Nace en el Bioparc una camada de ratas topo, un mamífero «extraterrestre»
Es un roedor de sangre fría y caliente, con una «reina» como las abejas, que se convierte en una «planta» ante la falta de oxígeno y que prácticamente es inmune al cáncer
las provincias
Viernes, 18 de septiembre 2020, 09:37
La rata topo desnuda o ratopín rasurado (Heterocephalus glaber) es un roedor de existencia exclusivamente subterránea que vive en el subsuelo de las zonas áridas del denominado «Cuerno de África» (Somalia, Etiopía, Eritrea y Yibuti). La penumbra permanente en que vive ha motivado una peculiar anatomía reduciendo el tamaño de sus ojos y su capacidad visual. Sus patas son muy cortas y les permite moverse con rapidez en los túneles, tanto adelante como atrás. La cabeza es desproporcionada, con pequeñísimos ojos y orejas.
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Resaltan los grandes y peculiares incisivos móviles que se separan y desplazan de forma independiente y que utilizan para excavar la dura tierra y crear un complejo sistema de túneles que pueden llegar a medir varios kilómetros de longitud. La piel carece de pelo y de panículo adiposo y cuelga como un pellejo sonrosado sobre el cuerpo fusiforme y cabezón. En el Bioparc de Valencia pueden verse en la zona que recrea la vida subterránea de la Sabana y, desde hace unos días, contemplar a la nueva camada mamando de su progenitora.
Su biología y comportamiento convierte a estos animales en «extraterrestres». Son los únicos mamíferos con un comportamiento eusocial, rasgo característico de los insectos coloniales como abejas u hormigas. Crean colonias, realizan una organizada división del trabajo y del cuidado cooperativo de crías, sólo existe una hembra reproductora, la «reina», y de uno a tres machos reproductores o «zánganos». El resto de los individuos se dividen entre «soldados» y «obreros». El resto de hembras son estériles y una parte de ellas ingiere los excrementos de la reina, que son ricos en la hormona sexual estradiol, lo que les activa estar en modo de «crianza» y ejercer de cuidadoras de los hijos de la reina.
Están perfectamente adaptados a la vida hipogea (bajo tierra) y dependiendo del nivel de oxígeno pasan de homeotermo (sangre «caliente» como el resto de mamíferos) a poiquilotermo (sangre «fría» como los reptiles). Su resistencia a la ausencia de oxígeno llega hasta los 18 minutos y puede estar 5 horas con niveles bajos de oxígeno. Ello es debido a que este roedor cambia su metabolismo a anaerobio y utiliza como energía la fructosa, tal como hacen las plantas, en lugar de la glucosa. También son conocidas por su longevidad extraordinariamente superior a otros roedores, hasta 30 años, y la baja presencia de tumores gracias a un gen especial, el p16, que impide el crecimiento desordenado de las células.
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