El auditor avala que IFA no está en causa de disolución pese a la quiebra
La entidad tiene unos fondos negativos de 13 millones y un patrimonio negativo de 4, pero le 'salva' su consideración desde enero de 2014 de sector público valenciano
Bernat Sirvent
Miércoles, 24 de febrero 2016, 01:53
La Institución Ferial Alicantina (IFA) está técnicamente en quiebra, con una deuda de más de 65 millones de euros a la banca y a otros proveedores comerciales, pero aun así no incurre en causa de disolución. Y eso es así porque el 13 de enero de 2014, es decir hace ahora justo dos años, la Generalitat Valenciana decidió que pasara a formar parte del Sector Público Valenciano, lo que significa que consolida sus cuentas con el mismo. El auditor independiente que ha realizado la memoria de cuentas de la entidad y el anexo de salvedades a las mismas avala la teoría de la dirección del recinto ferial de Torrellano. Esto es, que IFA solo es viable mientras reciba dinero en forma de créditos y subvenciones por parte de la Administración autonómica sin que legalmente se tenga que disolver en la actualidad, pese a las desastrosas cifras.
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A 31 de diciembre de 2014, la institución ferial presenta unos fondos propios negativos por importe de 13 millones de euros, mientras que su patrimonio neto también ofrece un saldo negativo por importe de 4 millones de euros.
De acuerdo con la el artículo 17 de la Ley de Asociaciones del año 2002, las causas de disolución serán aquellas que se prevean en los Estatutos de IFA y los de IFA afirman, en su artículo 54, que se disolverá con acuerdo de dos tercios del Patronato y siempre por la imposibilidad manifiesta de realizar el fin social para el que se creó (sin ningún fin de lucro, la programación, control y coordinación de todas las manifestaciones comerciales, con el carácter y periodicidad por ella organizados, de los distintos sectores económicos e industriales, así como promover encuentros científicos y culturales con ferias, congresos, convenciones o conferencias); por la paralización de los órganos sociales de modo que resulte imposible su funcionamiento; o por pérdidas que puedan afectar negativamente el patrimonio reduciendo éste de forma considerable. Sin embargo, la auditoría afirma que «dada la consideración de sector público de IFA y el acceso a financiación de parte de su circulante al tener esta consideración, el director general no estima que IFA se encuentre en causa de disolución».
IVF y terceros bancos
Pero las cuentas de IFA dan vértigo. La deuda con entidades financieras al finalizar el ejercicio de 2014 se eleva a 65 millones, de los que 37 millones se deben al Instituto Valenciano de Finanzas y 28 a terceros (otros bancos no citados en la última auditoría aprobada preceptivamente por el comité de dirección y que mañana tendrá que apoyar o rechazar el Patronato actual). La última cifra está protegida por el aval del IVF y directamente de la Generalitat Valenciana. El fondo de maniobra es negativo en 53 millones de euros y las deudas a corto plazo eran, a esa fecha, de 46 millones con vencimiento a corto plazo, de los que 27,6 millones corresponden a deuda del IVF y deudas con proveedores tanto de inmovilizado como derivadas de su propia actividad comercial por importe de 8,2 millones.
Aunque no hizo frente a diversos vencimientos en el primer trimestre de 2015, la consideración como sector público le ha permitido acceder a las últimas entregas del FLA, «lo que le ha permitido hacer frente a gran parte de la deuda mantenida hasta la fecha y esta consideración le permitirá hacer frente a sus compromisos futuros adquiridos en el desarrollo normal de su operativa». El próximo mes de marzo, IFA debería devolver un préstamo urgente de 30,6 millones del IVF con el que ha hecho frente a la amortización del principal más intereses de otros créditos del brazo financiero del Consel y de otras entidades financieras no vinculadas con operaciones, en todos los casos, a corto plazo. El pasado año, la cúpula directiva trató de refinanciar otros préstamos por importe de 17 millones de euros con vencimiento también a corto plazo con distintas entidades. No se conoce en esta auditoría cuál fue el resultado.
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El 30 de abril de 2015, IFA formalizó con el IVF (gestionado por el anterior Consell de Alberto Fabra) tres operaciones de refinanciación de sendos préstamos de 20, 3,8 y 3,4 millones que vencían en los tres casos el 15 de junio. A cierre del ejercicio de 2015, el FLA (gestionado tanto por el anterior como por el actual Consell) había inyectado 24 millones de euros, de los que 6,8 corresponden al pago a proveedores y 17,2, a deuda cuyo vencimiento estaba fijado durante todo el año 2015.
La cifra de negocios en 2014 sufrió una desviación de 260.908 euros respecto a lo presupuestado, que era de 1.938.980 euros. Otros ingresos de explotación también se redujeron en 534.000 euros. Los esfuerzos que está haciendo la plantilla de IFA (que se eleva a 22 trabajadores, sujetos a diversos ERE de reducción de jornada) se observa en el capítulo gastos de personal, que se reduce en 61.825 euros, pese a suponer 831.665 euros.
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