La Fiscalía pide cuatro años de cárcel para un cura por una supuesta de 360.000 euros a un compañero religioso
El acusado ha asegurado en un juicio celebrado este jueves que fue él el estafado y que el objetivo de las operaciones «era proveer de beneficios y capital al convento»
CARLOS RUBIO
Jueves, 25 de marzo 2021, 17:58
La Fiscalía ha pedido este jueves cuatro años de cárcel para el cura de Nazaret, Vicente C. A. por, supuestamente, estafar a Ricardo S. F. con la compra de unos inmuebles por valor de 360.000 euros, importe que nunca llegó a abonar. El día 1 de agosto de 2007 se firmó la escritura, y el plazo de pago desde ese momento sería de un año. El acusado ejercía como ecónomo de la comunidad religiosa ubicada en Valencia y también administraba varias empresas a título privado, cómo la sociedad Ginidavi S.L., desde la que efectuó las operaciones.
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Vicente C. A. ha afirmado en el juicio, que se ha celebrado hoy en la Ciudad de la Justicia de Valencia, que compró las tres fincas a nombre de la sociedad con el objetivo de construir un complejo hotelero que permitiera producir beneficios para el convento. La compra la realizó a uno de sus compañeros, el obispo Ricardo S. F., ya que las fincas se encontraban a su nombre, pese a ser de la congregación.
Para realizar toda la operación, tal y como se ha reconocido en el juicio, Almale hipoteca cinco días después de la compra dos de las tres fincas, que al principio estaban libres de cargas, por valor de 300.000 euros. En esta misma fecha es cuando realiza la transacción de 400.000 euros a un fondo de inversiones, supuestamente, «de rentabilidad muy alta, o al menos eso me dijeron», según ha afirmado el acusado. La diferencia entre ambas cantidades, como reconoce el procesado, las obtuvo «de sus diferentes gestiones mercantiles».
Este fondo de inversión, según asegura Vicente que le confirmaron, devolvería la inversión con intereses en un plazo de seis meses, algo que nunca ocurrió. El cura ha declarado: «me estafaron». El objetivo de esta transacción, ha asegurado, «siempre fue proveer de beneficios y capital al convento». Además de todo, tal y como se ha expuesto en una de las preguntas de la Fiscalía, en noviembre de ese mismo año, el acusado reconoce que solicitó una nueva hipoteca sobre una de las fincas ya hipotecadas, por valor de 210.000 euros.
Tras varios impagos del préstamo, Vicente C. A. ha confesado que recibió la notificación del banco, dando el aviso de que si no se pagaba se le embargarían las fincas hipotecadas, que, entre otras cosas, contienen la Iglesia. Para evitarlo, Vicente C. A confirma que hipotecó un año más tarde, el 30 de septiembre de 2008, la tercera finca por valor de 60.000 euros.
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El obispo ha asegurado que al no percibir los pagos de las fincas en 2012 se firmó la devolución de las tres fincas registrales a su dueño original, «con la sorpresa de que ahora se encontraban hipotecadas«. «Reclamo que no nos echen de la Iglesia y que la podamos conservar, que es nuestra», ha sido la única petición que ha realizado el querellante.
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