La policía evita ocupaciones ilegales en el Cabanyal por el aviso de vecinos
El Ayuntamiento sigue a la espera de una respuesta de los juzgados para forzar el desalojo de una veintena de casas con okupas en el barrio
PACO MORENO
Domingo, 26 de junio 2016, 00:03
De nada sirve la lluvia de millones que se aprobará en el próximo pleno en obras de urbanización y equipamientos públicos. Tampoco el convenio firmado con el Ministerio de Fomento y la Generalitat para la rehabilitación de viviendas. El barrio del Cabanyal sigue siendo objetivo del movimiento okupa y muestra de ello es lo que ocurrió la semana pasada.
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El viernes lo intentaron en un solar vallado y con puerta, que acabó con la cadena rota y el candado reventado. Un día después en un edificio privado donde también entraron. En ambos casos, la alerta de los vecinos propició que llegara la Policía Local en unos minutos y procediera al desalojo urgente.
Así lo indicaron ayer fuentes conocedoras de los hechos sobre lo sucedido en el número 28 de la calle de Los Ángeles y el 218 de la calle Escalante. «No sabemos para lo que querían el solar, pero hemos tenido que arreglar la puerta, mientras que la casa se ha tapiado», indicaron.
La presencia del movimiento okupa se extiende por todo el Cabanyal, con una veintena de inmuebles tanto públicos como privados. La concejal de Protección Ciudadana, Sandra Gómez, ha intentado acelerar los procesos judiciales, aunque de momento no se ha logrado ninguna orden de desalojo.
«La puerta del solar estaba rota a mazazos», añadieron, para comentar que en los juicios con los okupas «lo normal es que no se personen», por lo que las citaciones deben repetirse. El mismo alcalde Ribó, tras la firma de un convenio para la rehabilitación de viviendas con la consellera de Obras Públicas, María José Salvador, se acercó a un inmueble municipal ocupado ilegalmente, donde se ha previsto su rehabilitación para un centro social.
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«Eso sigue igual, con okupas», señalaron. Dentro de la reorganización del Plan Confianza para suprimir las partidas destinadas a la prolongación de Blasco Ibáñez, con unos siete millones de euros para el Cabanyal, se ha reservado una partida de 300.000 euros para esa actuación. Habrá que ver si se cumplen los plazos o se demora uno de los proyectos más necesarios en el barrio.
Para evitar la entrada de okupas en las casas, las mismas fuentes destacaron la colaboración de los vecinos, que alertan a la Policía Local de los intentos para poder frustrarlos. Las principales asociaciones del barrio se han mostrado favorables a destinar dinero público para las familias que por falta de recursos ocupan una vivienda (hay un centenar de casos en el Cabanyal), aunque no ocurre lo mismo con los okupas, donde la opinión mayoritaria es que debe desalojar los inmuebles.
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Esto ha provocado una respuesta de los okupas y su entorno en las redes sociales, justificando su presencia en dichas casas, así como colocando pancartas en contra de una supuesta gentrificación y la estrategia del alcalde Ribó, la concejal Gómez y el director gerente de la empresa Plan Cabanyal-Canyamelar, Vicent Gallart.
Entre las viviendas de propiedad pública que se rehabilitarán, hay una que también está en manos del movimiento okupa, precisaron las mismas fuentes. La concejal Gómez se ha reunido con varios responsables de la judicatura, aunque las denuncias siguen sin resolverse.
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La moción que llevará al pleno del jueves el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, amplía el plazo de las obras hasta 2019. Algunas están en licitación como la construcción de colectores y alcantarillado, así como la reurbanización de calles y travesías en el barrio. Eso es lo primero que se hará, con la vista puesta en el verano, aunque los trámites son bastante complicados y es difícil que las empresas adjudicatarias arranquen el próximo agosto.
Después llegará el turno de la intervención en edificios protegidos y viviendas. La empresa realizó una subasta de 13 propiedades, municipales aunque se encontraban fuera del ámbito del futuro plan urbanístico. De esta remesa vendió cuatro, con cuyos ingresos quiere acometer otros proyectos.
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Fuera del Plan Confianza y el acuerdo con Fomento, una de las iniciativas principales es el propósito de restaurar la antigua lonja de pescadores, en la calle Eugenia Viñes. Esta inversión se ha quedado fuera al tratarse de un inmueble privado y donde falta todavía el acuerdo con los vecinos.
La idea de la empresa Plan Cabanyal es favorecer su reforma, seguramente dejando el interior como una plaza de acceso público, aunque está por definir. Se trata de uno de los edificios más singulares de esta parte del Marítimo, pese a que su interior ha sido modificado sustancialmente con el paso de los años.
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