Las palomas toman Benimaclet
Los vecinos instalan redes, pinchos y figuras de búhos y halcones en sus balcones para evitar que las aves aniden y llenen de excrementos sus propiedades
Lola Soriano Pons
Valencia
Domingo, 18 de agosto 2024, 23:22
Todavía no viven la situación descrita por el director de cine Alfred Hitchcock en la película 'Los pájaros', con el ataque de aves en una ... población americana, sobre todo porque las palomas tienen una actitud pacífica, pero muchos vecinos de Benimaclet ya tienen pesadillas con esta especie.
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Y es que las palomas invaden los parques y sobre todo los edificios residenciales de zonas como avenida Valladolid, plaza Amparo Arce, avenida Emilio Baró, el entorno de la estación Machado y también el casco antiguo del barrio.
Llevan tiempo sufriendo el problema, tal como detalla Paco Guardeño, portavoz de la asociación de vecinos de Benimaclet, pero además ahora en «verano la situación se agrava porque muchos vecinos se van de vacaciones, circunstancia que las palomas aprovechan para tomar los balcones y terrazas, y cuando vuelven, está todo perdido».
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Asegura que los «balcones están colonizados» y como muestra de lo que sucede, Andrea Martí, una joven vecina del barrio, describe: «He llegado a encontrarme hasta una docena de huevos en el balcón. Una vez me crió un palomo en el balcón y estuvo cuatro semanas hasta que aprendió a volar».
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Además de la invasión que sufren, los residentes explican que el principal problema «es que se llena de excrementos y si te vas de vacaciones, cuando regresas, las heces llevan tiempo y son difíciles de retirar».
Andrea Martí también indica que limpian a diario, «pero al día siguiente vuelves a tener cantidades importantes de porquería en las barandillas, encima de los aparatos de aire acondicionado, en las terrazas y balcones».
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Esta vecina relata que se ha tenido que gastar «150 euros para poner una red que cubra todo el balcón y aún así las palomas intentan colarse». Y asegura que no es la única medida que ha implantado. «Tengo pinchos de metal para que no se posen, también añadí una cinta reflectante que genera los mismos destellos que los discos compactos y ahora la red», enumera.
Y no es la única residente que está tratando de ponérselo difícil a las palomas. En muchas de estas calles es fácil ver balcones cubiertos con redes, pinchos, y también muchas figuras de búhos, que los residentes instalan para tratar de ahuyentar a las aves.
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Incluso en un balcón se ha combinado la instalación de una red verde para proteger una máquina de aire acondicionado, con la presencia de la figura de un halcón.
Desde la asociación de vecinos de Benimaclet detallan que como el problema va en aumento, «ya hemos presentado la tercera instancia al Ayuntamiento denunciando las molestias que ocasionan las palomas» y añaden que les consta que son «varias las denuncias que han formalizado tanto comunidades de propietarios, como vecinos a título particular».
Guardeño explica que tras la primera instancia, «desde el Ayuntamiento respondieron que había comedores con alimentos esterilizadores, pero no sabemos dónde se encuentran y si existen, poco resultado dan, porque consideramos que tiene que haber un mayor control de estas aves».
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A la espera de los cañones de aire y las redes propulsoras
Si bien los vecinos de Benimaclet aseguran que el problema con la excesiva población de palomas en el barrio va en aumento, desde el Ayuntamiento de Valencia recuerdan que están pendientes de resolver el nuevo contrato para la gestión de las palomas urbanas. Tras la valoración de las ofertas, el tema se encuentra ahora en Contratación. Y es que no hay que olvidar que el servicio salió a licitación en mayo por casi 450.000 euros. Tal como se marcó en las bases, la empresa que se quede el contrato tendrá que emplear cañones de aire para ahuyentar las bandadas de estorninos y cañones lanzadores de redes para capturar palomas.
El control poblacional de las palomas no incluirá matar animales sino capturarlos o emplear pienso esterilizado. Se prevé la realización de dos campañas de capturas anuales con entre cinco y ocho puntos de captura, según se marca en el pliego. Los animales capturados se llevarán a palomares urbanos municipales o rurales.
La empresa adjudicataria deberá de tener en cuenta la densidad de palomas en determinados puntos, el número de quejas vecinales o si producen daños al aptrimonio y tendrán preferencia las poblaciones de palomas instaladas en alrededores de residencias de tercera edad, centros de venta de alimentos y escuelas infantiles.
Mientras se resuelve el concurso, la estrategia municipal se centra, según indican desde el Ayuntamiento, en mantener los dispensadores de pienso esterilizante que han tenido mayor consumo y retirar el resto, así como realizar capturas selectivas en los distritos de mayor presión, para el posterior traslado de las aves a un palomar rural.
Además de instalarse en los balcones, también se pueden detectar grandes grupos en parques infantiles y en el entorno de la estación Machado. Desde la entidad vecinal aseguran que a la falta de un control más efectivo de la población «se suma la situación de que hay personas que, con sus mejores intenciones, se dedican a dar de comer a las aves, cuando está prohibido».
Estas palomas también merodean las terrazas de los bares a la espera de que caigan migas y si ven que las mesas se quedan vacías se lanzan de inmediato, y se suben a las mesas para ver qué pueden llevarse al pico.
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Los vecinos también relatan que en más de una ocasión han advertido a estas personas que no pueden darles migas ni comida «y hay veces que increpan a la gente y no tenemos conocimiento de que la Policía haya puesto sanciones».
Desde la entidad vecinal aseguran que reclaman un mayor control, sobre todo, por los problemas de salubridad que pueden generar y es que no hay que olvidar que son portadoras de hasta 40 enfermedades y sesenta ectoparásitos externos, como piojos o garrapatas.
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