Un 'tesoro' de agua bajo Valencia: dos pantanos de Alarcón para abastecer a la ciudad
Catalá anuncia 120 millones en un plan de aprovechamiento hídrico para aumentar la autosuficiencia de la ciudad tras la dana y el gran apagón, con cuatro plantas en la ciudad para extraer agua del subsuelo
El gran apagón que sufrió la Comunitat y toda España a finales de abril de este año puso en jaque el suministro de agua en la ciudad de Valencia. La extensión durante más de 10 horas complicó la situación en la planta de La Presa, el centro neurálgico de potabilización de la ciudad. Hasta allí hubo que trasladar generadores, el trabajo de madrugada de más de un centenar de técnicos y la duda sobrevolando sobre si habría bastante suministro para los pueblos de alrededor del cap i casal.
«Fue una situación muy compleja», reconoció entonces la alcaldesa. «Mi objetivo es que la ciudad sea más fuerte», anunció esta semana María José Catalá. Y en el debate sobre el estado de la ciudad celebrado este jueves dio un ambicioso paso al frente para reforzar Valencia ante grandes emergencias como la del apagón o la dana (que obligó a bajar la presión de agua en la capital para asegurar el suministro en los pueblos golpeados por la riada).
Catalá ha desgranado en su comparecencia un ambicioso plan: con una inversión de 120 millones de euros y a ejecutar desde el año que viene y hasta 2031. El llamado 'Plan Estratégico de inversiones extraordinarias en el abastecimiento de Valencia'. El objetivo, conseguir que Valencia se convierta en la primera ciudad autosuficiente en el consumo de agua en el contexto de emergencias.
De 24 a 48 horas
Actualmente, ante una gran emergencia como la del apagón o la dana, con interrupción o dificultades en el suministro de agua, Valencia tiene una autonomía de 24 horas. El plan busca alargarlo a 48 horas e incluso más.
El proyecto anunciado por la alcaldesa contempla varios ejes. El primero de ellos y el más innovador, la creación en la ciudad de cuatro nuevas plantas de abastecimiento de agua potable. Bajo nuestros pies, bajo las calles por las que andamos cada día, hay un verdadero tesoro. Un acuífero con una capacidad de 2.500 hectómetros cúbicos. Como dos veces el pantano de Alarcón completamente lleno.
Las plantas de abastecimiento estarán situadas en el entorno de la avenida Pío Baroja, Tres Cruces, Malilla y la Ronda Nord. El objetivo del plan es que la primera de ellas (la de Pío Baroja) esté en marcha en el segundo trimestre de 2027. Tendría una capacidad de generar 150 litros de agua potable por segundo. No es un dato baladí: esa cifra hubiera evitado la reducción de la presión que puso en marcha el Ayuntamiento con motivo de la dana, como detalla el estudio preliminar del plan.
El plan convertirá Valencia en la primera ciudad europea en ser capaz de autogestionarse con el agua en caso de emergencia
«Seguridad es la palabra de este curso político, la vida a todos nos ha llevado por este camino y creo que es una responsabilidad de luces largas, de mirada amplia de este ayuntamiento, asumir el momento que tenemos y la responsabilidad que tenemos. Vivimos un contexto determinado», ha expuesto la alcaldesa.
Catalá ha aludido en el estrado a la dana y el apagón, dos emerggencias que «mostraron la fragilidad que tenemos en determinadas cuestiones» respecto a «suministros básicos como el agua potable». Catalá ha asegurado que el citado plan «blindará el suministro de agua» para garantizarla a todos los vecinos en caso de producirse cualquier emergencia» y con la intención de ser «autosuficientes» en un momento así. «Con este plan, si todo fallara, València podría producir agua potable propia y nuestros vecinos podrían estar tranquilos», ha insistido.
No es la única medida detallada por la alcaldesa. El proyecto incluye la adquisición de grupos electrógenos por el Ayuntamiento para asegurar el suministro eléctrico en las estaciones de tratamiento de agua potable como la de La Presa. Casi 4 millones para adquirir nuevos equipos, «con los que no habría riesgo de desabastecimiento por un apagón» como del abril, según el proyecto.
