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El Tuvi tras ser trasladado de prisión para comparecer ante el TSJCV. Irene Marsilla

El Tuvi ante el TSJCV para intentar eludir la prisión permanente por el asesinato de Wafaa

David Soler Oltra fue condenado por torturar y asesinar a la joven de 19 años en Carcaixent, tras agredirla sexualmente, y arrojarla a un pozo

Ignacio Cabanes

Valencia

Jueves, 10 de julio 2025, 11:04

David Soler Oltra, más conocido como el Tuvi, condenado por el asesinato de la joven Wafaa Sebbah en Carcaixent, ha sido trasladado esta mañana desde prisión a las dependencias judiciales del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana para tratar de eludir la máxima pena impuesta por la Audiencia Provincial de Valencia. La prisión permanente revisable y otros ocho años de cárcel a los que fue condenado tras ser declarado culpable por un jurado popular, el pasado mes de diciembre, como autor de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento subsiguiente a la comisión de un delito contra la libertad sexual.

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Su defensa recurrió el fallo ha expuesto sus argumentaciones ante el tribunal en un intento por rebajar dicha pena, al igual que la Fiscalía y las acusaciones particulares, ejercidas por los letrados Jesús Ruiz, Juan Carlos Navarro e Isabel Carricondo, quienes se oponen a cualquier tipo de rebaja al haber sido ya valorada la prueba y haber quedado totalmente acreditado que el Tuvi torturó y asesinó a la joven de 19 años, con fines sexuales y machistas, tras someterla a una «humillación y un sufrimiento innecesario, lento y continuado». Para acabar arrojándola a un pozo de una finca familiar de Carcaixent, donde fue localizado el cadáver de Wafaa el 17 de junio de 2021.

El «pagafantas» del grupo

El letrado de la defensa ha realizado un resumen -a su manera- del recurso de 90 páginas mostrándose, eso sí, poco esperanzado en que «nos den algo de razón». Considera que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio, no de asesinato, que su cliente confesó el crimen y que hay una sentencia previa que reconoce un trastorno que afecta a su imputabilidad y control de impulsos agravado por el consumo de alcohol y drogas. Para tratar de blanquear la imagen del asesino, el abogado ha calificado a su representado como el «pagafantas» del grupo, cargando las tintas contra la propia víctima con comentarios machistas.

El presidente del tribunal le ha tenido que llamar la atención para pedirle muy amablemente que dejase de dar rodeos y se centrara en las cuestiones jurídicas de su recurso. Así, ha calificado de delito de lesiones leves los impactos de balines y las al menos tres cuchilladas que presentaba la víctima.

Frente a las divagaciones de la defensa, el fiscal Luis Sanz se ha mostrado conciso y contundente en su oposición al recurso. Tras insistir en que la valoración de las pruebas corresponde al jurado, el fiscal ha remarcado que no se puede suavizar la acción asesina del acusada, ya valorada, levantando el tono al recordar que fue una «salvajada lanzarla desde doce metros de altura estando viva» a un pozo, después de llevar a la joven a un finca apartada de Carcaixent, donde no pudiera pedir ayuda. «Fue una muerte horrorosa porque se había negado a tener relaciones con él», ha puntualizado.

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De igual modo, tampoco puede valorarse de nuevo la imputabilidad del acusado, cuya prueba con los psiquiatras forenses ya fue estimada por el jurado, y pretender que la forma en la que asesinó a Wafaa, causándole un mayor dolor con disparos de balines, acuchillándola y asfixiándola tras precintarle la cabeza y arrojarla al pozo, sea rebajado a un simple homicidio como pretende la defensa.

Sobre la pérdida de control de los impulsos el fiscal ha recordado que los forenses aclararon que esta puede durar unos 30 segundos, pero que es imposible que durante los siete minutos que tardó, como mínimo, en asfixiar a su víctima el acusado perdiera el control. Además hay una planificación y actuación concreta, y no se le puede apreciar ningún tipo de atenuante de confesión a alguien que jamás ha perdido perdón a la familia de la fallecida, y que no ha mostrado ningún tipo de arrepentimiento. Como en la vista de hoy, donde el Tuvi ha estado tan sereno y frío como durante todas las sesiones que duró el juicio.

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Por su parte, el letrado Juan Carlos Navarro ha desmontado el recurso de la defensa en el aspecto formal, ya que el mismo gira en torno a una permanente revalorización e interpretación de la prueba en base a unas «apreciaciones muy subjetivas de la defensa».

La sentencia declaró probado que David Soler, que formaba parte del mismo grupo de amigos de la víctima, recogió con su coche a Wafaa el 17 de noviembre de 2019 y la llevó hasta dos fincas de la familia de él, en una partida rural de Carcaixent, donde estuvieron consumiendo alcohol y drogas. En un momento dado, el condenado intentó mantener algún tipo de relación sexual con la joven de 19 años y, ante la oposición de ésta, le quitó la ropa que llevaba y le rompió el sujetador. Dado el estado en el que fue encontrado el cadáver -los forenses tuvieron que reconstruirlo con los restos óseos hallados como si fuera un puzle- era imposible determinar si llegó a consumar la violación, pero las acusaciones se aseguraron que sí quedara demostrado el delito genérico de agresión sexual previo al asesinato, de ahí que se le impusiera la prisión permanente revisable.

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El ensañamiento y la alevosía, que también cuestiona la defensa del Tuvi en su recurso, también quedaron debidamente acreditados por el veredicto del jurado, ya que el acusado sometió a su víctima a un «sufrimiento innecesario, lento y continuado». Según los hechos probados, le disparó hasta en siete ocasiones con una pistola de balines, la apuñaló hasta en tres ocasiones y la maniató y la asfixió hasta causarle la muerte, sin que Wafaa tuviera posibilidad alguna de defenderse.

Y como recoge la sentencia, cometió su brutal crimen «como expresión de su superioridad y dominación sobre la mujer», para experimentar «sensaciones de poder y control» sobre la chica «tratándola como un mero objeto». Es decir, la agravante de por motivos de género también quedó probado. De hecho, con anterioridad al crimen el condenado ya le había realizado proposiciones sexuales a la joven que habían sido rechazadas por ella. Ante el rechazo de Wafaa, el Tuvi le había enviado mensajes despectivos «con desprecio hacia la identidad racial» de la víctima, de origen argelino.

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Un presunto asesino en serie

El condenado por el asesinato de Wafaa también tiene pendiente una causa por otro crimen machista, el asesinato de Isabell Raducanu, la mujer embarazada asesinada Xàtiva cinco meses antes que la joven de Carcaixent. La víctima, en cuyo vientren llevaba una niña en sexto mes de gestación, fue estrangulada y acuchillada con más de una treintena de lesiones. -Además, el Tuvi ya fue condenado a otros tres años y medio de cárcel por estrangular a una expareja meses después de asesinar a Wafaa, cuando todavía no se había descubierto su crimen.

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