La arraigada tradición carnavalera de Requena

Este fin de semana el Carnaval se abre paso entre los muchos actos falleros que se viven en la Comunitat. Aunque la fiesta se ha popularizado y casi todos los municipios por pequeños que sean celebran su desfile de disfraces, solo unos cuantos pueden presumir de tradición carnavalera arraigada y uno de ellos es Requena.

En la tierra del vino existe constancia de su celebración desde el siglo XIX, como la solicitud en 1866 al claustro del convento del Carmen para realizar un baile de máscaras. También hay constancia de la existencia de comparsas que preparaban sus coplas satíricas para contar la actualidad del momento, lo que refleja que lejos de ser una fiesta espontánea, estaba bien organizada, en la que se cuidaban los disfraces y se ensayaba la puesta en escena.

Una fiesta que dejó de celebrarse tras la Guerra Civil y, según describen desde el Ayuntamiento, hay constancia de que dos vecinas fueron multadas en 1949 con 10 pesetas por pasearse por las calles de Requena con disfraz y antifaz en época de Carnaval.

No fue hasta la década de los 90 del siglo XX cuando se recupera, a través de una Asociación y desde entonces ha ido afianzándose en el calendario festivo de la localidad. Hace unos años se constituía la Junta de Carnaval que es la que se encarga de organizar los actos en colaboración con el Ayuntamientos.

La figura central de la fiesta es el Rey o Reina de Cepas, que es a quien durante estos días se entrega la vara de mando del municipio. El Rey de Cepas (el año pasado fue reina) se proclama este viernes a las 19 horas, aquien se le hace entrega de las llaves de la ciudad. "Suele ser un miembro de la Junta de Carnaval de los más veteranos y se representa una pequeña farsa para hacerlo más protocolario", explica Adrián Hernández, portavoz de la Junta.

Tras la presentación, tiene lugar el pregón en la Plaza del Portal, más conocida como Fuente de los Patos. Con la cercanía del medianoche, se realiza una rúa por las calles "anunciadora" del Carnaval. "En ella tiene mucho protagonismo las comisiones de la Fiesta de la Vendimia, que son muy activos también en esta fiesta", señala Adrián.

Y es que no hay comparsas como antaño, cada año el número varía, pero sí es cierto que algunas llevan meses preparando sus disfraces y los temas que van a cantar.

En Requena son típicas las "mascaradas", que son escenas carnavaleras en las que las distintas comparsas se van dando a conocer aprovechando que se celebra el mercadillo semanal, en la Avenida del Arrabal el sábado por la mañana.

A primera hora de la tarde es el turno de las 'letrillas' en el que las formaciones muestran su ingenio en forma de crítica cantada en el Teatro Principal. Antes de iniciarse las actuaciones, es el Rey de Cepas quien se dirige a los presentes. Al igual que en el Falla de Cádiz, cada comparsa dispone de 20 minutos de actuación, entre entrada, presentación, coplas y despedida.

"Es el único límite o regla que se establece, el tiempo, por lo demás hay total libetad", subraya el portavoz de la junta organizadora. Aunque la actualidad general no puede faltar, suelen ser los temas locales los que triunfan. "También se aprovecha para rendir honores a alguna persona", puntualiza Adrián.

Entre las actuaciones en el Teatro destaca en los últimos años la actuación con monólogo incluido que protagoniza un drag queen local.

La madrugada del sábado y domingo se vive en la gran fiesta de disfraces en la que participan no solo las comparsas, sino todo el ciudadano que quiera. Previamente se realiza un gran desfile desde el Teatro hasta el lugar de la celebración.

El domingo por la mañana el protagonismo es para los niños con una fiesta y posterior desfile de disfraces, en el que el Rey de Cepas reparte regalos, para concluir con otra tradición, la del Judas Colgado, un muñeco-piñata elaborado con monos de trabajo y relleno de golosinas que los niños rompen para conseguirlas.

Por la tarde, llega la despedida, con el tradicional entierro de la sardina. Comienza con el acto de dar el pésame al Rey de Cepas, para iniciar la procesión con la protagonista, la figura de la sardina sobre unas andas por las calles de la ciudad hasta la Plaza del Albornoz, donde se quema.

La fiesta de Carnaval concluye con la entrega de premios. Unos premios que van desde las actuaciones en el Teatro: mejor letra, mejor conjunto musical, mejor disfraz colectivo, mejor entrada, mejor comparsa o la más carnavalera, entre otros y con lo que se da paso a la Cuaresma.

Temas

• Carnaval
• Requena