La Diputación suma seis meses a la espera de una cumbre con Puig

La Diputación de Alicante sigue a la espera de una respuesta sobre la petición que hizo, justo hace hoy seis meses, de celebrar una cumbre con el Consell para abordar temas de interés económico y social para la provincia. La solicitud fue cursada el pasado 15 de septiembre, por el diputado de Presidencia de la Corporación provincial, Carlos Castillo, quien presentó el escrito en el edificio Prop, sede administrativa autonómica en Alicante.

Además, el presidente de la Diputación, César Sánchez, remitió un escrito al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en el que le hacía llegar el mismo interés. En él se reclamaba «una cumbre bilateral urgente para tratar temas de especial interés económico y social para la provincia de Alicante y sus ciudadanos». En la Diputación, de momento, no tienen ninguna respuesta al respecto, según fuentes de la Corporación provincial.

Castillo criticó en ese momento la, en su opinión, falta de diálogo y comunicación que la Generalitat Valenciana había mostrado hacia asuntos que afectan a la provincia de Alicante y a la agenda de la propia Diputación. «Entendemos que esa no es la manera adecuada de abordar los problemas y los retos que tienen encomendadas las administraciones públicas», motivo por el cual, agregó, «el presidente del Gobierno provincial, con absoluta lealtad y compromiso de colaboración leal, pide al presidente de la Generalitat una cumbre bilateral donde estén los equipos implicados en cada una de las iniciativas que se estén liderando en beneficio de la provincia de Alicante».

La falta de sintonía entre una y otra institución ha ido creciendo en los últimos meses debido a las iniciativas impulsadas por el Gobierno valenciano para ejercer competencias que ahora mismo están en manos de las diputaciones. Por ello, cada vez parece más distante la posibilidad de que se celebre un encuentro de ese tipo, como pretendía el PP al frente de la Diputación.

En septiembre, César Sánchez expuso que deseaba que se incluyese en la agenda de esa cumbre cinco temas concretos. El primero de ellos era el de conocer de primero mano los motivos por los que se había excluido a la Diputación de Alicante del Consejo de Administración del Puerto de Alicante después de décadas teniendo presencia en el mismo, situación que más tarde se subsanó por otra vía.

El presidente de la Diputación también instaba a la Generalitat a dejar clara su posición frente a la propuesta de creación de una Zona Franca en Alicante, que permita la configuración de una gran área empresarial con beneficios fiscales que conecte Alicante y Elche y que la hagan atractiva para los inversores y emprendedores.

El segundo punto hacía referencia a las medidas y actuaciones que está llevando a cabo el gobierno de la Generalitat en materia de defensa del Trasvase Tajo-Segura, «una infraestructura vital para la economía alicantina de cuyo mantenimiento dependen 100.000 empleos». Otro de los apartados se refería a la situación de la Institución Ferial Alicantina (IFA).

Asimismo, se hablaba del programa de gratuidad de los libros de texto, para el que el Consell involucró a la Diputación, y de las intenciones inversoras de la Generalitat para la provincia de Alicante.