500 piscinas en achiques
Hay otra medida pionera: el aprovechamiento de la mucha agua que se achica de estaciones de metro y ferrocarril y que se desperdicia. Anoten el dato. Solo en la estación de Adif del Cabanyal y en la de FGV de Turia, se extrae cada año la friolera de 1,2 hectómetros cúbicos. O lo que es lo mismo: el equivalente a 500 piscinas olímpicas. El objetivo es emplear esta agua para baldeo de calles o riego. Ello liberará la «capacidad de transporte de agua en la red de alcantarillado».
La inversión de 120 millones contempla también la renovación de «tuberías arteriales críticas», como detalla el informe del plan. Sobre todos las tres que circulan bajo San Isidro, Malilla y hacia el Saler por la V-30. La rotura de alguna de ellas comprometería hoy en día el abastecimiento de agua hasta en un tercio de la capital.
El borrador del plan es especialmente sensible con la red que existe hacia el sur de la ciudad. «Valencia tiene una tubería de salida que es crítica para el abastecimiento de los poblados del sur», como señala el documento.
El plan incluye también la ampliación de la red de baja presión y la incorporación de pozos municipales. Actualmente, Valencia es, junto a París, la única gran ciudad europea que tiene una red de agua propia para servicios urbanos. El crecimiento de la capital hace necesaria su ampliación.
Con el proyecto se conseguiría que el 100% de la zonas verdes de la ciudad se regara con agua de los pozos, «reduciendo en un 25% el transporte en cubas de agua para baldeo», como señala el plan desgranado este jueves por Catalá en el debate sobre el estado de la ciudad.
También se añadirá el aprovechamiento para usos urbanos del agua que actualmente vierte al mar la depuradora de Pinedo. Más de 100 hectómetros cúbicos al año. Como el consumo de agua potable de toda el área metropolitana. Se destinará a baldeo y riego en el Grao y Nazaret, así como a regenerar el tramo final del viejo cauce del Turia, como ha detallado la alcaldesa.
Reventones en El Palmar
El plan no deja de lado algunas incidencias con la red de agua potable que se han hecho especialmente evidentes este verano, con la lacra de tres reventones que sufrió El Palmar, con la angustia especialmente de los restaurantes (en plena campaña turística) aunque extendida a todos los vecinos. «Es necesario renovar tuberías de distribución en aquellas zonas donde se detectan más incidencias de lo habitual. Las pedanías requieren especial atención», reconoce el plan previsto por el Ayuntamiento. Hasta 5,4 millones van destinados a renovar las tuberías de distribución, principalmente en la zona sur de la ciudad.
La responsable municipal también ha anunciado que el Ayuntamiento invertirá 3,2 millones de euros en obras de mejora del suministro de agua de la zona norte de la ciudad, además de acometer obras para ganar capacidad y calidad de agua en la planta potabilizadora de La Presa
El proyecto incluye una nueva infraestructura en la planta del Realón para garantizar agua potable a la comarca de l'Horta Sud en caso de apagón. También se ha programado la finalización de la redacción de dos nuevos tanques de tormenta (Nazaret y Grao).
Tuberías con siglo y medio: adiós a la fundición gris
No solo hay un 'tesoro' oculto e agua bajo nuestros pies y el 'alma mater' del proyecto de mejor aprovechamiento del agua anunciado por Catalá. En el subsuelo también hay un mundo con una tremenda antigüedad. En algunos casos, con más de siglo y medio. Así ocurre con las llamadas 'tuberías de fundición gris', presentes en no pocos tramos de la urbe. Este material, como detalle el plan es «el más antiguo de la ciudad» y se va a proceder a su renovación.Se instalaron entre 1906 y 1956. El paso del tiempo ha hecho mella en muchas de estas tuberías, con «problemas mecánicos y de afección a la calidad del agua potable distribuida», como señala el proyecto urbanístico. Los técnicos han recopilado no pocas fotografías de reventones en las calles de Valencia por estas tuberías y bloqueo de muchas de ellas por el vetusto material.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión