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Recreación del nuevo Mestalla. VCF

La hoja de ruta del nuevo Mestalla

La reactivación de la obra se prepara tras el compromiso de la candidatura valenciana con la Federación para llegar al Mundial 2030

Marc Escribano

Valencia

Miércoles, 1 de noviembre 2023, 00:06

La cuenta atrás ha comenzado. El nuevo Mestalla verá pronto entrar a la maquinaria y a los obreros según el compromiso de las partes. Parece ... mentira, pero tras 14 años, puede ocurrir. Cuestión de tiempo y de trámites burocráticos. Esa es la intención de la candidatura valenciana, formada por Generalitat, Ayuntamiento y Valencia CF, que ratificó su interés por ser sede del Mundial 2030 enviando las cartas de intenciones al Comité Organizador. No fue un mensaje conjunto y unitario, cada uno lo hizo de forma independiente. De ahí, algunas incongruencias en detalles y cifras sobre el nuevo estadio que llaman y mucho la atención. El principal y más destacado es el mismo de siempre: el aforo de espectadores. Para el Ayuntamiento, la cifra sigue siendo inamovible. 70.016 personas. Innegociable. Un estadio de cinco estrellas, con 3.450 plazas de aparcamiento subterráneo, sin aforo ampliable, ni lonas. Desde un principio con su capacidad máxima y sin modificaciones. Para el Valencia, según la carta firmada por la propia Layhoon Chan, esto no es así. «Capacidad inicial en primera fase de obras, de 66.000 localidades en el momento de la apertura, ampliables hasta un aforo total máximo de 70.000 localidades», según dice la carta del club.

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En lo que sí están de acuerdo todas las partes es que la hoja de ruta del nuevo Mestalla está definida. La licencia de obra llegará en cuestión de menos de dos meses, según se desliza. A finales de año o principios de enero, como máximo. Es decir, a inicios de 2024 las máquinas y los operarios se adentrarían en el terreno de Cortes Valencianas para volver a poner en marcha una construcción que lleva paralizada década y media. Habrá que limpiar primero. Acondicionar la zona. Comprar los materiales. Contratar la mano de obra. Procedimientos necesarios para que en el primer semestre del próximo año, el inicio de las obras del coliseo valencianista pueda ser una realidad. Un proyecto que la candidatura valenciana estima que tendrá una duración de entre dos y tres años. «De 24 a 30 meses», especifican. Es decir, entre 2026 y 2027 sería la fecha en la que el estadio estaría finalizado. Su inauguración se reservaría para el inicio de la temporada siguiente, evitando así un traslado del actual Mestalla a mitad de campaña liguera. Es decir, para la temporada 2027-28. Por si quieren ir reservando fechas, en agosto de 2027 podría jugarse el primer partido en el nuevo Mestalla. Esto si se cumplen los plazos de un club que aseguró que dicho estadio acogería la final de la Champions League de 2011 o que, posteriormente, estaría terminado para el centenario de la entidad en 2019. Ninguna se cumplió.

Aunque lo importante para la Generalitat y el Ayuntamiento, y por supuesto para la RFEF y la FIFA, es que esté a tiempo para 2030. Para el Mundial más grande de la historia, con hasta seis naciones organizadoras. La realidad es que Valencia albergará partidos de fase de grupos, y quizá alguna eliminatoria de octavos o cuartos. Despídanse de una semifinal, como se soñaba. Portugal, con el Estádio da Luz (el del Benfica, en Lisboa) y Marruecos con el Gran Estadio Africano de Casablanca (todavía sin construirse, pero que albergará a 113.000 personas) presionarán para que sus campos decidan quién accede a la gran final, que presumiblemente se jugará en el renovado Santiago Bernabéu de Madrid. Pese a ello, aunque Valencia sólo albergase partidos de grupos, el impacto económico de ser sede de un Mundial, en términos hosteleros y turísticos, sería enormemente beneficioso para la ciudad. Motivo por el cual las instituciones aprietan por no dejar pasar la oportunidad y están dispuestos a ceder a las pretensiones de Meriton. Y siempre queda ese runrún de aquellos que afirman que terminar el nuevo Mestalla invitará a Peter Lim a marcharse y vender su paquete accionarial. Eso nunca se sabrá. Pero que el Valencia será un club mucho más atractivo para posibles compradores con un estadio renovado, es evidente.

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