Agresiones entre pacientes y a profesionales en el hospital de Llíria
El sindicato Csif denuncia que las alarmas no funcionan, exigen mayor control en los accesos y un aumento del personal en el área de salud mental
MANUEL GARCÍA
LLÍRIA
Martes, 28 de junio 2022
Agresiones entre pacientes y a profesionales sanitarios. El sindicato CSIF ha pedido a la Gerencia del departamento de salud Arnau de Vilanova-Llíria que refuerce con más personal el servicio de Salud Mental del Hospital de Llíria para que este problema pueda dejar de serlo o al menos los casos de peleas y agresiones se reduzcan al mínimo.
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En esta solicitud, la central sindical ha advertido de “agresiones” por parte de unos pacientes a otros y también a trabajadores. El sindicato ha exigido más protección para que esta situación no se repita.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha explicado, en el escrito presentado por registro de entrada, que “la mayoría de los pacientes psiquiátricos son hombres cuyas distintas patologías les hacen vivir en una realidad en la que piensan que su mejor defensa es atacar. Así, suelen hacer blanco de su agresividad a los trabajadores y, en menor medida, al resto de pacientes”.
El sindicato ha alertado de que el personal “está harto de ser agredido verbal y físicamente. Ya no puede más. Reciben patadas, empujones, golpes y amenazas prácticamente a diario. Si tenemos en cuenta que la mayoría del personal son mujeres, la desventaja a la hora de un ataque por parte de un paciente masculino se hace patente, ya que son objeto principal de las vejaciones”.
La central sindical ha avisado que el riesgo de “agresión y acoso” se agrava debido a que “se les entregó a las trabajadoras unas alarmas portátiles para que en caso de ser agredidas pudieran pulsarlas, pero no funcionan”. A esta circunstancia se suma la escasez de personal por la noche, “ya que en una sala con 18 pacientes conflictivos se quedan trabajando un enfermero y dos técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE)”.
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El sindicato ha señalado que en esa sala “pacientes hombres y mujeres están mezclados en distintas habitaciones cuyas puertas no pueden cerrarse con pestillo. Esto constituye un caldo de cultivo debido a que el nivel de agresividad sexual de algunos de estos pacientes resulta difícil de controlar. Cuando un trabajador se dedica a atender a un paciente, otros llegan a colarse en habitaciones de terceros pacientes”.
CSIF ha recalcado que “esta situación es cada vez más insostenible”. En este contexto ha reclamado con urgencia “más personal por la noche, con al menos dos enfermeros y dos TCAE que puedan turnarse para la vigilancia del pasillo mientras se atiende las necesidades del resto de la planta y mantener al mismo tiempo la seguridad de los profesionales".
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La central sindical ha reivindicado igualmente que “al no poderse cerrar las habitaciones, se instale una alarma en la puerta de cada una para que cuando se abra por la noche los trabajadores puedan efectuar un mejor control”. En esta línea ha solicitado también por escrito “un sistema de alarma en caso de agresiones que funcione correctamente y que el personal pueda llevar encima para afrontar posibles emergencias”.
El sindicato ha insistido en “resolver de una vez por todas las competencias de los trabajadores a quienes corresponde la vigilancia y contención de los pacientes y que se contrate suficiente personal para garantizar esa seguridad”. Del mismo modo, ha reclamado “protocolos y entrenamiento a los profesionales ante las situaciones especiales que requiere este servicio”.
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Por su parte, fuentes de la Conselleria de Sanidad, en declaraciones a LAS PROVINCIAS, han reconocido que sí se han producido ataques verbales "pero no agresiones físicas según nos han dicho desde el propio departamento". Asimismo, han calificado de "suficiente" el personal sanitario que atiende a los enfermos mentales que están en el centro sanitario.
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