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MERCADO BENICALAP. Sus quejas van dirigidas sobre todo a la falta de aire acondicionado. También reclaman un aparcamiento para facilitar el acceso a la lonja. Damián Torres
luces y sombras de Los mercados municipales de valencia

luces y sombras de Los mercados municipales de valencia

Los vendedores recuerdan los problemas de falta de climatización, mal estado de los cimientos, ausencia de aparcamientos o abandono de las paradas

ISABEL DOMINGO / ÁLEX SERRANO

Sábado, 9 de junio 2018, 23:12

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Los mercados municipales de Valencia no terminan de despegar. Si bien es cierto que el Consistorio ha invertido y pretende seguir haciéndolo en las lonjas, muchas de ellas agonizan (San Pedro Nolasco), otras sobreviven a duras penas (Benicalap) y unas pocas gozan de buena salud, aunque necesitan importantes reformas (Ruzafa). A enero de 2018 la ocupación en los 16 mercados municipales eran del 78%, según datos de la concejalía de Comercio. La mayor ocupación se da en los puestos de frutas y verduras mientras que los más complicados en rendimiento son los de pescadería. La concejalía ha puesto en marcha acciones como el Bonica Fest (60.000 personas participaron en la última edición) o el personal shopper para tratar de dinamizar su actividad.

Para el presidente de la Unión de Consumidores de Valencia, Vicente Inglada, el principal problema de los mercados municipales del cap i casal es la actualización y puesta al día en las necesidades de los clientes y, por tanto, «la adaptación a los hábitos actuales de los consumidores». Modernizar las infraestructuras, contar con APPs o el servicio a domicilio son algunos de los aspectos que menciona.

Sin olvidar el gran reto de la apertura por las tardes: «Queremos fomentar el uso de los productos de proximidad pero gran parte de los ciudadanos no pueden ir a comprar por las mañanas. Habrá que dar solución». En este sentido, Inglada señala cómo cambia el perfil del cliente de entre semana (de más edad) al de los fines de semana (donde se ven más jóvenes en los recintos municipales).

MERCADO DEL CABANYAL. Los vendedores piden al Consistorio que adecente las paradas de pescadería vacías para así poder subastarlas a nuevos vendedores interesados.
MERCADO DEL CABANYAL. Los vendedores piden al Consistorio que adecente las paradas de pescadería vacías para así poder subastarlas a nuevos vendedores interesados. D. T.

Un paseo por los barrios evidencia los problemas de los principales mercados de la ciudad. El primero es, sin lugar a dudas, el Central. El vicepresidente de la asociación de vendedores, Vicente Fernández, explica que sus quejas van dirigidas al tema de la climatización y de las goteras. «Hemos tenido que arreglar goteras y ahora estamos viendo a ver si el Ayuntamiento paga las obras», explica Fernández. Además, en el Mercado Central preocupa y mucho la climatización del mismo: «Estamos estudiando maneras de bajar la temperatura cuatro o cinco grados».

Precisamente la falta de aire acondicionado es un problema importante en otros mercados como el de Benicalap. Su presidenta, Carmen Guillot, apunta la necesidad de contar con aire acondicionado, averiado desde hace tiempo y que provoca las quejas de los clientes y de los propios vendedores, ya que su funcionamiento «evita que los productos se resequen». Aunque el Consistorio se ha comprometido a arreglarlo, «seguimos sin tener noticias de cuándo será», añade.

Sí recibieron noticias en este sentido en el Cabanyal, que ya cuenta con climatización. El problema en este mercado tiene más que ver con el abandono de las paradas. «Varias de ellas quedaron vacías cuando se jubilaron sus dueños y entonces no se arreglaron porque teníamos en mente hacer una zona gourmet. Pero ahora ese proyecto está parado y necesitamos que el Ayuntamiento las arregle para que podamos subastarlas», explica el presidente de la Asociación de Vendedores del Mercado del Cabanyal, Paco Dolz.

MERCADO DE RUZAFA. Aunque reconocen el esfuerzo realizado para, entre otras cuestiones, arreglar los baños, están negociando una solución para la pescadería y solicitan el aire acondicionado.
MERCADO DE RUZAFA. Aunque reconocen el esfuerzo realizado para, entre otras cuestiones, arreglar los baños, están negociando una solución para la pescadería y solicitan el aire acondicionado. D. T.

El abandono es algo a lo que se han enfrentado y siguen enfrentándose día a día, en una lucha titánica contra los supermercados (tienen tres a muy escasos metros) en Rojas Clemente. Su presidente, Juan Carlos Navarro, cuenta que están a la espera de que el Consistorio realice la reurbanización del entorno siempre teniendo en cuenta lo que salió del proyecto participativo del barrio, pero es pesimista: «Eso lo hizo Movilidad y la reforma la hará Urbanismo, y esas concejalías no se hablan». Rojas Clemente pide una rehabilitación integral. «Las zonas comunes son desastrosas, las cámaras dan pena y el cerramiento es horroroso», explica muy gráficamente Navarro. Añade que los nuevos vendedores tienen que hacer mucho trabajo de «lavado de cara» en las paradas antes de poder abrir de nuevo.

Ese problema no lo tienen en Ruzafa, uno de los mercados más sanos de la ciudad. Pero tienen otros, derivados de la pescadería. El constante uso de agua para lavar las paradas afecta a los cimientos del edificio, como en Castilla. Pero en Ruzafa el Consistorio sí se ha comprometido a invertir casi medio millón de euros en larenovación de la nave pescadería. El presidente de los vendedores, Ricardo Juan, cuenta que están en negociaciones con la concejalía para ver dónde se ubican los 13 puestos en funcionamiento mientras duran las obras. «Hemos propuesto unas naves prefabricadas», dice Juan, que insiste en el aire acondicionado.

Cada instalación estudia por su cuenta si abre por las tardes

Cada mercado municipal estudia, por su cuenta, si abre o no por la tarde. Se trata de una decisión en la que la concejalía no interviene, aunque el propio Carlos Galiana se ha mostrado partidario de abrir hasta más tarde Mercavalencia con tal de facilitar la apertura vespertina de los mercados municipales. Hoy día, pocos lo hacen. El de Benicalap empezó, pero en estos momentos únicamente abre por las tardes los viernes, que es el día que permite que los vendedores descansen al día siguiente. Los peculiares horarios de los mercados municipales, cuyos trabajadores han de estar a primera hora en Mercavalencia para conseguir los productos frescos, impiden la apertura vespertina, al menos sin doblar plantilla. Es la opinión de los vendedores del Mercado Central, que han supeditado la decisión a la apertura del parking.

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