Sorolla en el edificio de Correos de Valencia, el peor inicio para un museo público
Un proyecto con más intención política que de envergadura cultural, sin la colaboración por el momento de la pinacoteca de Madrid, sin haberse firmado ningún contrato de cesión de obra con la Hispanic y con una institución extranjera en una situación económica mejorable compromete el presente del Palacio de las Comunicaciones
El Museo Thyssen de Barcelona se abrirá, si se cumplen los plazos, en 2028. El edificio que albergará la colección artística de la baronesa se anunció en noviembre de 2024. El pasado verano se dio a conocer el proyecto urbanístico aprobado por el Ayuntamiento de la capital condal para el histórico Palacio Marcet, que fue sede del legendario Cine Comedia y en un futuro acogerá la pinacoteca Thyssen. Se plantea una reforma del antiguo edificio y una ampliación de nueva planta. El importe del fondo inversor Stoneweg ronda los 100 millones de euros. La Generalitat de Cataluña ni el Ayuntamiento de Barcelona promueven el proyecto. Cuatro años es tiempo más que razonable para que una iniciativa cultural se materialice.
Las diferencias entre el Museo Thyssen de Barcelona y el museo Sorolla de Valencia, que se ubicará en el antiguo edificio de Correos, son notables. La comparación es pertinente porque son sedes o subsedes de pinacotecas. El centro Thyssen de Barcelona es una operación entre entidades privadas, en un edificio histórico, con una importante inversión económica y una apuesta artística a largo plazo (25 años). El futuro museo Sorolla de Valencia nace en virtud de un acuerdo entre el Consell y la Hispanic Society of America (HSA), una institución extranjera privada que no pasa por un buen momento económico; con una importante inversión económica a cargo del erario público (ronda los 30 millones); una cesión de obras a largo plazo (un periodo de 8 años, prorrogables) y se ubicará en un edificio histórico y propiedad de la Generalitat Valenciana (se compró bajo el mandato del Botánico por 23,9 millones de euros en 2021).
A estos datos, que ya marcan diferencias con el proyecto Thyssen en Barcelona, se suma otros condicionantes marcados por el contexto socio-político de los últimos meses que abren una multitud de interpretaciones. Fue el 1 de mayo de 2025 cuando el presidente Mazón anunció desde Nueva York el proyecto para exhibir las obras de Sorolla de la HSA, salvo los paneles de 'Visión de España', en Valencia; algo que revistió la iniciativa cultural de proyecto presidencialista o con elevada intención política dado que al jefe del Consell le persigue la cuestionada gestión de la emergencia de la dana del 29-O.
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El convenio entre la Generalitat y la Hispanic se firmó el 24 de julio de 2025, que se publicó el 25 de septiembre en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV). En la firma del acuerdo, en la que estuvo presente Blanca Pons Sorolla, bisnieta del pintor, se anuncia que la voluntad del Consell es que el centro artístico esté abierto a finales de 2026. La participación de una de las herederas del legado del maestro de la luz no implica la suma de la Casa Museo Sorolla, que, hasta la fecha, no está involucrada en el proyecto valenciano. El Museo Thyssen de Barcelona cuenta con todo el aval de la institución museística.
El 1 de octubre, la Generalitat saca a concurso el proyecto de redacción y la dirección de la reforma del edificio de Correos por un valor de dos millones. El 28 de octubre LAS PROVINCIAS avanza que Col.legi d'Arquitectes de la Comunitat Valenciana (COACV) solicita la suspensión la adjudicación. El 31 de octubre la alcaldesa de Valencia se desplaza a Nueva York y visita junto la secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tébar, y Blanca Pons Sorolla. María José Catalá tuvo conocimiento de la propuesta de la HSA antes de que fuera presentado a responsables de la Generalitat y el Ayuntamiento, como la Diputación, se ha implicado en el proyecto.
El pasado 20 de noviembre trasciende que un tribunal acepta el recurso de los arquitectos valencianos y paraliza el concurso hasta que resuelva la petición de los profesionales; aspecto que, sin duda, obliga a retrasar el proyecto museístico de la HSA en Valencia.
El freno a la reforma del Palacio de Comunicaciones llega cuando aún no están firmados los contratos de cesión de obra entre la Generalitat y la Hispanic y en plena crisis del Consell tras la dimisión de Carlos Mazón el pasado 3 de noviembre. Será el próximo presidente de la Generalitat el que deberá encauzar el proyecto artístico del HSA.
El inicio del futuro Museo Sorolla en Valencia nace malogrado: con prisas mal explicadas, con recursos que demorarán su materialización, con documentos necesarios para su correcta evolución aún sin firmar, con ausencia de avales culturales de envergadura... Demasiadas fisuras para una iniciativa que aspira a revolucionar la oferta museística de la Comunitat. Demasiadas carencias para un centro que compromete recursos públicos de elevado coste económico.
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