Contra viento y burocracia en la Marina de Valencia
El conflicto con los bares que no quieren abandonar los locales del Ayuntamiento y la espera del inversor que gestione los Docks lastran con la intención del Ayuntamiento de remodelar el entorno del puerto y atraer nuevas empresas
Existe un lugar en Valencia que durante un tiempo fue el epicentro de la ciudad. Una esquina de esta villa que se esparce alrededor del Turia que durante años albergó los coches más rápidos del mundo. Y los veleros más rápidos del mundo. Parecía que era imparable. Pero entonces se detuvo en seco. La Marina de Valencia, llamada durante décadas a ser la nueva postal de la ciudad de Catatrava y Compte, encalló en un entramado burocrático que hacía casi imposible navegar. Y eso que soplaban vientos propicios. Se ha resuelto la cuestión burocrática con la articulación de un nuevo ente que gestiona la Marina y se han puesto varios espacios en marcha, pero mover un trasatlántico así lleva su tiempo porque los contratos están firmados con distintas entidades o porque las propiedades difieren.
Una de las 'obsesiones' de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, es revivir la Marina. En una entrevista con este diario el pasado fin de semana, la primera edil dijo: «Estamos rematando una intervención en la Marina, donde vamos a destinar 14 millones de euros a embellecer todo su entorno con un acuerdo al que hemos llegado con la Autoridad Portuaria. Hemos puesto en marcha todas las bases que estaban abandonadas y dejadas. También estamos trabajando en el proyecto de los Docks, con unos posibles inversores que ya están ofreciendo proyectos, pero que quieren saber exactamente cuál es la dimensión de protección patrimonial del edificio». Esos trabajos en el entorno del edificio del Reloj incluyen espacios de sombra y descanso. Unas estructuras techadas servirán para proteger del sol, y se instalarán bancos en estas zonas, en las que también se combinarán zonas verdes.
Pero lo cierto es que si las cosas de palacio van despacio, las de la Marina ni les cuento. Pongamos como ejemplo el restaurante en el espigón que muere lentamente sin que nadie, parece, haga nada para evitarlo. Convertido en los restos de un naufragio, el espacio vanguardista, desde donde se podían ver algunos de los mejores amaneceres de la ciudad, se ha convertido en un cadáver abandonado, deteriorado, oxidado, con basura en el interior, con pintadas en los cristales, apuntalado por una estructura metálica desde las rocas... El final de la concesión de uso del espacio ha dejado el enclave privilegiado a la intemperie. En apenas unos meses, la degradación de un espacio blanquecino y de diseño ha dado paso a un amasijo de chatarra, óxido y pintadas. Marina Port Valencia dijo que estaban trabajando en deshacer el nudo, como dice la alcaldesa. Y es que junto al mar hay muchos de esos, y ya se sabe que pocos nudos son tan difíciles de deshacer como los marineros.
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Las demandas se presentarán antes de que acabe el mes
El Ayuntamiento de Valencia presentará antes de que acabe este mes las cuatro demandas que pedirán el desalojo de los cuatro restaurantes de la Marina que están 'okupados', según el Consistorio, después de que el pasado 31 de mayo caducara al licitación. Asegura el Ayuntamiento que ya han disfrutado de dos prórrogas. Los restaurantes se han 'rebelado' y no van a abandonar los inmuebles si no es con una orden judicial, que los servicios jurídicos municipales buscarán ahora con las demandas. Aunque se anunció que se iba a presentar a principios de junio, se ha retrasado porque los letrados querían contar con informes de Policía Local que confirmaran que los locales siguen abiertos. Este fin de semana se han recabado esos informes, por lo que se espera que la demanda llegue antes de final de semana.
El Consistorio quiere destinar esos locales, entre otras cosas, a entidades sociales. Para redoblar con la presión hacia los hosteleros la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento aprobó el pasado viernes 9 de mayo el inicio de los trámites para ceder dos de los locales de restauración de la Marina existentes en la cubierta del aparcamiento del Veles e Vents a la fundación Asindown Valencia. Catalá pretende así alejar el ocio de copas de la Marina, que quiere prestigiar la zona con otro tipo de turismo.
La innovación, aire fresco junto al mar
Muchos de los locales de la Marina gozan de buena salud. Es el caso de las bases de la Marina Sur, el Veles e Vents, El Rincón de los Bajitos, EDEM, Lanzadera y La Mare que Va. El Consistorio ha hecho de la innovación el motor de la Marina, y le ha salido bien. Ya con el anterior equipo de gobierno se puso en marcha esta estrategia que la alcaldesa quiere continuar. De hecho, la tecnológica valenciana Sesame, especializada en software de gestión de recursos humanos, ha solicitado instalarse en las antiguas bases de la Copa América que ocupó el equipo Iberdrola para ampliar así sus instalaciones, dado que actualmente ya están presentes en esta zona de la Marina Sur.
Para la base del Alinghi, el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) aprobó en julio del año pasdo otorgar a Marina de Empresas, a través de Lanzadera Emprendedores SLU, el derecho de superficie sobre la parcela de la antigua base de la Copa América del Alinghi por 40 años, con posibilidad de prórroga de 25 años adicionales. El canon asciende a 220.000 euros anuales.
Además, en octubre abrió en la vieja Estación Marítima The Terminal Hub, donde las empresas asentadas generarán un impacto de siete millones con su actividad y contrataciones en 2025. Aunque este espacio tenga capacidad para albergar 550 puestos de trabajo de alta cualificación, se prevé que se generen más de 800 empleos. También se han licitado las instalaciones náutico-deportivas.
Los Docks, a la espera de inversiones
Pero no es oro todo lo que reluce. También hay edificios vacíos, como los tinglados 4 y 5, el antiguo varadero o Los Docks. Este último caso es paradigmático porque el equipo de gobierno paralizó la cesión de los mismos a un centro de datos que quería instalarse en la vieja discoteca. Ahora mismo, el Ayuntamiento está en negociaciones con inversores privados que planean, según ha podido saber este diario, poner en marcha un espacio vinculado con la innovación. No es la única zona que necesita un empujón. Se confiaba en la Copa América para que la Marina terminara de despegar, pero la dana tenía otros planes. La tragedia nos destrozó el alma, pero también dio al traste con la intención de la ciudad de acoger la nueva edición del torneo de vela más importante del mundo, que habría servido para reformar la zona sur, donde se podrían haber instalado las nuevas bases o los nuevos pantalanes.
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