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Varios de los modos de transporte presentes en el área metropolitana de Valencia. LP

Valencia, 250 millones de viajeros y un problema

La movilidad de la ciudad sigue atascada en la década pasada tras una dana y una pandemia que han cambiado los hábitos de cientos de miles de vecinos del Cap i Casal y su área metropolitana mientras los trayectos no dejan de crecer: sólo en el último año han aumentado un 15%

Domingo, 28 de septiembre 2025, 00:58

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Si piensa en su vida antes de 2020, es fácil que crea que la vivía otra persona. La pandemia sacudió los cimientos de la sociedad, y lo que parecía imposible de repente dejó de serlo. También en Valencia, por supuesto, como tercera ciudad de España. Después, años más tarde, llegó la peor tarde de nuestras vidas. El agua se lo llevó todo y nos dio tal sacudida que es el momento de replanteárselo todo. Y en ese amplio sustantivo se incluye la movilidad. Con un Plan de Movilidad Metropolitana, el conocido como PMoMe, de 2018, las continuas crisis que ha vivido el mundo y muy especialmente el Cap i Casal y sus pueblos en el último lustro ameritan una revisión del mismo, que la Conselleria ya ha iniciado, porque han cambiado los hábitos. Nos ha cambiado, en definitiva, todo.

Unos datos para empezar, que nos servirán para dibujar en negro sobre blanco la situación actual. Según la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, en 2024 se movieron en el área metropolitana 250 millones de viajes sólo en transporte público, lo que supone un aumento del 15% con respecto al año anterior. El dato, conviene recordarlo, es en parte una extrapolación, porque el último bimestre de 2024 está afectado por la terrible barrancada, que redujo la movilidad a niveles casi pandémicos. Tampoco podemos comparar, por ejemplo, el primer semestre de 2024 y el primero de 2025, porque el Metrobús y el metro no estaban del todo operativos. Por servicios, el más utilizado ha sido la EMT (con 116 millones de viajes) y el de Metrovalencia (106 millones). Después vienen los autobuses metropolitanos Metrobús (17,2 millones) y Renfe Cercanías (7,6 millones).

Pero ahora sí funciona ya todo. Bueno, 'funcionar' quizá es una exageración. Las averías se acumulan en las distintas líneas de Metrovalencia. Para muestra, un botón: el viernes, las líneas 4 y 6 sufrieron retrasos por un problema de señalizaciones y comunicación. El jueves, un nuevo fallo por el enganchón en la catenaria de un tren en la estación de Rafelbunyol obligó a interrumpir la circulación en la línea 3 entre Museros y el mismo Rafelbunyol. Las líneas 2 y 7 son las más afectadas por este tipo de averías, así como la 1, que se vio gravemente dañada por la dana y que recuperó su servicio sólo meses más tarde.

Con todo, los datos del metro mejoran. En septiembre de 2024 se desplazaban por la red de Metrovalencia una media de 350.000 usuarios diarios y actualmente la cifra ya supera los 300.000 desplazamientos y con una clara tendencia al alza, según datos ofrecidos por Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana. La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio ha logrado recuperar la totalidad del servicio de Metrovalencia en apenas 8 meses. Cuando no estaba operativa se activaron más de una veintena de servicios lanzadera que se han ido desactivando conforme se ha recuperado la conexión.

El esfuerzo realizado ha permitido que en diciembre los servicios de transporte público como metro, tranvía y autobuses alternativos ya desplazaran cera de seis millones de usuarios. Desde el 27 de junio toda la zona sur entre Paiporta y Castelló volvió a estar habilitada. Se han solucionado un centenar de incidencias entre las que destacan grandes obras para renovar vías y catenaria, rehacer estaciones y reconstruir puentes en puntos como el barranco del Poyo. Para recuperar todo el transporte han invertido 140 millones de euros. El servicio de metro y tranvía ha recuperado la normalidad pero las obras continúan en València Sud, donde aún se sigue trabajando para completar la nueva estación, dependencias, oficinas y el nuevo puesto de mando, situado ahora en la primera planta del edificio principal.

