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Los dos acusados por el asesinato del empresario alemán, ayer, en el juicio por estos hechos.

Un acusado de quemar a un empresario dice que la mafia perseguía a la víctima

La Fiscalía pide 16 años de cárcel a dos reos por, supuestamente, dar primero una paliza al hombre para robarle cien mil euros de la caja fuerte

Luis Candela

Martes, 17 de mayo 2016, 02:09

El crimen de Budde Fleming, un adinerado empresario danés que apareció calcinado cerca del paraje de la Sierra Helada, en Benidorm, sigue siendo una incógnita. Al menos, eso trató de hacer ver ayer Erich B. S., uno de los dos acusados por dar una paliza casi mortal al hombre de 71 años y después prender el cadáver en el parque natural para cobrarse un botín de, al menos, cien mil euros. Las acusaciones, por el contrario, creen que los encausados fueron culpables de un asesinato, por lo que piden 16 años de cárcel para cada uno de los reos por un suceso que se remonta al verano del 2009. Erich, sin embargo, apuntó hacia el crimen organizado: «Dijo que le habían amenazado, tenía miedo a la mafia rusa», aseguró sobre la víctima durante el juicio que ayer se celebró en el Audiencia Provincial.

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El Ministerio Público sitúa los hechos la mañana del 9 de agosto de hace casi siete años, así como los días previos. Según relata en su escrito de acusación, el procesado, de origen alemán, Erich B.S. acudió a casa de la víctima con la excusa de haberse dejado algún objeto la noche anterior, cuando se celebró una barbacoa a propósito de los fuegos artificiales del Castell de l'Olla. La cita, según relataron acusados y testigos, era habitual cada año.

Erich solo respondió a su abogado, Francisco González, para asegurar que no participó en el asesinato del empresario y que desconocía cómo murió. A esta declaración se le sumó Carlos B.V. El fallecido los conocía porque uno era su mecánico y el segundo su informático. La fiscal responsable del caso sostiene que sus únicas intenciones eran las de que Budde les entregase dinero, sabedores de su nivel adquisitivo.

Por ello, ante la negativa del empresario, ambos acusados supuestamente le propinaron una paliza y le golpearon con un objeto contundente. Pensando que había muerto, la Fiscalía asegura que llevaron el cuerpo hasta el paraje en la Partida del Azagador y prendieron fuego al moribundo.

Este relato nada tiene que ver con el que Carlos B.V. ofreció ayer en la Audiencia Provincial. Según el procesado, tanto él como Erich y la víctima formalizaron un contrato «fantasma» de compraventa de la casa del último a favor del segundo. Una estratagema, según el reo, para evitar que la pareja del muerto entrara en la vivienda. «La quería sacar del testamento, le había robado», apuntó.

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Sin embargo, cuando debían firmar el contrato, el día 10 de agosto, Budde «no se presentó». Los dos acusados acudieron a casa del empresario y tan solo se percató de «un fuerte olor, como a desagüe, muy penetrante», tal y como prosiguió en su interrogatorio. La vista, que sigue hoy, terminará el jueves.

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