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Casa de la Caridad. Se salvó el artesonado y no mucho más. GRABADO DE E. FURIÓ
Exposición: 'La transformación de Valencia 1866-2026'

Un periódico en defensa constante del patrimonio monumental

Teodoro Llorente | La inclinación del fundador marcó un estilo, un objetivo cultural, que se ha mantenido durante 160 años de historia

Jueves, 20 de noviembre 2025

Es una constante, un continuado objetivo. La defensa del patrimonio cultural y monumental de la ciudad y el antiguo Reino de Valencia ha estado en los genes de este periódico desde su fundación; y es posible verla vibrar, antes o después, a lo largo de 160 años, cuando ha sido preciso. Levantando incluso la bandera contra sistemas políticos de censura previa, como la dictadura de Primo de Rivera o la del general Franco. No siempre se ha ganado la partida. O no siempre se ha llegado a tiempo. Pero en todo caso, la reflexión culta, la llamada a la prudencia, o la simple apelación a los expertos, para que dieran su opinión, nunca ha faltado en nuestras páginas.

Cuando el periódico nació se estaban derribando las murallas; era un cambio histórico imparable y necesario. Pero el fundador del periódico, Teodoro Llorente, encabezó el núcleo de eruditos que salvaron al menos los escudos medievales que había sobre las puertas, las lápidas antiguas, los recuerdos y vestigios que era imprescindible conservar. Llorente, que además de poeta y periodista fue político e historiador, tuvo oportunidades y las utilizó. El artesonado de la vieja Casa de la Ciudad, por ejemplo, se pudo salvar gracias a sus desvelos: porque además de fundador y animador de Lo Rat Penat, estuvo ligado a la Academia de Bellas Artes y al Museo.

Fue Llorente quien introdujo en la redacción ese cultivo de la defensa del patrimonio que se puede ver, más tarde, en las redacciones de Llorente Falcó, su hijo, y sucesivamente en las que siguieron, singularmente las de Martín Domínguez y José Ombuena. Más tarde, la campaña de LAS PROVINCIAS en favor de un cauce del Turia convertido en parque empezó por algo anterior y primordial: la defensa de los puentes, muros y pretiles del rio.

Pero antes se habían librado otros debates y controversias, sobre el palacio de Dos Aguas, sobre iglesias dañadas durante la guerra civil que se querían derribar, sobre rincones de Valencia que desaparecían como por ensalmo. Una carta de los falleros de Na Jordana desencadenó, y es solo un ejemplo, la acción que detuvo la avenida del Oeste en su inminente avance sobre el barrio del Carmen.

El grito de Settier

En estas páginas no podemos hacer un análisis exhaustivo de una lucha desplegada durante 160 años. Pero sí podemos tomar un ejemplo que nos sea útil. Recurrimos a cuatro artículos admirables que Alejandro Settier dedicó al patrimonio cultural valenciano en junio y julio de 1908. Settier, un personaje singular, era urólogo, uno de los mejores de España, el primero que empezó a romper y extraer piedras de riñón sin cirugía por el sistema Bigelow. Pero en este caso, y dado que ejercía como corresponsal nuestro en Madrid, se dedicó a las piedras del patrimonio monumental para aplaudir que en 1908 se estuvieran restaurando las torres de Serranos y la Lonja, de la mano del señor Aixá. Y para deplorar el pésimo estado de la Catedral, con una puerta de los Apóstoles «que no puede estar en peor estado», un rosetón que «queda oculto por un enrejado que le quita gran parte de su visualidad y por una gruesa capa de polvo de muchos siglos que impide ver la cristalería». Ventanales góticos tapiados, la feísima Casa de los Canónigos y «si el exterior está en estado deplorable, el interior produce igualmente tristeza».

Pero Settier no era un romántico, ni un erudito soñador. En el siguiente capítulo de su serial, un señor que cada día andaba tratando enfermos afrontó la lista de lo que cada año gastaba el Estado en restaurar monumentos, iglesias, conventos y monasterios para echar una suma de 5.7 millones de pesetas y escribir: «Los lectores habrán visto que por ninguna parte aparezca nombres del reino de Valencia».

Vijngaerde. Una vista general de la ciudad en el siglo XVII. | Palacio Real. El mayor monumento perdido se derribó antes de que llegaran los franceses. | Dos Aguas. Un palacio que fue academia y estuvo en grave peligro. LP
Imagen principal - Vijngaerde. Una vista general de la ciudad en el siglo XVII. | Palacio Real. El mayor monumento perdido se derribó antes de que llegaran los franceses. | Dos Aguas. Un palacio que fue academia y estuvo en grave peligro.
Imagen secundaria 1 - Vijngaerde. Una vista general de la ciudad en el siglo XVII. | Palacio Real. El mayor monumento perdido se derribó antes de que llegaran los franceses. | Dos Aguas. Un palacio que fue academia y estuvo en grave peligro.
Imagen secundaria 2 - Vijngaerde. Una vista general de la ciudad en el siglo XVII. | Palacio Real. El mayor monumento perdido se derribó antes de que llegaran los franceses. | Dos Aguas. Un palacio que fue academia y estuvo en grave peligro.

Esa era la clave. El descuido monumental español era relativo: Compostela o Monserrat, Numancia y la Almudena, sí que tenían recursos en el presupuesto del Estado. Y el monasterio de Poblet. Pero Valencia no los tenía. En el tercer capítulo, Settier, insistió: además de la Catedral, era preciso salvar de la ruina el teatro romano de Sagunto y -un dato interesante- el monasterio del Puig, la niña de los ojos de un hombre que se habría de revelar, en pocos años, como el primer valencianista que pidió Estatuto para la región.

Por encima de las alertas cultas de los Llorente, Alejandro Settier publicó, en nuestras páginas, una de las primeras series de artículos, concienzudamente escritos, sobre el patrimonio a conservar y restaurar. Pero lo hizo con un prisma político: el asunto, desde su punto de vista, era una secuela más de la falta de peso específico de Valencia en las decisiones de los gobiernos de Madrid. Poco después, su vocación plural y versátil le llevó a defender el ferrocarril directo Madrid-Valencia y a trabajar con Tomás Trenor como secretario de propaganda en el comité organizador de la Exposición Regional.

La exposición

Con motivo del 160 aniversario de LAS PROVINCIAS, la muestra recorre el cambio urbanístico de la ciudad donde nació y tiene su sede.

- Dónde. Centre del Carme Cultura Contemporània.

- Sala. Sala Dormitorio, en el piso 2.

- Fechas. Del 11 de diciembre a mediados de febrero.

- Horario. De martes a domingo, de 10 a 20 horas

- Acceso gratuito.

La ilustración

Para cada hito hemos seleccionado a un artista plástico.

Fran Parreño - Alcoi 1981

Los textos

Sobre cada hito reflexiona un escritor, periodista, arquitecto o profesor.

Rafa Marí - Periodista

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