Juguetes como la mejor de las medicinas

La ilusión y las caras de felicidad fueron ayer la nota dominante en el Hospital Vega Baja sobre todo entre sus pacientes más pequeños ya que los niños que durante estos días no tienen más remedio que permanecer ingresados recibieron como es tradicional la visita de los Reyes Magos, un día antes de que acudan a todos los hogares para dejar sus presentes.

Melchor, Gaspar y Baltasar, flanqueados por su pajes, acudieron al centro sanitario para hacer pasar un rato de alegría a los niños y también a unos padres que tienen que permanecer a su lado durante unas fechas tan entrañables y que disfrutaron durante un rato de verlos colmados de felicidad.

Los Magos de Oriente llegaron hasta la puerta principal del hospital donde los primeros niños que salían de las consultas se quedaron absortos al ver la comitiva e incluso hubo alguno en carricoche que lloró al verlos acercarse a saludarlo. Una vez en el interior tuvieron tiempo de departir con los responsables del centro hospitalario donde la directora médica, Pilar Santos, la de Enfermería , María José Alcocer, y el del mismo servicio del Departamento de Salud, Francisco García, se encargaron de darles la bienvenida. Tampoco faltó como una más de la escolta real la concejal de Festividades, Mariola Rocamora, quien destacó que es una tradición la de acudir a visitar a los niños enfermos «que tienen la suerte de ser los primeros de ver a los Reyes Magos ya que por estar ingresados no podrán verlos en la Cabalgata ni esperarlos en sus casas».

Los responsables del hospital destacaron que «para los niños es un momento mágico que no deben perderse por estar ingresados y es bonito arrancar sus sonrisas o caras de asombro al verlos llegar». Asimismo destacaron las visitas de otras entidades, clubes deportivos o asociaciones que también han querido tener un detalle con los pequeños y han acudido para cantarles villancicos o llevarles obsequios, junto a las actividades como las que el propio centro programa en navidades para que pasen unas horas olvidándose de goteros o tratamientos, pijamas o medicinas.

Los sanitarios fueron los encargados de dirigir al cortejo real por los pasillos y ascensores hasta las plantas donde se les trata y a su paso no fueron pocos los niños que se quedaron embobados ante Sus Majestades de Oriente, satisfechos de poder cumplir con el rito de visitarlos un día antes de que lleguen a Orihuela desde su entrada por Las Espeñetas. En esta ocasión fueron una treintena los que recibieron sus presentes de manos de los tres monarcas, una decena en el servicio de Maternidad, 16 ingresados en Pediatría, y otros cuatro, ya más mayores, en la Unidad de Psiquiatría.

Con el apoyo de los diligentes pajes comenzaron el reparto de todo tipo de presentes entre estos pequeños pacientes de todas las edades. Ninguno se quedó sin su regalo, desde los neonatos que recibieron sus peluches hasta aquellos más crecidos que fueron agasajados con estuches o útiles para colorear. Para todos ellos Melchor, Gaspar y Baltasar tuvieron palabras de ánimo y les desearon una pronta recuperación al igual que les recomendaron irse hoy pronto a dormir para que puedan dejarles más juguetes. Asimismo reclamaron las consabidas galletas y el vaso de leche o la paja para sus camellos que les permitan recobrar fuerzas para el reparto de los miles de juguetes.

De habitación en habitación o de cuna en cuna consiguieron despertar momentos de felicidad entre los niños y también gestos de emoción entre sus familiares al verlos contentos hasta acabar con el cargamento. Los reyes mágicos anticiparon su llegada puesto que hoy tienen una agenda intensa en la ciudad. Será a partir de las diez y media cuando reciban del alcalde, Emilio Bascuñana, las llaves de la ciudad en el Ayuntamiento para que puedan entrar a dejar más regalos y después acudirán al Teatro Circo para escuchar las últimas peticiones de los niños antes de salir en la Cabalgata a las seis de la tarde.