Hacienda renuncia a reducir su deuda en cinco millones a cambio de retrasar pagos

La proliferación de medidas aprobadas por el Gobierno central en los últimos años para facilitar la liquidez y el pago de la deuda a los ayuntamientos ha sido crucial para sanear las cuentas del de Alicante en una legislatura complicada, pero también ha generado bastante confusión y ha obligado a cambiar los planes sobre la marcha, para ir adaptándose a los decretos estatales.

En un principio, el Ayuntamiento de Alicante optaba por medidas que le permitían reducir la carga de la deuda, pero en los últimos meses se ha decantado más por las que le facilitan disponer de liquidez, con el objetivo de financiar las obras a las que se comprometió el alcalde, Miguel Valor, en su investidura. Hasta el punto de que para disponer de fondos a corto plazo ha decidido renunciar a una refinanciación de la deuda que le iba a permitir ahorrar 4,97 millones de euros en ocho años, según cálculos de la propia Concejalía de Hacienda.

Así, el equipo de gobierno tiene previsto aprobar el martes la renuncia a la operación de refinanciación del primer crédito del plan de pago a proveedores, por valor de 45 millones de euros. Una operación adjudicada a Banco Sabadell y Cajamar.

Este contrato se adjudicó por acuerdo de la Junta de Gobierno Local del pasado 13 de octubre, al acogerse el Consistorio a la posibilidad que ofrecía el Real Decreto-Ley 8/2014, de cuatro de julio, de medidas urgentes para el crecimiento.

Según la norma, los Ayuntamientos acogidos al primer plan de pago a proveedores, podían solicitar al mercado operaciones financieras para cancelar parcial o totalmente su deuda y volver a adjudicarla en condiciones más ventajosas. El Consistorio lo hizo y logró reducir el interés medio del 5,25% del crédito ICO inicial al 1,03%. Ello suponía un ahorro total, según comunicó entonces Hacienda, de 4,97 millones de euros en los ocho años de pago del préstamo, 1,2 solo en 2015.

Sin embargo, el Ayuntamiento ha renunciado a este ahorro para poder acogerse a otra medida, contemplada en el Real Decreto-ley 17/2014, de 26 de diciembre, de medidas de sostenibilidad financiera de las comunidades autónomas y entidades locales y otras de carácter económico, en el que el Gobierno dispuso una modificación de las condiciones financieras de las operaciones de crédito suscritas en el primer plan de pago a proveedores.

Esta modificación implica que durante el año 2015 el tipo de interés queda fijado en el 0%, lo que supone en 2015 un ahorro de intereses de 2.111.934 euros. Con el préstamo al que ahora se renuncia el pago de intereses en 2015 hubiera ascendido a 563.000 euros.

A esto hay que sumar el hecho de que el Real Decreto-ley 17/2014 también retrasa la amortización de seis millones de euros durante el año 2015 del capital principal, cantidad que se amortizará al final del préstamo.

Ello permite, en definitiva, que el Ayuntamiento disponga en 2015 de los siete millones de euros que se ha comprometido a invertir en obras, porque se retrasa su pago a años venideros. A cambio, el Consistorio tiene que renunciar a la refinanciación del préstamo y, con ella, al ahorro de cinco millones de euros.

El concejal de Hacienda, Pablo Sandoval, destacaba ayer que las medidas del decreto de diciembre «son más ventajosas para los intereses del Ayuntamiento», porque le permiten «disponer de liquidez en 2015 y ahorrarse los intereses de este año». Respecto al mayor coste que esta decisión tiene a largo plazo, el concejal se limitó a considerar que «lo más probable es que el Gobierno vuelva a lanzar propuestas de refinanciación ventajosa».

El portavoz de UPyD, Fernando Llopis, lamentó ayer la «confusión» que generan la profusión de decretos estatales que «parece que no están bien hechos, o se contradicen». Y lamentó que esta decisión municipal «al final va a aumentar el endeudamiento de la ciudad».