Gesto de Gayà pidiendo calma tras el partido de Barcelona. AFP

Los insultos a Gayà que hacen temblar el brazalete

El capitán recibió y respondió por primera vez a las críticas de algunos aficionados de Mestalla

Miércoles, 1 de octubre 2025, 13:21

Mirada al suelo, rostro serio, escoltado por un miembro del departamento de prensa y haciendo oídos sordos a las pocas preguntas de los periodistas que a eso de las once y media de la noche todavía montaban guardia en las tripas de Mestalla al concluir el encuentro contra el Oviedo. Por supuesto, ni una palabra. El gesto de José Luis Gayà (25-5-1985) era más que elocuente. Masticar en silencio lo que ocurrió minutos antes sobre el césped y que trasciende más allá del marcador que dejó al Valencia sin los puntos. No fue un partido más para el capitán valencianista. Se podría decir incluso que el de este martes ha podido suponer un antes y un después en esta larga trayectoria de quien parece encaminado a llegar a los 400 partidos con esta camiseta. Tiembla el brazalete.

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Quien está llamado a ser un 'One club man', porque el de Pedreguer tiene contrato hasta 2027, experimentó por primera vez el sabor amargo de los insultos hacia él... en su propia casa. Quizás ha sucedido alguna vez pero nunca le habían hecho tanta herida. Eran los minutos finales del partido y fue cuando todo se vino abajo. Hasta ese momento, en la zona opuesta a la tribuna, Gayà había escuchado diferentes insultos de algunos espectadores hacia su persona. Esa es, por supuesto, la versión que traslada el propio futbolista.

La diferencia con respecto a otras situaciones es que todo se precipitó en una acción en la que cedió el balón atrás a Diakhaby. Una situación propia de cualquier partido, aunque el escenario era el de Mestalla y la grada llevaba ya muchísimos minutos temiéndose lo peor. Los insultos esta vez hicieron que Gayà reaccionara y se dirigiera con la mirada y de manera gestual y airada hacia ese sector que venía hostigándole. Error. Luego llegó el terremoto del Oviedo en el marcador y Gayà fue especialmente señalado. Se quedó tumbado en el césped en la acción que terminó con el tanto definitivo visitante. Esa intención de que el VAR entrara para señalar una posible falta y dar por anulado el gol no surtió efecto. Y todo se precipitó a peor.

Gayà es un capitán que siente por supuesto los colores pero con un carácter diferente al que por ejemplo podría tener en su día David Albelda. Para lo bueno y para lo malo. Eso en ocasiones le pasa factura. El lateral no está en su mejor inicio de temporada, con jugadas en las que ha quedado señalado, y coincide este hecho con el irregular rendimiento que tiene el equipo.

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