Los vecinos de la Malvarrosa aprietan a Ribó por las Casitas Rosa

Los vecinos y comerciantes del barrio de la Malvarrosa no pueden más. El robo en comercios y coches es constante y la venta de droga en las Casitas Rosa no para de crecer. Por eso, la asociación Amics de la Malva ha transmitido este martes al alcalde de Valencia, Joan Ribó, que es urgente que se actúe ya.

Ribó se ha reunido con la entidad vecinal, junto con la vicealcaldesa Sandra Gómez y las concejalas de Vivienda y Servicios Sociales, Isabel Lozano, y la de Patrimonio, Gloria Tello.

Los vecinos han apretado al alcalde y le han insistido en la necesidad de que la hoja de ruta que proyecta el Ayuntamiento de Valencia en las Casitas Rosa pase de ser un dosier escrito a concretarse en medidas.

«Le hemos comentado que la hoja de ruta se tiene que llevar ya a cabo. Nos han comentado que en dos o tres meses tendrán claro el estudio arquitectónico del estado de los edificios de las Casitas Rosa para ver cuáles hay que derribar, pero somos conscientes de que vienen elecciones y queremos compromisos, acciones, porque la visita de consumidores de droga no para de aumentar», explica Elena Borbolla, representante vecinal.

Los residentes le han transmitido al alcalde que «hay mucho trapicheo de droga y consumen hasta en la calle, a la vista de la gente. Además, se están produciendo muchos robos por la noche».

El alcalde les ha comunicado que el objetivo es disponer de fondos europeos para rehabilitar los bloques de las Casitas Rosa que no se derriben. Les ha concretado que la isla de edificios para la cual se pretende optar a financiación europea está formada 16 comunidades de 8 viviendas cada una. Un total de 12 están situadas en las calles longitudinales y cuatro en las perpendiculares. En total se actuaría en 128 viviendas.

Por lo tanto, anuncia la intención de rehabilitar el primero de los tres bloques y medio que conforman en las Casitas Rosa, en una manzana de edificios comprendida entre la avenida Malvarrosa, Padre Antón Martín, San Rafael y San Juan de Dios.

De hecho, han transmitido a los vecinos que ya están recabando el escrito de consentimiento de los propietarios del primer bloque de edificios para optar a las ayudas europeas. «Nos han dicho que cada propietario de este bloque podrá optar a una ayuda de 23.000 euros y que el Ayuntamiento llevará el proyecto de rehabilitación y verán qué dinero tendrán que poner los residentes en función de sus ingresos», comentan desde Amics de la Malva.

En el caso de los otros tres edificios y medio tendrían que esperar a ver qué concluye el informe arquitectónico que la vicealcaldesa Sandra Gómez ya dijo que había comenzado a hacerse. Pero según los vecinos, no estará listo hasta dentro de dos o tres meses.

Sobre el estado de conservación de los edificios, de momento ya se ha constatado que es deficiente con algunas cubiertas de uralita y el alcalde ha comentado la necesidad de sustituir estos elementos por otros que no contengan fibras de amianto.

También se ha constatado una gran presencia de humedad en las viviendas situadas en planta baja, probablemente procedente del terreno. Igualmente se han detectado «entradas puntuales de agua a través de las cubiertas en algunas comunidades, humedades y condensación en las viviendas y se registran numerosos casos de vandalismo sobre los elementos comunes de la escalera, como timbres arrancados o buzones rotos», tal como indican desde el Ayuntamiento.

Los representantes vecinales han transmitido su inquietud por la proximidad de las elecciones, porque no quieren que se queden los proyectos en papel mojado. «Queremos que gobierne quien gobierne salga adelante y se asuma la hoja de ruta de la Malvarrosa», añaden.

El alcalde les ha transmitido que quieren «mejorar la vida en los barrios», a pesar de que en estos ocho años de legislatura la inversión en la Malvarrosa ha sido más bien escasa.

Les ha comentado que están impulsando proyectos en el barrio, con licitaciones en marcha pero pendientes de ejecución, como las reformas de las plazas Simón Bolivar y Cronista Montblanch o la regeneración urbanística de la plaza de Antonio Eiximeno, que cada vez que llueve se convierte en una piscina.

Los vecinos detallan que en la reunión les han dicho que en el caso de la plaza Antonio Eiximeno «ya saben qué empresa lo hará y que si no hay recursos podría empezar en dos o tres meses y le hemos insistido en que hay que buscar solución alternativa para los aparcamientos». En el caso del centro socio cultural «nos han dicho que tienen que redactar el proyecto con la aportaciones vecinales y que durará todo el año y que la construcción podría llegar en 2024 y las plazas de Simón Bolivar y Cronista Montblanch dicen que lo licitarán este año y empezaría a finales de 2023 o en 2024».

En cuanto al tema de seguridad, los vecinos han insistido en la necesidad de aumentar la vigilancia policial, tanto por el día como durante las noches por el aumento de robos y consumo de droga en la calle y han solicitado más limpieza porque hay gente que rebusca en los contenedores y lo tira todo fuera. Desde el Ayuntamiento han explicado que han aumentado la plantilla de la Policía de Proximidad.

En este encuentro, además de las actuaciones de carácter urbanístico, de movilidad y de seguridad ciudadana, el Ayuntamiento ha recordado que está impulsado también otras iniciativas de carácter social y asistencial. Entre ellas, el alcalde ha destacado la próxima puesta en marcha de un equipo de atención a personas con enfermedad mental (SASEM) para el barrio.

En total se prevé poner en uso ocho centros de similares características en la ciudad, aunque los dos primeros empezarán a funcionar en breve, uno de ellos en el barrio de la Malvarrosa, y otro en Benimaclet.

Se trata de un servicio de atención a personas con problemas crónicos de salud mental, dirigido a personas de 18 a 65 años de edad, en el cual trabajarán 88 profesionales, entre psicólogos y psicólogas, educadores y educadoras sociales y personal técnico de integración social. Tal como ha recordado la concejala de Servicios Sociales, Isabel Lozano, se trata de un «equipo multidisciplinar, coordinado con las unidades de Salud Mental de la Conselleria de Sanidad, que ofrecerá atención con un enfoque integral y centrado en la recuperación de la persona desde su entorno personal y comunitario».

Durante el encuentro también se han detallado las mejoras implementadas en el servicio de limpieza del espacio público en el barrio, con un incremento de un 40% del presupuesto y de un 10%o en el personal que barre las plazas y calles de la Malvarrosa. También se ha puesto en valor el aumento de la frecuencia del baldeo -que ahora es quincenal y no mensual como hasta 2019- y que se complementa con una limpieza intensiva mensual. También se han puesto más contenedores de envases y el barrio ya dispone de una ubicación más para el ecoparque móvil.

Además, se ha explicado que el nuevo contrato de mantenimiento de la jardinería, en vigor desde después de verano, permitirá una mejora continuada durante los próximos meses. Ya ha empezado la poda de palmeras en el barrio y ya está planificada la plantación de 45 nuevos árboles.

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