya en marcha en esta parte de Los Serranos, como la recuperación de caminos agrícolas, al igual que las infraestructuras de riego. Está pendiente la renovación de alcantarillado y el acondicionamiento de los taludes en el paseo de los Chorros está ya aprobado, además de la ampliación del barranco suburbano. «Tenemos que reforzarlo», dice.
También se trabajará con las laderas de la montana. «Hay que arreglarlas, es una obra muy importante», mientras que esta semana se ha encargado la memoria para la reconstrucción de las zonas de baño, la ribera del Turia y la zona del cementerio. «Le hemos dado prioridad a todo lo que supone seguridad para los vecinos», comenta.
Eso sí, está descartada la recuperación definitiva de las playas fluviales el próximo verano, mientras que el polideportivo será trasladado. «En febrero quiero tener el proyecto para el río, pero la reconstrucción hay que hacerla bien», afirma. El pasado verano se hizo un acondicionamiento provisional para que todos «pudieran disfrutarlo». Ahora bien, para la reforma definitiva, «hay que hacerlo muy bien». Gestalgar está encajonado entre el río y una montaña, además de contar con barrancos que atraviesan el casco urbano. Una encrucijada diabólica para que las inundaciones del pasado 29 de octubre fueran tremendas. Por fortuna no hubo víctimas.
«Ese dia llovió mucho, lo primero que se nos inundó fueron las calles altas. Nosotros estamos en una ladera, se nos tapó la entrada del barranco por los arrastres de la montaña, uno subterráneo que cruza el pueblo y la calle más alta, la del Calvario, fue la primera que se inundó a las nueve y media de la mañana con medio metro de agua», relata el primer edil.
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El problema es que cuando parecía que todo había «amansado», horas más tarde comenzó a llover de nuevo por la tarde de una manera «salvaje». Al estar entre el Turia y un monte de tres millones de metros cuadrados, el peligro no llegó sólo del río. «Por las laderas bajaron agua y arrastres, pero los mayores daños fueron del río. Estamos aguas abajo de Chulilla, el embalse de Buseo desemboca en el río Sot y éste entre el balneario de Chulilla y Gestalgar, con lo que por ahí vino la gran cantidad de agua».
Ejemplo de eso es que el Turia pasó de una anchura de una decena de metros a tramos donde se registraron hasta 380 metros, con subidas de aguas entre cuatro y cinco metros. Eso, que ocurrió por la tarde-noche, es lo que se llevó por delante toda la infraestructura de regadío de la huerta, las instalaciones turísticas, el polideportivo municipal, la depuradora, las playas fluviales y todos los senderos. Por fortuna, infraestructuras y no víctimas mortales.
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«No hemos construido viviendas en zonas inundables, que eso hace mucho», argumenta el primer edil. Además, el Ayuntamiento había lanzado avisos días antes de lo que podía venir. «No había coches aparcados cerca del río», explica sobre lo que ocurrió durante toda la jornada. «El puente de la CV-379, la carretera de Chiva, iba de lado a lado el agua y ese puente creo que tiene 370 metros de longitud.
Los primeros días, las urgencias fueron devolver servicios básicos a los vecinos, además de reabrir los caminos para los agricultores, ayudados por empresas llegadas de fuera. «Así ocurrió con una de Higueruelas que se me ofreció», recuerda.
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millones de euros ha recibido el Ayuntamiento del Ministerio de Política Territorial para obras de reconstrucción.
A raíz de eso, se empezó a recuperar poco a poco. La Diputación reabrió enseguida la CV-377, dado que Gestalgar se había quedado incomunidado esa noche. «Cayeron puentes», indica. La Confederación del Júcar también llegó pronto, así como la UME. «Tuvimos suerte porque enseguida vino mucha gente con el deseo de recuperar la normalidad, que todavía no la hemos conseguido del todo». Los caminos para que los agricultores pudieran recoger las cosechas fue prioritario al comenzar la temporada de la naranja. Las tareas en el Turia han seguido, mientras que la Generalitat ha hecho una obra de 1,7 millones con unos pasos y el acceso a una central eléctrica y un paseo.
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