Jesús Vázquez deshoja la margarita

Si Gayà no fuera Gayà, es más que probable que Jesús Vázquez pensara en blanquinegro pero teniendo al capitán de compañero de vestuario, es difícil imaginarse a los veinte años con temporadas por delante con el banquillo como lugar habitual. El hecho de que el Valencia tampoco dispute actualmente competición europea reduce lógicamente las necesidades de la plantilla al no tener tampoco que echar mano sí o sí de las rotaciones.

Nieto y bisnieto de Guardia Civil y nacido en Mérida en el 2003, coincidiendo con el último año de su padre en Segunda B, Jesús Vázquez vive unas Navidades algo revueltas por la incertidumbre de tomar una decisión, sea la que sea, con todos los pros y los contras que conlleva. Al menos, tanto el club como el propio futbolista –a través de su agencia de representación– mantienen un diálogo fluido y son conscientes todos de que nadie quiere perjudicar a la otra parte. Al menos esa es la perspectiva que se traslada de puertas para afuera, después del pronunciamiento que ha tenido el propio Gattuso. El italiano, tan entregado siempre con Lato, se ha mostrado partidario de tener a Vázquez en la recámara.

El contrato de Lato

Pero toda esta situación provoca un efecto colateral directo. La curiosa habilidad del Valencia de sacar de la cantera laterales izquierdos hace que Gattuso tenga en estos momentos precisamente tres en su plantilla que además hunden sus raíces en los orígenes blanquinegros. Y uno de ellos, Lato, termina encima contrato en junio que viene.

Por eso, esta escena tiene a jugadores y club con cierta tensión. El Valencia está dispuesto a renovar a Lato pero la continuidad de Jesús Vázquez influye directamente en esta percepción. Si Vázquez, en cambio, sale para año y medio o se desvincula de manera definitiva, la renovación de Lato se pondrá encima de la mesa (que no quiere decir que el jugador acepte las condiciones que le van a ofrecer, seguramente algo más austeras que su último contrato). Lato puede si quisiera ya podría comprometerse con otro club a partir del domingo, aunque va a esperar lógicamente a ver qué desenlace tiene este pequeño embrollo que se ha creado.

De momento, Ángel Torres, presidente del Getafe, club con el que el Valencia mantiene buenas relaciones (el fichaje de Bordalás fue un ejemplo de ello), ya dejaba ayer mismo caer que lo de Jesús Vázquez estaba casi a punto de fructificar. «Ficharemos un lateral izquierdo y un mediocentro. ¿Jesús Vázquez? Hay un principio de acuerdo, buenas relaciones con el Valencia y espero que se pueda cerrar pronto», comentaba el dirigente, dando una versión mucho más avanzada si cabe que la que desprendía el propio Valencia casi a la misma hora.

Esta temporada, Vázquez ha sumado 148 minutos en las 14 jornadas que se han disputado (fue titular dos encuentros), mientras que Lato cuenta con 270'. Fue Bordalás el que le dio la entrada en Primera División a Vázquez y ahora es Quique Sánchez Flores –lateral en sus tiempos– el que lo puede tener bajo sus órdenes en un Getafe. En el conjunto madrileño, la sorpresa es que Juan Iglesias (lo quiso Bordalás para el Valencia) le ha ganado el pulso en la batalla por el lateral izquierdo a Jordan Amavi y Fabrizio Angileri. El Valencia apuesta por el crecimiento futbolístico de Jesús Vázquez, por eso prioriza por encima de todo la necesidad de que sume minutos donde vaya. Si es que se va.