Lim llega tarde para dejar caer a Neville
Los exjugadores exigen plenos poderes para García Pitarch
Héctor Esteban
Lunes, 21 de marzo 2016, 23:37
La voz de Pepe Carrete no ha perdido un ápice de fuerza pese a que ha atravesado, probablemente, el año más duro de su vida. En marzo de 2015 sufrió un infarto y en Ponferrada prosigue con la recuperación, que va lenta pero sin recaídas. El achaque tampoco ha logrado alterar su rutina los fines de semana. Sigue viendo al Valencia. Todos los partidos. Y lo sufre. «Eso sí que me duele, no hay derecho a todo lo que está pasando. Estoy cabreado. Siento una tristeza enorme porque un equipo grande como el Valencia tiene de entrenador a un señor que no había entrenado a nadie», suelta de golpe Carrete, que subió y bajó la banda derecha durante 209 partidos -de Liga- defendiendo la camiseta del club de Mestalla.
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En realidad, el valencianismo es un clamor respecto a la figura de Gary Neville, ya sin salvavidas y cada vez más solo en su pelea por cubrir el expediente en su primera experiencia como técnico jefe. En eso, Fernando Gómez, David Albelda, José Manuel Sempere, Ángel Castellanos, Rubén Darío Ciraolo y el propio Carrete coinciden plenamente. Sólo traducen los exjugadores aquello que Mestalla cantó con rabia en la segunda mitad del partido contra el Celta. El diagnóstico en el banquillo es evidente. Se puede decir más o menos alto, pero no hay dobles lecturas. La pregunta, obviando que el inglés sólo ha ganado 3 de sus 16 partidos de Liga y el Valencia está a seis puntos del descenso, es otra. ¿A estas alturas, vale la pena que Peter Lim reaccione y sustituya a Neville?
Ahí el consenso se rompe, porque a falta de ocho jornadas para finalizar la Liga cambiar de técnico puede traducirse en un golpe sin el efecto deseado. «Ahora quizás llegaría en un momento en que no tendría todo el sentido», analiza Albelda sobre una hipotética salida del británico. «No lo tengo claro», admite Castellanos. Y Fernando se decanta por lo indiferente de la decisión. «Eso sí, la próxima campaña no debe continuar», apostilla. Ciraolo, por su parte, atribuye al modelo de club el que aún no esté fuera del Valencia: «Si mandaran los socios, Neville ya estaría sustituido». Sempere aún confía en que la cúpula del club hará lo mejor y centra su discurso en la necesidad de «reaccionar».
Lim, en definitiva, llegar tarde para sustituir al entrenador. Lo pudo hacer antes, tras el 7-0 del Camp Nou, para darle al posible relevo algo más de tiempo. Jesús García Pitarch ya advirtió a Layhoon Chan y Lim de que lo idóneo hubiera sido cambiar de técnico. El dueño, no obstante, decidió mantener a su amigo y socio. Eso sí molesta especialmente a todos los exfutbolistas. El club debe otorgar plenos poderes a García Pitarch si Lim quiere que el proyecto siga desangrándose la próxima temporada. «El cargo es para asumir la responsabilidad», apunta Albelda. «Sólo si le dejan trabajar en verano el Valencia podrá cambiarle la cara al proyecto el año que viene», sentencia Carrete.
«La planificación», resume la mayoría. Ahí radica el mayor mal de este segundo proyecto de Lim. «No es momento de buscar culpables», repiten. Aunque al final, escarbando, todos van a parar a Peter Lim, que al fin y al cabo, dio plenos poderes a Nuno en verano y luego decidió asumir la responsabilidad de contratar a Neville.
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