Imputan a un vecino de Albatera por hacer negocio con cachorros enfermos

La Guardia Civil ha imputado a un vecino de Albatera por supuestamente lucrarse con la venta de cachorros enfermos a través de internet. Los ejemplares, algunos de los cuales terminaron muriendo, estaban afectados por diversas patologías, incluyendo la presencia de virus, parásitos y desnutrición, según informó ayer la Comandancia de Alicante. Algunas de las enfermedades detectadas en estos perros eran susceptibles de ser transmitidas al ser humano, según confirma el Instituto Armado.

En gran parte de los casos, los animales necesitaron tratamientos veterinarios para sobrevivir, algunos de los cuales llegaron a alcanzar los 3.000 euros, según se desprende de la investigación efectuada por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.

El imputado como resultado de la denominada 'Operación Chihuacan' es un hombre de nacionalidad española a quien la Benemérita considera presunto autor de un delito continuado de estafa y de otros de intrusismo profesional y falsificación de documentos. Además, los agentes han alertado sobre infracciones de la normativa autonómica de Protección de Animales de Compañía y estatal de Infracciones en el Orden Social y General Tributaria, según agregó ayer la Comandancia.

Los hechos se remontan al pasado mes de septiembre, cuando la Benemérita tuvo conocimiento de la posible comisión de una estafa en la compra de cuatro cachorros de raza chihuahua, a través de un conocido portal de internet, por valor de 1.160 euros. Cuando la víctima, de San Vicente del Raspeig, recibió los canes observó que presentaban síntomas de encontrase enfermos y que, tras ser atendidos por un servicio veterinario, precisaron tratamientos por un valor de cerca de 3.000 euros, según relatan fuentes de la Comandancia.

El Seprona inició una investigación que le llevó hasta un vecino de Albatera, ya relacionado con hechos similares desde el año 2011. El ahora imputado presuntamente comercializaba perros de distintas razas a través de internet, ejemplares que eran enviados por todo el territorio nacional a través de una empresa de mensajería, incluso a Baleares. Cuando los perros llegaban a su destino presentaban distintas sintomatologías como desnutrición o las propias de enfermedades víricas como el coronavirus y la parvovirosis o parásitos intestinales, como los coccidios o los áscaris, los cuales pueden ser transmitidos al ser humano, según advierte la Guardia Civil.

Los veterinarios que asistieron a estos animales advirtieron, además, numerosas irregularidades en cuanto al registro de vacunación, puesto que se utilizó un sello facultativo que, una vez investigada su procedencia, no correspondía con el de ningún profesional colegiado, según las mismas fuentes. Ni siquiera los altos gastos asumidos por los compradores sirvieron para salvar a algunos de los canes. Asimismo, se detectaron irregularidades sobre la raza y el pedigrí de los canes.

A finales de diciembre, se localizó en Albatera y se imputó al presunto responsable, un hombre de 38 años de edad.