En lo referente a Metrobús, el servicio se ha ido recuperando con el paso del tiempo en la zona sur. De hecho, cuando el metro no iba, eran los autobuses amarillos los que daban servicio al sur del área metropolitana. Ahora, la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, a través de la Autoridad de Transporte Metropolitano de València (ATMV), ha puesto en marcha el nuevo contrato de servicio de Metrobús CV102, que mejora el servicio actual de Valencia con los municipios del corredor norte y que da servicio a aproximadamente 252.000 habitantes. El contrato se estructura en 14 líneas (7 troncales y sus variantes) diurnas y 3 nocturnas. En total se realizarán alrededor de 48.600 expediciones al año y se recorrerán en el entorno de 1,4 millones de kilómetros al año. En concreto, conectará con los núcleos de Albalat dels Sorells, Alboraia, Port Saplaya, Almàssera, Almenara, Bonrepòs i Mirambell, Canet d'En Berenguer, Platja de Canet, El Puig de Santa Maria, Platja del Puig, Emperador, Foios, La Pobla de Farnals, Platja de la Pobla, La Vall d'Uixó, Massalfassar, Massamagrell, Meliana, Museros, Puçol, Rafelbunyol, Sagunt, Port de Sagunt y Tavernes Blanques.

Dentro de la ciudad, el servicio de la EMT no deja de crecer, espoleado por la falta de metro y por los bonos a precio reducido ofrecidos por Gobierno y Generalitat. Este verano, la EMT ha facilitado el desplazamiento de un 5,8% de viajeros más que el año pasado, que ya marcó un máximo histórico, y un 32% más que en 2019. En todo 2024, según el balance anual de la empresa municipal, cerca de 15 millones de pasajeros más optaron por EMT. La compañía municipal cerró su mejor balance con 115,7 millones de viajeros. Son cifras que se sitúan muy por encima de las registradas hasta ahora, superando al mejor año registrado hasta ahora, que era 2006, con 103,6 millones de validaciones. En 2023, EMT transportó a un total de 100.832.000 pasajeros, por lo que el crecimiento ha sido del 14,7%. Es por eso que el Ayuntamiento de Valencia hará un esfuerzo para aumentar la flota: se comprarán 222 autobuses hasta 2030, lo que permitirá reducir la edad media hasta los 7 años. Se espera que en 2027 haya 31 autobuses más en circulación cada día, según datos del Plan Director de la EMT presentado antes de verano.

Y luego está el tema de Cercanías, un servicio que es imprescindible para cientos de miles de personas y que también registra averías y retrasos casi constantes. Más de la mitad de la C-3, la línea que conecta Valencia y Utiel, está todavía por reparar 11 meses después de la dana. El Consell apunta al Ministerio de Transportes. Cabe recordar que más de la mitad de estaciones de la C-3 siguen sin estar en funcionamiento casi 11 meses después de la dana. El pasado mes de diciembre Transporte consiguió retomar la circulación entre las estaciones de Valencia Estación del Norte, Fuente de San Luis, San Isidro, Xirivella-Alquerías y Aldaia, dejando todavía inoperativas las de Loriguilla-Reva, el Circuito Ricardo Tormo, Cheste, Chiva, Buñol, Venta Mina, Siete Aguas, El Rebollar, Requena, San Antonio de Requena y Utiel.

Todo esta situación es un cambio de tendencia en la movilidad, con un importante aumento del transporte público. Cabe recordar que en la dana se perdieron unos 140.000 vehículos que entraban o salían de la ciudad todos los días y que se tuvieron en cuenta en el Plan de Movilidad Metropolitana que presentó el anterior gobierno de la Generalitat. Esos coches se han recuperado, más o menos, pero el aumento del transporte público que se ha detectado en los últimos meses parece indicar que en la sociedad ha calado la petición de las autoridades de usar autobús, metro o tren para moverse por la provincia.

Así las cosas, la Generalitat ya ha comenzado a hacer una revisión del PMoMe de 2018, adaptado a un contexto en el que tenemos mucho más claro que en cualquier momento puede venir una pandemia o una catástrofe que nos obligue a replanteárnoslo todo. De hecho, tal como ha podido saber este diario, los trabajos previos para actualización habían empezado ya antes de la dana, pero ha habido que reorientarlos tras la barrancada. La intención de la Generalitat es presentarlo en próximos años y que el nuevo documento dé un diagnóstico más acertado del nuevo paradigma mientras en Valencia ciudad el Consistorio aumenta los carriles bici y reduce los viales para coches en grandes avenidas como Pérez Galdós o Giorgeta. Nadie queda ya que no sepa que la movilidad del presente, ya no del futuro, será sostenible o no será. Los carriles bici están a rebosar y cada vez hay más gente que espera en paradas de autobús y estaciones de metro. La ciudad, y sus pueblos, tienen un gran problema que necesitan solucionar cuanto antes. El día a día de más de un millón de personas lo necesita.

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