Un acusado de violar a una menor de edad en su camión alega que ella se desnudó

La Audiencia Provincial sentó ayer en el banquillo de los acusados a un camionero por supuestamente agredir sexualmente a una menor de 14 años de edad a quien habría subido a la fuerza a la cabina del vehículo para perpetrar el delito, según sostiene el Ministerio Público y ratificó ayer en el juicio la muchacha. Por estos hechos, la representante del fiscal mantuvo su petición inicial de 13 años de prisión para el hombre de 40 años. Además, reclama que indemnice a la adolescente, quien presenta un cuadro de capacidad intelectual límite y en situación legal de desamparo, con 20.000 euros.

La chica denunció la agresión pocas horas después de que ocurriera, la tarde del 6 de abril de 2013. Ella se encontraba esperando el autobús a Sax en una de las paradas de Petrer. En torno a las 20.00 horas, el acusado se cruzó con la chica y la abordó, como relató la víctima.

En un principio, el camionero se habría ofrecido a llevarla hasta Sax, pero ella se negó. La acusación pública sostiene que el hombre siguió tras ella cuando se dirigía hacia una gasolinera y la agarró del brazo para, bajo amenazas, hacerla subir al vehículo industrial. El procesado negó al tribunal, solo a preguntas de su letrado, que forzase a la muchacha y que fue ella misma quien se desnudó en la cabina, como recordó la fiscal del caso en las conclusiones finales cuando el supuesto agresor anteriormente había negado cualquier contacto.

Por su parte, la víctima volvió a relatar lo sucedido esa tarde y cómo horas después lo denunció y acudió a un centro hospitalario para que le realizasen un reconocimiento. Las psicólogas que la atendieron indicaron entonces que lo dicho por la adolescente efectivamente podría ser compatible con el hecho de sufrir una agresión.

La víctima relató que pidió sin éxito al presunto agresor en repetidas ocasiones que la dejara marchar. Según denunció, él insistía en llevarla hasta Sax hasta que llegado el momento supuestamente empezó a tocarle en la zona genital para después penetrarla vaginalmente. En un intento desesperado por pedir ayuda, la menor cogió su teléfono móvil para pedir auxilio, pero no pudo hacerlo porque carecía de batería.

La representante del fiscal consideró en el juicio celebrado en la Sección Tercera que la declaración de la chica resultó creíble, ya que «desde el primer momento» relató unos hechos similares.

Por contra, la defensa del procesado sostuvo que la narración de la víctima corresponde a un cúmulo de antecedentes «traumáticos» como que su madre fue agredida cuando tenía la misma edad que ella o el hecho de que «su padre y su hermano le pegaban». El letrado se basó en el informe psicológico elaborado por un perito contratado en el que se determina que, por su condición psicológica, «es proclive a mentir».