Las obras del carril ciclista de la Gran Vía causarán atascos durante tres meses
Los conductores de la EMT rechazan que los dos itinerarios en Fernando el Católico estén dentro del espacio para transporte público
PACO MORENO
Martes, 1 de septiembre 2020
La Gran Vía Fernando el Católico registró el pasado mes una media diaria de 45.000 vehículos en los dos sentidos, una carga de tráfico que aumentará desde esta semana debido a la vuelta de las vacaciones, el regreso a los colegios y el trabajo. En ese contexto, ayer empezó la construcción de un carril ciclista en ambos sentidos, dentro del carril bus-taxi, una intervención que durará tres meses y convertirá en un embudo algunos tramos de la calzada, al dejar sólo uno para la circulación. Incluirá también Ramón y Cajal.
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Las obras tienen un coste de 302.098 euros y la formalización del contrato se hizo el pasado 11 de agosto. El motivo de que se haya esperado a septiembre para empezar es una incógnita, aunque el temor entre los responsables de la concejalía de Movilidad a que se generen atascos es evidente, al anunciar el horario de las mismas desde las nueve de la mañana hasta las seis de la tarde, con la intención de evitar la hora previa a la entrada de los colegios y la intensidad punta antes de la noche. Ayer mismo ya se produjeron algunas retenciones, pese a que la parte donde se inició el tajo tiene la calzada más amplia, la próxima a la plaza de España. Un par de transversales del bulevar han sido cortados con vallas para colocar las casetas de los operarios y el acopio de los materiales, que en síntesis se basan en una nueva señalización.
Las obras se realizarán en una primera fase en la calzada que va hacia el viejo cauce desde Ramón y Cajal, mientras que después se hará lo mismo en dirección inversa. El sistema elegido es idéntico y pasa por la modificación de toda la planta viaria, en cuanto a la anchura de los carriles, para poder encajar un itinerario ciclista dentro del espacio reservado para la EMT y el taxi.
La nueva planta viaria estrechará el espacio para los coches y los autobuses tendrán también un paso más angosto que ahora
Esto obligará a una compleja sucesión de cortes, con el resultado de que sólo quedará uno habilitado de los tres actuales (dos más bus). Una experiencia similar se realizó por la renovación de un colector en la Gran Vía Marqués del Turia, aunque con la diferencia sustancial de que la concejalía del Ciclo Integral del Agua eligió para el calendario de obras el final del confinamiento y los meses de verano.
El resultado de la nueva planta viaria será el de dos carriles ciclistas de 1,20 metros de anchura según el proyecto y colocados dentro del carril bus-taxi. Una decisión que se toma por la imposibilidad de que esté segregado, pero que no gusta nada a los conductores de la EMT.
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El presidente del comité de empresa de la compañía municipal, Gabriel de las Muelas, comentó ayer que estarán vigilantes sobre el resultado de las obras, para dar la voz de alerta en caso de riesgo. De entrada lo rechazan. «No es el modelo a seguir, lo idóneo es que el carril bus quede aislado del resto del tráfico, segregado como se ha hecho en otros lugares de Valencia», dijo.
En cuanto al carril ciclista sin separación de los vehículos de transporte público, consideró como uno de los puntos débiles cuando llegue a la altura de las paradas de la EMT. «Son más peligrosos incluso los patinetes eléctricos porque van más deprisa». Citó el ejemplo de la ruta ciclista en Primado Reig, protegida con bloques de hormigón y en la que las paradas se resguardan con pasos de peatones.
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