Los tesoros que oculta la plaza de la Reina de Valencia

La reforma de la plaza de la Reina no incluyó una excavación arqueológica completa, como se indica en la memoria final entregada al Ayuntamiento por la empresa encargada del seguimiento y publicó LAS PROVINCIAS. Aún así, los hallazgos en las zanjas abiertas trazan hipótesis apasionantes y en otros casos, hechos constatados. Bajo el flamante pavimento se esconde un tesoro histórico como lo refleja el documento elaborado por Semar Arqueología y firmado por Marisa Serrano.

Desde el estrato más antiguo, en el periodo romano republicano se halló un horno de planta circular, con un diámetro de entre 88 y 94 centímetros. En el relleno de colmatación se recuperó un conjunto cerámico datado en el siglo II a. C., varios fragmentos de un ánfora adriática; el borde de un ánfora adriática greco-itálica y dos de cerámica ibérica decorada.

En la capa que corresponde a los siglos IV, V y VI, tardorromana y visigoda, se sitúa una zanja excavada en la parte norte, junto a la Catedral, para cableado eléctrico. Se documentó un muro que discurre de este a oeste de la zanja. Su fábrica es de 'opus africanum', en cuya construcción se utilizaron distintos tipos de piedra, mampuestos y sillares reutilizados de mármol rosado, posiblemente procedente de Portugal, aunque sillares de piedra azul de Alcublas. Uno de ellos presenta una moldura y otras dos marcas de grapa. Al norte de este muro se excavó un estrato con materiales de época tardoantigua. Esta estructura se ha conservado cubriéndola con geotextil, madera y grava.

En otra zanja se realizó también una investigación a medias, dado que no se amplió más allá. Se encontraron pinturas murales y fragmentos cerámicos que se habían quedado a medio excavar en uno de los rellenos de colmatación y se terminaron de documentar las estructuras y algún relleno más.

Los expertos documentaron dos muros que formarían parte de una misma construcción, una estructura vertical en forma de bolardo o fuste de columna y pavimento de una posible calzada de época imperial. En los rellenos de colmatación se encontraron materiales cerámicos datados a partir del siglo V, junto con vidrio, fragmentos de pintura mural, tégulas y de fragmentos de 'opus signinum'.

En cuanto a la época islámica, afloraron pavimentaciones de los siglos XII, XI y anterior. Muchos de los hallazgos salieron al excavar para colocar contenedores soterrados o jardineras, pero no más allá, con lo que la interpretación queda abierta la mayoría de veces.

Por ejemplo, en la segunda pavimentación de una calzada de esta época se documenta un basamento de columna perteneciente posiblemente a un espacio porticado de la calle.

En el sondeo excavado en el lado noroeste de la plaza de la Reina se han documentado diversas fases pertenecientes a la evolución de un patio de una gran vivienda que estaría en consonancia con su cercanía a la aljama mayor. También otros inmuebles con patio con jardinera, fuente y diversas estancias, como la principal, que se conservaba en buen estado.