«Vivo pegada al móvil a la espera de que me llame mi abogada»
La madre de Marta Calvo aguarda a que el tribunal del jurado dictamine un veredicto que le haga justicia a su hija
BELÉN HERNÁNDEZ
Martes, 19 de julio 2022
La madre de Marta Calvo está desesperada sabiendo que en cualquier momento puede recibir la esperada llamada de su letrada: «Ya hay veredicto». Tres palabras que dictaminarán «tenerlo todo o nada». La cabeza de Marisol Burón no concibe que Jorge Ignacio P.J. pueda salir con una sentencia absolutoria. «Ni me lo he planteado. Si yo fuera parte del jurado no tendría ninguna duda de que es culpable». El juicio lleva un largo recorrido, aunque estos son los momentos más tensos a los que se enfrenta la mujer, que se ve ya en la recta final.
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Su postura es optimista. Confía en la decisión del jurado. «Son ciudadanos de a pie. Le podría haber pasado a cualquiera». Mientras el reloj anuncia la cuenta atrás, Marisol ve aumentada su ansiedad. «Aunque, sin duda, cuando peor lo pasé fue cuando le tocó el turno a la defensa y tuve que escuchar cómo hablaban de las víctimas. Mi psicólogo y mis psiquiatras me advirtieron de que no debería haber ido, pero yo quiero estar ahí tanto para lo bueno como para lo malo».
No tiene ninguna duda. En cuanto le comuniquen que el jurado ya tiene un veredicto, cogerá el coche para ir a la Ciudad de la Justicia de inmediato. Tiene ganas de mirar al procesado a los ojos mientras le leen la resolución. Aunque para ella, «el juicio es una pieza más». «Lo más importante ya lo hemos logrado, que es lograr la mayoría de votos para que se dictamine la prisión permanente revisable en los casos en los que no se encuentre el cadáver». La mujer espera que para el mes de septiembre se apruebe la que ella misma denomina como: «La ley Marta Calvo».
Marisol evita pasar tiempo a solas. Su familia y amigos la acompañan en todo momento. Todos sus seres queridos están alerta para cogerle la mano en el momento en el que llegue la resolución del jurado. Aunque el devenir del juicio ha machacado en cierta manera las esperanzas de la madre de Marta Calvo.
«Esperaba que en su declaración se viniera abajo y dijera dónde está mi hija. Pero ni siente ni padece». Desde que Marta no está, a Marisol se le hace imposible dormir aún con la ayuda de medicación. «Sólo podré descansar cuando tenga a mi hija», revela. Más allá de un veredicto de culpabilidad, la madre espera que le entreguen el cuerpo de Marta para poder realizar su duelo. Lejos del rencor, le asusta que Jorge Ignacio P.J. vuelva a la calle y pueda repetir los hechos que presuntamente cometió con una decena de mujeres. «Si sale libre al día siguiente estará matando otra vez», opina Marisol Burón sin tapujos.
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Se sincera y revela que aunque le halague que en los medios de comunicación se refieran a ella como una 'madre coraje' todo el mérito es de su hija. «De lo que más orgullosa estoy de ella es de que me enviara esa ubicación. Si no lo hubiera hecho sería una desaparecida más y habría más víctimas». No cree que el procesado sienta ningún tipo de remordimientos: «Se te puede morir una chica en un accidente, pero tres ya no. Y más cuando después de lo que le pasó a Marta estaba llamando a otras tres chicas».
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